Jesé se doctoró en la élite. |
Se nos presentaba en el Bernabeu un partido de esos a los que no está permitido asistir con babi, solo se permitía el acceso al césped a aquel que ya mostrase heridas de guerra, cicatrices de mil batallas anteriores y espacio para las otras mil que estaban por venir, pero en medio de tanto guerrero herido se coló un imberbe que entre tanto disparo nos dejo una Isa canaria, él fue guitarra, timple, bandurria y laúd, todo en uno, Jesé Rodriguez, el futbolista.
Es evidente que en un partido de semifinal de copa entre colchoneros y merengues solo hay lugar para hombres, tan cierto como que la palabra hombre lleva implícitos unos valores, y entre ellos no se encuentran ni la ruindad, ni la cobardía, ni la ausencia de escrúpulos, y precisamente anoche, para desgracia de todo aquel que se precie de ser buen aficionado, sucedieron cosas sobre el terreno de juego más propias de un fútbol de cloaca que de un espectáculo apto para todos los públicos. Hay una linea, que por invisible, es fácil de sobrepasar, y es que cuando se confunde la lucha cara a cara con la pelea donde se hace de la multitud tu trinchera, la valentía cede ante la cobardía y hoy ha habido una serie de jugadores (póngales ustedes mismos los nombres) que no es que se hayan agredido entre ellos, es que han agredido al propio fútbol y a todos aquellos que huimos de ese tan manido "todo vale". Hoy han dado un lamentable espectáculo para todos esos niños que se han acercado al coliseo de la castellana con la sonrisa en la cara y la ilusión en el corazón, como la llevaba aquel Juan Manuel de seis añitos, y que han presenciado como unos macarras sin chupa de cuero escupían odio y malas artes sin importarles lo más mínimo ni el resultado. Hoy hemos visto como el hombre puede ser cobarde, nauseabundo y aún así sentirse en su hábitat. Una vez dicho esto vayamos a lo que realmente nos interesa, vayamos al fútbol.
Miércoles copero en una ciudad que desde primeras horas de la mañana ya respiraba aromas de derbi, Neptuno dispuesto a clavar su tridente en chamartin, la diosa Cibeles a intentar echarle los leones que tiran de su carro a un atleti que vivía instalado en la felicidad. Se jugaban una plaza en la final y este era el primer asalto, los locales llegaban ofuscados, los rojiblancos felices, unos venían de empatar en San Mames, los otros de golear a la Real Sociedad, aquellos perdidos en mil debates burocráticos, estos celebrando el fichaje de Diego, y ya saben lo que dijo aquel filósofo argentino de Santa Fé: "el fútbol es un estado de animo", bajo esas premisas los blancos esperaban a su eterno rival con la ceja alzada, mientras, estos venían con el discurso del cholo tatuado a fuego en sus piernas y en su mente.
El encuentro empezó con la intensidad esperada, una intensidad que algunos equivocaron con peleas barriobajeras donde el más listo es el más tonto y donde el que se hace el tonto es el más listo. Por suerte, el fútbol suele estar muy por encima de aquellos que quieren pisotear su nombre, y empezaron a llegar ocasiones para ambos equipos. En el 12 un Arda muy desaparecido en la noche de ayer cabeceaba un balón que detenía Iker. El fútbol como la vida misma esta hecho de detalles, de momentos en los que el azar decide tu destino y fue ese azar el que anoche se vistió de blanco en el minuto 17 cuando un disparo de Pepe toca en Insua y deja a Courtois con el molde, era el primero, el 1-0, un gol de los que primero marcas y luego mereces. En el 31 llegó una doble ocasión para los de Carlo, primero Jesé y después Modric lo intentaron pero se encontraron con el meta belga. Poco más que no sea las continuas tánganas y trifulcas que sonrojan y realmente a uno le hacen sentir vergüenza ajena, ellos no hicieron más que privarnos de más fútbol, prefirieron gastar el tiempo en ellos mismos que pensar en regalárselo a la afición.
