BIENVENIDOS

Hola espero que os encontréis a gusto en este rinconcito donde unos cuantos majaras intentamos sacar ese periodista frustrado que llevamos dentro, el único cometido es que os guste lo que leáis aunque no por ello estés de acuerdo. Lo hacemos con todo el cariño del que disponemos. Así que ser todos bienvenidos y poneros cómodos que estáis en vuestra casa.

Nos podeis encontrar en Twitter, @Blog_VOFC, os esperamos.

Fdo: Carlos el pelijas.

domingo, 31 de marzo de 2013

REAL ZARAGOZA 1 - REAL MADRID 1. PECADOS Y PENITENCIAS.

Rodrí en plena celebración.
Volvía la liga después de los compromisos europeos e irrumpiendo de manera irrespetuosa en el Sábado santo, también conocido como Sábado de gloria. Cuando el olor a incienso y a cera  aún inundaban las calles de la capital maña la Romareda rompía la magia y el silencio de un pueblo que a esas horas procesionaba al Cristo resucitado. 

Mientras, el Ebro acariciaba la noche en silencio a su paso por la capital maña y es que ya lo dice la jota "el Ebro guarda silencio al pasar por el Pilar, la virgen esta dormida, no la quiere despertar", que no tendrá este bendito deporte que hace que algunos pasen de las promesas, el respeto y el silencio; al incumplimiento, al insulto y la algarabía, con la naturalidad que se pasa del traje de chaqueta al chándal y la bandera, así es el fútbol, capaz de transformar a ese que hace apenas unos minutos rezaba con la mirada perdida y conseguir que ahora ese mismo se encuentre acordándose de la madre del arbitro o de un portugués cualquiera e incluso del malo de su propio equipo, que haberlos haylos, no se engañen, el fútbol solo es la excusa.

Vayamos al partido, un encuentro de esos que para los de arriba es una piedra en el camino y para los de abajo el clavo ardiendo donde asirse. Suele suceder que el grande lo toma como un trámite y el pequeño ve en él un punto de inflexión, y así fue, es de esos encuentros que ya parece que uno lo haya visto en más ocasiones, un Déjá vu o paramnesia que se dice.

No nos habíamos quitado del gesto aún la pulcritud semana santera, es más, apenas nos había dado tiempo a limpiar la cera de la solapa cuando la Romareda rompió el sacro silencio para cantar el gol de Rodri, corría el minuto 6, un gol dicho sea de paso, con una definición rotunda, de esas donde se concentra todas las virtudes de un gran delantero, frialdad, templanza, confianza y esa mirada que otea el horizonte antes de la ejecución, "miro a tu izquierda y te lo meto por tu derecha", Diego Lopez no pudo hacer nada, eran otros los que debieron hacerlo, pero se encontró en medio del "cerrao" con el toro y sin burladero, solo quedaba que saliera vivo de la cogida y salió, el paso de los minutos nos lo confirmó. Mientras el soriano seguía de celebración, voltereta, arquero, besos, baile... eso es estallar de alegría y no las celebraciones premeditadas de guión y búsqueda en la grada y es que la improvisación siempre sorprende, al que más, al creador.


El equipo visitante volvía a dar esa cara de incomodidad, de esa visita que esta deseando irse de tu casa, ese que solo esta allí por que lo exige el compromiso y el que dirán; mientras, los locales solo querían los tres puntos y es que la necesidad siempre da un plus, un plus que por cierto se echa de menos no ver con asiduidad, de ser así, otro gallo cantaría por la capital de la pilarica, ese quizás es su pecado, quizás su penitencia.


Sufrían los de la capital que se veían obligados a poseer el balón con lo que ello conlleva para este equipo, el Madrid es capaz de conseguir que el fútbol en estático se convierta en antiestetico, buscan espacios donde no existen y es que los espacios no se buscan, se crean. Tuvo que ser el de siempre, un portugués que pasaba por allí (casualidades de la vida) el que sacase agua de un pozo seco, gol más efectivo que ortodoxo pero a esas altura quien estaba para bellezas, a determinadas horas ya se baila con cualquiera, si se triunfa bien, si no, otra cruz en el calendario. 


Fueron los últimos 3 minutos donde se crearon más ocasiones que en los 42 anteriores, fueron los porteros y el destino los que impidieron que nos visitase el gol antes del descanso. Un descanso de esos en los que se habla de todo menos del partido, nada que guardar en el recuerdo, si acaso el gran gol de Rodrí.


Recién estrenada la segunda mitad fue el Madrid el que pudo marcar en una llegada que albergó tres ocasiones en una, paradón de Roberto en uno contra uno a Cristiano, el rechace lo engancha Marcelo con un zurdazo de esos que desconchan el poste y el balón que va a parar a los pies de Essien, hay balones con mala suerte, el disparo del ghanés se fue ajustado. Fue entonces cuando el partido entró en una fase de esas que te hacen pensar si abandonar tu localidad y seguir viviendo la semana santa o en serle fiel a este deporte que tanto te gusta, uno debe decidirse, o la fe en lo etéreo, o lo palpable, suele ganar lo tangible. El partido era infumable, era como pasear sin tener nada que mirar, vamos que hay bailes con un familiar que son más divertidos.


