Gregorio Manzano nació en Bailén, provincia Jienense,donde nacen los caminos que nos conducen tanto al oriente como al occidente andaluz. Creo que va siendo hora de reconocer el trabajo de este entrenador, un trabajo que empezó cuando Naranjito acababa de nacer, principios de los años ochenta. Con la desventaja de no haber sido futbolista profesional, ni siquiera conocido, tuvo que curtir su carrera tragando el polvo de los campos del fútbol modesto, mientras sacaba tiempo para desarrollar su verdadera vocación, profesor de instituto. El camino que ha tenido que recorrer para llegar donde hoy se encuentra no ha sido nada fácil, más bien ha sido un viaje de muchos kilómetros hechos por esas carreteras de España (cuantas veces habrá visto el toro de Osborne). El era consciente que tenia que ir sembrando kilómetros para ir recogiendo nuevas experiencias y estas son las que le han ido haciendo crecer en su profesión, vivencias que han ido dejando buenos amigos allá donde haya trabajado y ese es su mejor legado, ellos son sus trofeos, los más difíciles de conseguir, el respeto, el cariño y el reconocimiento a una labor bien hecha en todo y cada uno de los equipos a los que a entrenado desde el Santiesteban del Puerto al Real Mallorca. En este país siempre hemos sido muy propensos a ensalzar lo de fuera sin reparar en lo que tenemos al alcance de la mano, defecto que parece ir a menos en los últimos tiempos. En el mundo del fútbol, que es el que nos ocupa, ser una persona humilde, campechana y hasta educada si me apuran suelen ser trabas casi insalvables para llegar a ver tu nombre entre luces de neón. Pues bien, el lo ha conseguido y no de cualquier manera, es respetado por sus compañeros de profesión (algo muy complicado, hacerme caso), por sus jugadores y hasta por las directivas que han trabajado con el. A sus 54 años el sabe que esta en su mejor momento profesional, pero es consciente que esto no ha hecho más que empezar, por que el esta curtido en esto de empezar cada día, es la mejor forma de nunca acabar. Yo personalmente le deseo que siga progresando como entrenador y algún día poder verle en un equipo grande (con todos mis respetos para el R.C.D Mallorca, ya sabéis lo quiero decir), y lo deseo por que su dedicación a este deporte merece ser correspondida en su justa medida. Debería ser un espejo para que nos demos cuenta que para llegar arriba no es necesario pisotear a nadie, que con humildad se puede llegar a triunfar. Algunos llegan rápido y bailan con las más guapas aunque no las conquisten, otros como Don Gregorio se han pasado muchos años de pueblo en pueblo bailando con las feas, pero conquistándolas. Hoy por hoy ya parece que alguna guapa quiere ver esos pasos de baile que tanto conquistan y yo se de una preciosa que le quiere y a él le encantaría bailar con ella, al fin y al cabo el nació donde el Guadalquivir empieza a vivir, pero eso el tiempo lo dirá.
Fdo: Carlos el pelijas.