Nos fuimos al descanso y lo hicimos realmente para descansar, la primera mitad fue de esas que agota al espectador, por momentos la cabeza no da más de sí para asimilar tanto en tan poco tiempo. El Madrid se iba con un premio que se encontró en un disparo cualquiera y el Atleti con un castigo que le tocó porque pasaba por ahí. Los del cholo fueron un bloque que camina de la mano y que hace de su convencimiento su fortaleza. Por su lado los locales han pasado de ser un equipo veloz a ser un conjunto con prisas y a la velocidad no le suele gustar la compañía de la prisa, se pone nerviosa.
La segunda mitad cambió por completo, el gol del canario Jesé en el minuto 12 fue un golpe de los que te quitan el aire y los de la ribera del Manzanares lo notaron, se le aflojaron las piernas; Di Maria encontró el camino que le venia marcando el canterano y le puso el balón con la sutileza de un diez, el novel solo hizo un giro de tobillo y el balón entró saludando al publico, disfrutando del momento, el niño se confirmaba en plaza de primera y ante un rival de los que te otorga poderes, era el 2-0. Mestalla, San Mames o Camp Nou ya tienen muescas del revolver del grancanario, le gustan los duelos con los más rápidos del oeste.
Fue a partir del segundo cuando el Madrid decidió que quedaba mucho para meterse atrás, con un equipo enfrente como el rojiblanco, prestarte al asedio es querer salir ileso de un tiroteo en un ascensor, el balazo es seguro. Y como era la noche de los detalles, pues la diosa Cibeles habló con la diosa fortuna, del resto se encargó Modric que sacó un balón bajo palos que ya había superado la estirada del de Móstoles, otro recital del croata, y es que la vida son detalles, por eso en la siguiente jugada fue Miranda el que fue damnificado por la misma diosa fortuna y desvió al fondo de su portería otro disparo lejano del fideo, el gol era el 3-0 y le daba al Madrid una ventaja muy sustanciosa para afrontar el partido de vuelta en el Vicente Calderón.
En el computo general del partido los del técnico italiano fueron mejores que su adversario, el cual no se encontró cómodo en todo el partido, los rojiblancos parecían verse en un espejo, se miraban pero no se encontraban las rayas por ningún lado y es que anoche el Madrid le ganó con sus propias armas, la de la intensidad, el sacrificio, la solidaridad y la entrega durante los noventa minutos, anoche el Atlético fue el Madrid.
Los de Simeone tendrán que intentar una remontada de las denominadas épicas y lo tendrá que hacer sin sus principales goleadores, Diego Costa no podrá estar por acumulación de amarillas y Villa se teme mucho que no llegue a tiempo, con lo cual la empresa se torna más difícil todavía, pero siempre les quedará ese estadio que a buen seguro empujará a los suyos desde el minuto cero, su afición será su clavo ardiendo, por ellos han de creer y fijo que lo harán. Bien le iría a los de Concha Espina seguir con la ceja alzada, hoy los detalles han caído de su lado, en la vuelta puede ser al contrario, y es que el fútbol como la vida son simplemente detalles y hoy se olvidaron de uno muy importante, el cartel de no apto para menores, ellos no merecen ver ciertas cosas, a Juan Manuel no le hubiera gustado verlas.
FICHA TÉCNICA:
REAL MADRID: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Modric, Di María (Illarramendi, min.80), Jesé (Isco, min.83), Cristiano y Benzema (Morata, min.72).
ATLÉTICO DE MADRID: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Insua; Gabi, Koke, Diego (Cebolla Rodríguez, min.46), Arda Turan (Adrián, min.61), Raúl García (Sosa, min.70) y Diego Costa.
GOLES: 1 - 0, min.17, Pepe. 2 - 0, min.56, Jesé. 3 - 0, min.73, Di María.
ÁRBITRO: Clos Gómez (C.Aragonés). Amonestó a Pepe (min.23) en el Madrid y a Diego (min.27), Diego Costa (min.60), Juanfran (min.78) y Miranda (min.87) en el Atlético de Madrid.
ESTADIO: Santiago Bernabéu. --INCIDENCIAS: Se guardó un minuto de silencio en memoria de Luis Aragonés, fallecido el pasado sábado a los 75 años.
Fdo: Carlos el pelijas.
fenomenal maestro,como de costumbre, buenísimo lo del tiroteo en un ascensor
ResponderEliminarQue buena, saluda a tu sobrino....
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