Fueron los últimos 10 minutos de partido lo mas entretenido, los de Mou pudieron marcar pero fue Diego Lopez el que salvó al actual campeón de no claudicar a orillas del Ebro, el lucense se lució con paradas de esas que desbaratan guiones preestablecidos y salvan al de Setubal de un nuevo fusilamiento en el amanecer de ese Madrid de los Austrias donde ya tenían cargadas sus armas mucho "juntaletras".


Justo empate en la avenida de Isabel la Católica entre dos equipos con diferentes metas y compromisos, los unos buscan salvarse, los otros acertar con la bala europea, los primeros asentarse desde la base del partido de anoche, los segundos pensar en turco. Los maños pusieron el ardor que da la necesidad, los madrileños se olvidaron de que haber recortado dos puntos al Barça era el premio a una afición que aún sabiendo la imposibilidad  de ganar el titulo siempre lo hubiera celebrado como anestesia para su orgullo. Al final el Madrid pagó sus pecados, el Zaragoza llevar la penitencia de no afrontar todos los partidos con la actitud que mostró en Sábado santo

FICHA DEL PARTIDO: 

 Zaragoza: Roberto; Sapunaru, Loovens, Alvaro, Abraham; Edu Oriol (Wílchez, min.82), Movilla, Apoño (Romaric, min.53), Montañés; Rodri (Víctor, min.63) y Postiga. 

Real Madrid: Diego López; Arbeloa (Ozil, min.61), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Essien, Modric; Callejón (Di María, min.61), Kaká (Khedira, min.61), Cristiano Ronaldo; e Higuaín. 

Goles: 1-0. min.6. Rodri; 1-1. min.38. Cristiano Ronaldo. Árbitro: Undiano Mallenco, del Colegio Navarro. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Álvaro, Rodri y Loovens y a los visitantes Sergio Ramos, Arbeloa y Modric. 

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 29 de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 30.000 espectadores.

Fdo: Carlos el pelijas.

RC. CELTA 2 - FC. BARCELONA 2. SABADO DE GLORIA.

Otro récord, una vuelta entera marcando.
Ustedes me perdonarán pero el título de esta crónica estaba preconcebido. Me explico. Antes de que supiera lo que iba a pasar en el partido, de saber el resultado, de conocer las alineaciones, o lo que ustedes me digan, ya sabía que hoy era Sábado de Gloria. Fíjense, no por mirar el almanaque, no, ni por oír los tambores y cornetas, tampoco. Hoy ha sido Sábado de Gloria desde que me he enterado de que Eric Abidal estaba convocado. 

A todos los que más o menos de cerca, hemos tenido la mala suerte de conocer el cáncer, estos pequeños o grandes milagros nos dan la vida, no me quiero imaginar lo que supondrán para los que lo hayan vivido y luchado en su propia carne, desde aquí mi admiración. Hoy solo nos ha faltado Tito, pero creo que el Martes próximo también va a ser de Gloria. Por lo demás ganas me dan de dejar la crónica en este punto. Con lo que me gusta como ha quedado el primer párrafo la envío así y me acuesto, más que nada porque se supone que tengo que hablar de fútbol y como no les hable de procesiones hay poco que contar. Vamos a ver, se ha visto tan poca cosa apta para llevarse a la boca que no es que haya sido una Estación de Penitencia, pero por poco. No nos engañemos, no podía ser de otra manera. Barcelona y Celta se presentaban con una distancia descomunal, el triple de puntos les separa, aunque esto a veces no es problema para ver un buen espectáculo, sin embargo, si la Cofradía que preside se deja en capilla los mejores pasos, palios y tronos, y los que salen, desfilan pensando en la próxima procesión que será por los Campos Elíseos, pues nos hemos cansado de contar nazarenos en una tarde insulsa y con muy poco sentimiento. Sí que es verdad que ha habido un Hermano Cofrade que nos ha puesto los pelos de punta con alguna saeta de esas que llegan a lo hondo. Cristian Tello le ha dicho al Cofrade Mayor que para la del martes (de Gloria) se quiere meter debajo del mismísimo Cristo arrimando el hombro con los buenos y desfilar por su banda izquierda por la que le ha dado muy mala vida a la defensa gallega. Muy pronto avisó y se mantuvo más o menos constante en el intento durante toda la noche, ¿aunque quizá no fuera para tanto y resulta que se trataba del único nazareno que intentaba mantener el brío de la Cofradía catalana? no sé, no me hagan mucho caso. 

 Sin embargo, por estas cosas que tiene el fútbol, con un partido en el que el Barcelona no encontraba el camino con un centro del campo con muy poquitas ideas que además no le salían, fueron los celestes los que reventaron el Cortejo a pesar de que hasta el momento parecía que la Misa no fuera mucho con ellos. Bailaron el Paso en la cara de los de Roura con unos pases que hipnotizaron a la defensa, Piqué debía de andar rezando entre olivos. Un escándalo de aplausos y devociones por el uno a cero en el treinta y siete de una primera parte en la que antes de eso no había habido mucho que destacar, tan solo una ocasión doble del Celta con dos grandes paradas de Pinto. Pero Tello, constante como antes dijimos, recibió un pase de Leo Messi que por elegante, fino y bien hecho hubiera firmado el mismísimo Francisco Salzillo. Pudo culminarlo con un remate de los que le gustan, acomodándola con el interior de su derecha y mandándola con rosca al segundo palo, por donde entró. Javi Varas, como todos, ya se los sabía pero le salió tan bien el disparo que no pudo hacer nada. 

Empate a uno en el cuarenta y dos y descanso. Nada más. Parecía que la parada para coger fuerzas le sirvió más al Celta de Vigo, ya que Park tuvo una buena al principio de la segunda parte. Pero enseguida Tello, no podía ser otro, reaccionó para meterle un balón a Alexis que lo dejaba solo ante el portero… qué desastre… controló con el pecho pero se le fue larga perdiendo la ocasión y encima le sacaron amarilla por una mano que no cometió. Este chico ya me parece el Anticristo de las procesiones de mi pueblo que al final despierta simpatías porque todo el mundo lo pone verde, menos mal que es un jugadorazo… ¡y yo soy Cervantes! Bromas aparte, 

Roura fue metiendo sus mejores costaleros. Entraron Villa e Iniesta y la cosa ganó en sobriedad a pesar de que, como todos veían, seguía siendo una procesión muy pobretona. Por parte del Barça solo habíamos visto una ocasión en la que Roberto Lago le quitó la miel de los labios al Guaje, llegó antes por muy poco para evitar su remate, le echó un chorro de agua al incensario pues hasta aquí llegó el asturiano. Entonces, casi por el veinte de la segunda, apareció el Nazareno que siempre canta su saeta, ese que enloquece con su duende robando el aliento a quien lo escucha, el Mayordomo Cofrade que siempre se luce, el que siempre sale, el que siempre emociona, y lo hizo de nuevo. Leo Messi empezó la jugada él mismo. Tiró una pared con Tello que ganó la espalda de los gallegos, y la devolvió atrás para la llegada del Nazareno argentino que marcó el uno a dos. Les ruego me disculpen pero ya me da pereza contarles los goles que lleva Leo, las jornadas seguidas marcando, las asistencias… va a ser más cómodo irles actualizando cada dos o tres semanas, de momento cuenten con un mínimo de gol por partido. 

Así fuimos llegando hasta que la procesión embocó la última calle, todo terminaba. Los tambores marcaban un toque muy pobre, los pasodobles descuadraban, los nazarenos descuidaban su paso y eso fue lo que nos chupamos en ese último cuarto de hora. Pero no había terminado. El Celta de Vigo recordó lo mucho que se juega en cada minuto de los pocos que van quedando, y metió el dedo en lo que se está convirtiendo en un verdadero talón de Aquiles en este Barça, el segundo palo, en donde Borja Oubiña volvió a dejar en evidencia a Dani Alves que como siempre cerró en exceso. Esto es como las empanadillas de vigilia, algo que empieza a convertirse en tradición de estas Fiestas Pascuales. Golazo del Celta que cerraba el partido, una lluvia de pétalos de rosa y gritos de delirio desbordado inundaban Balaidos. Por si vale de algo les cuento que mi amigo Juan, sufrido espectador que me acompañaba en la silla de al lado, me dijo que no creía que el Celta hubiera merecido empatar y yo lo contesté que el Barcelona tampoco merecía ganar, se notó demasiado que interesan más otras procesiones. 

Esto de la Liga se está convirtiendo en la subida al Monte Calvario, un trámite cada vez más incómodo de cumplir en el que se van contando los días para terminarla porque ya ha perdido toda la emoción, y sin emoción no hay Semana Santa que valga. Pero no se olviden, aunque parece que este fin de semana el fútbol se ha tomado el puente, hoy ha sido Sábado de Gloría, sin duda alguna, estoy contento. Enhorabuena Eric Abidal


FICHA DEL PARTIDO:

 Celta de Vigo: Javi Varas; Jonny, Cabral, Demidov, Roberto Lago; Borja Oubiña, Pranjic (Quique de Lucas, m.68), Natxo Insa (Madinda, m.80); Augusto Fernández, Orellana y Park (Mario Bermejo, m.59). 

Barcelona: Pinto; Alves, Bartra, Piqué, Montoya; Song, Thiago (Iniesta, m 64); Alexis (Villa, m.67), Fábregas (Busquets, m.84), Tello; Messi. 

Goles: 1-0 Natxo Insa, minuto 37; 1-1 Tello, minuto 42; 1-2 Messi, minuto 72; 2-2, Oubiña, minuto 87. 

Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Cabral, Oubiña, Roberto Lago y Augusto Fernández por parte del Celta de Vigo, y a Fábregas, Alexis y Busquets por parte del Barcelona. 


Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésimo novena jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaidos ante unos 29.000 espectadores.


Fdo: Antonio Porlán.

miércoles, 27 de marzo de 2013

FRANCIA 0 - ESPAÑA 1. LOU LOU? OUI, C,EST MOI

La torre Eiffel se vistió de rojigualda.
Lou Lou? Oui, c.est moi (Lulú?, si,soy yo). Aquel anuncio ochentero de la colonia Cacharel dictaba la sentencia: El campeón? si, soy yo. Partir de la base de que nunca en la historia de los mundiales el campeón no ha ido a defender su cetro es una premisa que a un partido mayúsculo le ponía aún mas condimento; pero el campeón es el campeón y en un partido táctico a mas no poder y en condiciones de máxima exigencia la selección resolvió tomar la bastilla parisina y dar un paso de gigante hacia el mundial carioca. La nacional saltó al Stade de France sin su portero titular y capitán y sin su lateral izquierdo habitual, pero hete aquí que sus recambios se convirtieron en, posiblemente, los mejores hombres del partido: Victor Valdés y Nacho Monreal fueron actores protagonistas, que no secundarios.También recibió Oscar, gritado por Penélope desde su mansión angelina, Pedrooooooo; y los santos Javieres (con equis, con be o con uve): Hernandez y Alonso, que tanto monta, monta tanto y el verdadero balón de oro 2010, don Andrés Iniesta, ese Copperfield disfrazado de futbolista que hace aparecer y desaparecer un balón por arte de birlibirloque; para que seguir enumerando, el equipo vestido ayer totalmente de rojo fue eso: un EQUIPO muy superior al local. 

El gol de Pedro lo único que hizo fue justicia a un partido que, como definí al principio, fue extremadamente táctico; hay que hacer un paréntesis para resaltar que el futbolista antes conocido como Pedrito lleva esta temporada 10 goles con España, cifra en la historia al alcance de poquísimos futbolistas: Ronaldos Nazarios, Torpedos Muller, Leos Messis, Cristianos Ronaldos, casi nada al aparato. 

Francia entró al partido lanzando fuegos artificiales como para meter al público en faena, pero España en cuanto se apagaron los fueguecillos adelantó la linea defensiva y dijo: El campeón? si, soy yo. Francia es hoy un equipo encorsetado donde el gato Benzema está triste y azul, Scarface ya no es el que era y el oriundo Valbuena agita, pero no mezcla, como los Martinis de James Bond. A los 4 minutos de partido ya debió subir el 0 a 1 al marcador cuando Hernández recibió del novel Monreal y con Lloris vencido lanzó alto; el meta galo, LLoris, tampoco es aquel Shiva de la época del Olimpique de Lyon, que tenía ocho manos, hoy es un portero atropellado como cuando se llevó por delante a Pedro y Kassai se hizo el longuis ante tan flagrante penalty. 

Alonso se echó el equipo a los lomos y España se hizo con el choque. En la segunda mitad Francia arreó un poco, pero se encontró con un inspiradísimo Valdés, hasta que al cuarto de hora de la misma Pedro marcó el gol de la cámara lenta, no quería entrar de primera el tiro a pase de Monreal y LLoris le dio misterio a la entrada de la bola en la portería. Con la salida de Navas y el pase de Pedro a la posición del nueve se descuajaringó del todo la defensa francesa, si a eso añadimos la justísima expulsión de Pogba ya el gabacho sacó claramente bandera de rendición y le dijo al campeón: OUI, C,EST TOI. 


 FICHA DEL PARTIDO: 

 Francia: Lloris; Jallet (Giroud, m.91), Varane, Koscielny, Evra; Cabaye (Ménez, m.69), Progba, Matuidi; Valbuena, Benzema (Sissoko, m.83) y Ribéry.

 España: Víctor Valdés; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Monreal; Busquets, Xavi, Xabi Alonso; Pedro (Fabregas, m. 76), Iniesta (Mata, m. 91) y Villa (Navas, m. 61). 

Goles: 0-1, m. 58: Pedro. 

 Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a los franceses Cabaye, Matuidi y a los españoles Xavi Hernández, Arbeloa y Fábregas. Expulsó por doble amarilla al francés Progba. 

 Incidencias: Partido de clasificación para el Mundial de Brasil disputado en el Estadio de Francia ante unos 80.000 espectadores. El encuentro fue presenciado en el palco por el presidente francés, François Hollande, y por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. 

 Fdo: Diego J. Cerrato.

sábado, 23 de marzo de 2013

ESPAÑA 1 - FINLANDIA 1. K.O TECNICO.

Capitán, centenario y goleador, solo el resultado impidió la plena felicidad.
Se jugaba mucho y no se jugaba nada esta noche en el Molínón. Un partido de clasificación sin los Xavi/Xabi. Sin el capitán Casillas. Y sin la cabeza en el rival de hoy, pero si en el de mañana, pasado mañana para ser más exactos. La previa amenazaba una noche de transición y celebraciones. Se celebraba la vuelta del “Guaje” Villa al estadio que lo vio nacer y se ensalzaba el centenario de Sergio Ramos en la selección. Casi solamente el seleccionador Vicente Del Bosque pensaba en que esta noche teníamos un rival enfrente, la selección de Finlandia, un equipo de corte bajo sin nada que perder y mucho que ganar ante la Campeona del Mundo. Sabiéndose fuera del Mundial de Brasil, una victoria o incluso un empate contra España, era para los fineses un premio más que aceptable.

 Comenzaba el partido por los derroteros previamente vaticinados por todos. Villa titular y Sergio Ramos celebrando su centenario con el brazalete que le otorga los galones de líder. Los primero minutos transcurrían con un dominio apabullante de España. Largas posesiones, toques y más toques y un Villa enchufadísimo jugando para los suyos. El “Guaje” ya en el primer minuto buscaba la portería y por consiguiente la adoración de un Molinón entregado para con su persona. Pero los que venimos de lejos disfrutando de esta selección algo raro veíamos, sin Hernández y Alonso, las bandas cobraban protagonismo desde los primeros minutos, Silva por la derecha realizaba algunas incursiones, con un Arbeloa de escudero, demostrando este último que la calidad técnica de esta nuestra selección le hace destacar como el más justito, por no decir carente, en estas lides. Muchos fueron los centros intranscendentes y las diagonales baldías. Sobresalía en este continuo ataque español la banda izquierda, por allí, cayendo hacia el centro, se encontraba el encargado de tomar la varita mágica española. Alguien al que no le hace falta esa tez tan blanquecina para ser el que más destaca en el campo. Iniesta asumía galones de mando para crear jugadas a su amigo y compañero Villa, que se dejaba caer a esta banda para trazar las líneas que lo debían de llevar a su noche de gloria asturiana. Tal era la insistencia por esta banda que hasta el canario Silva, revoloteo por allí en alguna ocasión, buscando balones que llevar hacia la portería finlandesa.

Es Finlandia el país de la sauna, y haciendo gala de ello, venían los fineses preparados para sudar. No estaban ni se les esperaba. Sabiéndose carentes de calidad, su primera parte se resumía en una línea de centrales metida en el área pequeña y una de medios en la media luna. Era una Finlandia bonachona y carente de agresividad, haciendo honor a su residente en Laponia más famoso, Santa Klaus. Acabando la primera parte con tan solo cuatro faltas. Los nuestros se iban aburriendo y adormilando con el paso de los minutos, algunos tiros desde fuera del área interrumpían las eternas posesiones españolas y así llegamos al descanso con un inesperado empate en el marcador.

 Comenzaba la segunda parte y nuestro seleccionador intentaba una pequeña revolución con el cambio de Cazorla por Pedrito. Buscaba quizá que el nervio del canario se contagiara al resto del equipo, pero no estoy seguro de que lo consiguiera. Empezaban más enchufados los nuestros quizá a sabiendas de que el equipo francés se adelantaba en la lejana Georgia y por ello, el hoy capitán español, subía a celebrar sus 100 partidos y a poner orden. Corría el 48´ cuando en un buen remate de cabeza Ramos adelantaba a los nuestros a saque de corner. Lo dicho, tan en la cabeza teníamos a los franceses que solo el verle los colmillos al lobo nos causaba la reacción necesaria. Pasaban los minutos y más cerca se veía el partido del próximo martes, tanto que hasta empezábamos a dormirnos de nuevo y a soñar con él.

Del Bosque decidía resguardar a Villa y metía a Negredo en su lugar. Y esperpéntica vergüenza se daba cuándo a los pocos minutos entraba Mata por Cesc y los propios jugadores tenían que acercarse al banquillo español, pues en su profundo sueño, no sabían ni donde recolocarse. El equipo fines no podía desperdiciar semejante ocasión y en casi la única contra de todo el partido, con un Valdés frío debido a su labor de mero espectador a lo largo de lo que iba de encuentro, enlazaban cuatro pases que hacían que en el 78´ se reflejara el empate en el marcador. Sonaba el despertador para el equipo español, quedaba un cuarto de hora para desperezarse de la aletargada noche e intentar que el sueño no se convirtiera en pesadilla.

 Pero se llegaba tarde al trabajo, primero tendríamos que haber realizado el trabajo y luego descansar, pero haciendo honor a nuestra cultura española, la siesta nos costó la tarde. Acababa el partido con múltiples e infructuosas ocasiones que no nos llevaban a buen puerto y haciendo honor también al refranero español… - dejamos para mañana lo que se podía hacer hoy… - y el fin justifica los medios… ¡Como no! Echamos de menos a nuestros medios ilustres, y es que este equipo sin Alonso-Hernández/Hernández-Alonso, tanto monta monta tanto, no es el mismo. KO técnico señores, ahora solo nos queda levantarnos y ganar si o si, para poder ir reservando los billetes.


FICHA DEL PARTIDO: 

 España: Valdés; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cazorla (Pedro, m. 46), Iniesta; Silva, Villa (Negredo, m. 65) y Cesc (Mata, m. 76). 

 Finlandia: Mäenpää; Raitala, Moisander, Toivio, Arkivuo; Tainio (Sparj, m. 69), Roman Eremenko, Ring; Hetemaj, Pukki (Halsti, m. 93) y Hämäläinen. 

 Goles: 1-0, m.49: Sergio Ramos. 1-1, m.79: Pukki. 

Árbitro: Ovidiu Alin Hategan (RUM). Amonestó a Silva (89') por España, y a Mäenpää (85') y Moisander (89') por Finlandia.

 Incidencias: Encuentro de clasificación al Mundial 2014, disputado en el estadio El Molinón, lleno, con 30.000 espectadores. Finlandia portó brazaletes negros en memoria del ex futbolista Kai Pahlman. 

 Fdo: Oscar Martinez.

lunes, 18 de marzo de 2013

FC BARCELONA 3 – RAYO VALLECANO 1. LA CUENTA ATRÁS.

Messi y Villa acabaron con el Rayo.
Mi amigo Felipe Chozas, un rayista de raza que la primera vez que fue al estadio de Vallecas no lo pisó porque iba en un Jané, me decía que tenía que sonar bonita la canción de la Vida Pirata en el Camp Nou, pues sí Felipe, si sonó. Que nadie se engañe. A pesar de que el resultado abulta, el Rayo ha sido el único equipo que he visto este año pasar por Les Corts que no ha regalado nada, ni el campo, ni la pelota, hasta el extremo de que Pinto vio tarjeta amarilla por pérdida de tiempo en el descuento ganando por tres a uno, saquen sus propias conclusiones. A pesar de que la historia dice que los madrileños han ganado solo una vez en casa del Barça, hace ya unos añitos con aquellos goles de Bolo, los de Paco Jémez huelen a Europa y lo demostraron. Desde el principio se fueron a buscar al Barça donde más duele, arriba y presionando. Empezaron con éxito, en el primer minuto ya habían rematado a puerta y sacado su primer córner. Pero el Barcelona respondió rápido con una internada marca de la casa de Jordi Alba hasta el fondo y pase atrás, a Messi se le escapó el primer gol de la noche. Poco después, el argentino tuvo otra en un tiro de falta al larguero. Nos entretenían. Después de este arreón el Rayo dio la cara con valentía e incluso se sacudió con un par de remates, lejanos pero potentes que Pinto blocó con buena colocación. El frágil Adriano se lesionó, hubo quien pensó que el esfuerzo ante el Milán tenía que notarse de alguna manera y en la grada unos cuantos valientes cantaban la Vida Pirata,... pero esta liga está escrita en azulgrana. La mejor noticia de la noche para los culés no fue otra que la confirmación de Villa, que definitivamente ha formado con Messi una pareja de baile que promete felicidad a manos llenas y así llegó el primero. Cuando el Rayo mejor lo hacía, el diez argentino demostró porque se dice de él lo que se dice y habilitó al Guaje que la puso a dormir en la escuadra ante la salida a medias de Rubén. Uno a cero en el veinticinco. El soci en la grada se rompía las manos aplaudiendo, un gol bonito del muy querido Villa. Entre resbalones, cosa extraña, el Barcelona fue perdiendo ocasiones más o menos claras mientras el Rayo seguía empeñado en probar a Pinto, aunque quizá desde demasiado lejos. Fue entonces, en el treinta y nueve, cuando el Guaje devolvió la asistencia a Messi para el segundo, “dátiles por tomátiles” que decía mi abuelo. Le metió el balón entre los centrales, que ciertamente estuvieron un tanto dormidos, permitiendo el remate de Leo para el que Rubén estuvo fuera de sitio. Dos cero por pegada, de esto también tiene el Barça. Todavía en el último suspiro de la primera parte, Villa tiró fuera por muy poco lo que hubiera sido el tercero, cruzó demasiado. Fíjense, a pesar de que el Barcelona tras el descanso empezó con un tiro de Alves al palo, los vallecanos, pura raza, no perdieron la cara. Seguían disputando la posesión, seguían presionando y seguían tirando a puerta, “El rayo que no cesa” (Miguel Hernández). Es de agradecer la honradez de este equipo, cosa que de la que Paco Jémez tendrá buena parte de culpa. El partido estaba bonito y tenía de todo, y claro, como de todo había no podía faltar la ya típica pifia de Alexis, la tiró fuera sin portero bajo palos. Perdonen que lo compare con Villa pero no me estoy inventado ahora el debate que tienen Roura y Vilanova con este tema. El chileno lleva dos goles habiendo jugado muchos más minutos que el asturiano, el dato es demoledor, necesita 5´8 partidos para marcar mientras el Guaje lo hace en 1´4. En fin, volviendo al partido añadir que los madrileños se desquitaron del susto y estuvieron apunto de marcar a la salida de un córner con un remate del Chori que se fue al lateral. La sentencia llegó pronto, en el cincuenta y seis. En una contra Villa soportó estoicamente todo tipo de faltas en el centro del campo, pero justo antes de caer, consiguió pasar al astro argentino que se fue por pies de Arbilla para ejecutar a Rubén de sutil vaselina en otra media salida. Tres cero, Zipi y Zape, Villa y Messi, se abrazaban para celebrar su enésima travesura de la noche, menos mal que se llevaban malamente. Un dato más de Messi, lleva cuarenta y dos goles de ochenta y un remates, uno de cada dos, una barbaridad. Por cierto, si Paco Jémez apuesta por la cantera, cosa que demostró con Isaac, que se acuerde de Ismael, un pedazo de portero que tienen en el Rayo B porque ayer Rubén, aunque luego metió alguna mano de mérito, estuvo flojo en los tres goles. Con tres cero en el Camp Nou lo normal es que los partidos se terminen y que la media hora larga que quedaba, fueran minutos insulsos y sin trascendencia, pero se trata del Rayo, ese equipo que lucha hasta la última gota de sangre y que peleó hasta el último suspiro aunque solo fuera por defender ese escudo. Después de que Alexis ni centrara ni rematara en otra clara que tuvo, Tamudo, a la salida de un córner, en el primer balón que tocaba, la metió para dentro. Si me lo permiten, una eficacia parecida como un huevo a una castaña. El Rayo marcó su gol, más que merecido, aunque al final fue un premio corto porque en ningún momento cejaron en el empeño de meterse en el partido. Lass, Piti y el propio Tamudo insistieron mientras quedaron minutos pero no obtuvieron mayor recompensa. Por su parte los de Roura forzaron a que Rubén se luciera a trallazo de Messi, y a que a renglón seguido le sacara una vaselina con una mano milagrosa. Por último, Alexis nos dejó una buena jugada por banda que quedó como una tenue luz al final del túnel. El Rayo se puede ir con la cabeza muy alta de Barcelona. Ha sido con diferencia de lo mejor que ha pasado por el estadio azulgrana este año, sin duda, luchando hasta el final con una entrega que explica los motivos que lo tienen peleando en lo alto de la tabla por colarse en Europa. Remató más veces que el Barcelona, catorce a dieciséis, sacó más corners, seis a diez y le disputó la posesión del balón al todopoderoso Barça consiguiendo un cuarenta y tres por ciento, algo inédito. Amigo Felipe, La Vida Pirata sonó en las gradas del Camp Nou, y sonó bien. Por su parte, los de Roura, han recuperado las piernas y la cabeza. Ha vuelto el toque eléctrico y la velocidad. Ayer marcaron los tres goles a la contra, no se perdona la valentía del visitante en esta casa. Más buenas noticias, la recuperación de Villa es definitiva y ha venido para quedarse. Pero lo que más ilusiona en Can Barça es el comienzo de la cuenta atrás. Quedan diez jornadas, ganando seis el Barcelona sacará a su gente a las Ramblas, ya se especula con la fecha en la que se ganará la liga. La cuenta atrás ha empezado. 


FICHA DEL PARTIDO:

Barcelona: Pinto; Adriano (Alves, min.23), Piqué, Mascherano,Jordi Alba, Sergio Busquets, Cesc (Song, mi.82), Iniesta (Thiago,min.64), Alexis, Messi y Villa. 

Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Gálvez, Figueras, Arbilla,Adrián (Lass, min.62), Trashorras, José Carlos, Chori Domínguez,Piti y Delibasic (Tamudo, min.70). 

Goles: 1-0, m.25: Villa. 2-0, m.40: Messi. 3-0, m.57: Messi. 3-1,m.71: Tamudo. 

Árbitro: González González (Comité castellano-leonés). Mostró tarjeta amarilla a Piti (min.18), Trashorras (min.29), Adrian(min.57), Ruben (min.68) y Pinto (min.91).

Incidencias: partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA disputado en el Camp Nou ante 68.197 espectadores. 

Fdo: Antonio Porlán Arcos

domingo, 17 de marzo de 2013

R. MADRID 5 - RCD. MALLORCA 2. DESPISTANDO AL TURCO.

El pipa se reencontró con el gol.
Sí soy yo. Lo mismo alguno se pregunta lo que hago haciendo la crónica del Madrid, esto es como el que tiene hambre y le dan bicarbonato, pero miren, me ha tocado fin de semana de guardia. El redactor jefe y el cronista reserva, gran reserva por cierto, andan por la verde terra gallega, con los dedos tan pringados de gambas, pulpo, percebes y similares que han pensado que mejor no manchaban el teclado, benditos sean.
A lo que iba. En el siglo XVI las galeras españolas que defendían el Mediterráneo, solían utilizar todo tipo de estratagemas y trucos para despistar a los turcos en lo que se dejaban, nuestros grandes enemigos, pues algo así pensé anoche durante la primera parte cuando me enteré de que el entrenador del Galatasaray andaba por las gradas medio llenas del Bernabéu. El Madrid, completamente pinchado, se dejaba hacer, pero nada más lejos de la realidad, los estaban confiando para que se cansaran un poquito y luego en un momento pasarlos por la quilla.
El jabeque del Mallorca se presentaba metido en el descenso y con Manzano de capitán, un viejo corsario que ha protagonizado alguna cabalgada por esta costa cuando nadie lo esperaba. Tampoco era previsible verlos a estas alturas luchando por sobrevivir en primera y así se ven, antes de empezar llevaban cincuenta goles encajados y menos de la mitad de los puntos que los locales, aunque venían de dos victorias seguidas, en fin, esto del fútbol siempre hay que jugarlo a ver que pasa.
El duelo a bote pronto parecía claro, sin embargo a los dos minutos Giovanni remató alto una contra en la que se plantaron ante Diego López cuatro mallorquinistas y que olió a peligro. Cristiano había respondido de lejos cuando llegó la sorpresa en la siguiente jugada. Un balón colgado por Giovanni, que estaba hiperactivo, para que Nsue rematara de cabeza sin oposición desde casi la frontal del área a contrapié del portero local. Los de rojo se abrazaban eufóricos, los blancos se miraban tranquilos y el turco apuntaba como hundir las galeras blancas.
Como corresponde a un equipo de su categoría el Madrid acusó la andanada y puso proa a la portería de Aouate. Lo malo de marcarle un gol a los de Mou es hacerlo con tiempo por delante, más que nada por si se enfadan, cosa que no hicieron, de momento. Sin embargo, sin haber creado grandes ocasiones y casi como si fuera algo lógico que tenía que caer solo por cuestión de tiempo, empataron. En un gran pase al espacio de Modric, que por cierto ya en la segunda parte llevó la creación del equipo con bastante acierto, apareció Pepe para tocarla lo justo salvando al portero y dejándosela a Higuaín para empujarla. Tenía que pasar, el Mallorca solo ha dejado su portería en blanco en dos ocasiones en toda la liga.
La batalla parecía fofa en un mar en completa calma chicha, cuando llegó una nueva sorpresa. El Mallorca marcó a la salida de un corner, con un toque previo en el primer palo de Bigas y entrada de Alfaro en el segundo solo y sin oposición para enchufarla, era el minuto veinte. El Madrid se lo tiene que hacer mirar pues le remataron todos los balones aéreos del partido. Sin embargo, aún con el uno dos no había sensación ninguna de que peligraran los tres puntos para los de casa, era cuestión de apretar un poco y de seguir despistando al turco que tendría que estar alucinando del rival tan flojo y débil que se iba a encontrar.
Se picaron de nuevo, pero entonces el Madrid no funcionó. Morata pegado a la banda no encontraba los espacios que tuvo contra el Barcelona, Pepe que jugó en el medio campo, se iba arriba a la más mínima y dejaba a Modric todo el peso de montar el juego y el exfútbolista Kaká, como lo llama mi amigo y gran cronista Diego Cerrato, no andaba inspirado. Aún así llegaban, acumularon más de un ochenta por ciento de estéril posesión, pero terminó el primer tiempo con silbidos del respetable a su equipo por la ocasión que tuvo el Mallorca, de nuevo en un remate de cabeza a la salida de un corner.
Tras el descanso Mourinho decidió tomar el mando de sus galeras y ordenar su flota para decirle al turco lo que le espera en unas semanas en este mismo campo, ya no tenía sentido seguir despistándolo. Morata y Arbeloa dejaron su sitio a Ozil y Benzema y el Madrid dio la cara. Ramos volvió al lateral, Pepe a la defensa y Kaká dio un pasito atrás. Poco faltó para un nuevo disgusto visitante, Bigas desperdició una ocasión clarísima al rematar de chilena a las nubes una bola que le caía con tiempo para echarla al suelo, ojo, de nuevo pitidos.
Para muestra un botón, la falta de intensidad del Madrid se traducía en tan solo cinco faltas cometidas en el minuto cincuenta. Uno después se encontraron con el empate de Cristiano. Fue entonces cuando los blancos se miraron y desencadenaron la tormenta. En un suspiro les cascaron tres goles, uno cada dos minutos. Un martillo pilón. Primero, y como ya he dicho, Cristiano de cabeza a la salida de un corner poco defendido la peina y la clava en el segundo palo. Después Luca Modric, para enmarcar, un balón que le llega a la frontal y la engancha con el empeine, la bola de dentro para afuera por la escuadra, golazo de categoría. Higuiaín cerró el vendaval. Remontada doble, o bien, dos remontadas en el mismo partido. El turco lo flipaba.
El Mallorca dio muestras de coraje y orgullo y alguna ocasión creó, pero era Aouate el jugador más activo del partido. El Madrid se lo pasó en grande y divirtió a su gente que olvidaba los pitos y que celebró, reconciliándose con los suyos, el cierre de fiesta de Benzema a regalo de Higuaín que bien podría haber buscado su hat-trick. Todo el mundo en la grada sonreía, todos, menos el turco que se comía las uñas extrañado de lo que había visto, un ciclón de fútbol en cuarenta y cinco minutos. Tiene tiempo en el viaje de vuelta, en su galera, para seguir dándole vueltas. 

FICHA DEL PARTIDO:

Real Madrid: Diego López, Arbeloa (Ozil, m.46), Sergio Ramos, Varane, Coentrao, Pepe, Modric, Kaká (Xabi Alonso, m.62), Cristiano Ronaldo, Morata (Benzema, m.46) e Higuaín.

 Mallorca: Aouate, Hutton, Nunes, Bigas, Kevin, Nsue (Hemed, m.65), Pina, Tissone (Fontás, m.83), Alfaro, Giovani y Víctor (Pereira, m.77).

Goles: 0-1, m.6: Nsue; 1-1, m.15: Higuaín. 1-2, m.21: Alfaro; 2-2, m.52: Ronaldo. 3-2, m.55: Modric. 4-2, m.58: Higuaín. 5-2, m.92: Benzema.

Árbitro: Antonio Miguel Mateu Lahoz, del comité Valenciano. Mostró tarjeta amarilla a Tissone (m.39) Incidencias: encuentro de la vigésima octava jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 61.000 espectadores

Fdo: Antonio Porlán Arcos

viernes, 15 de marzo de 2013

EL ALTO PRECIO DEL EXITO

Toda una vida de depotivismo.
El Deportivo de La Coruña nace el 2 de marzo de 1906, con el nombre oficial de "Club Deportivo de la Sala Calvet". Un grupo de deportistas liderado por Federico Fernández-Amor Calvet decidía crear el Deportivo de La Coruña. Tres años más tarde el Rey Alfonso XIII, con motivo de una visita a la ciudad, acepta la presidencia de honor del Club, que pasa a denominarse "Real Club Deportivo de La Coruña".

Me siento a escribir estos renglones con la incertidumbre que me crea una posteridad que acecha con guadaña en mano, el futuro que se adivina en la lontananza no es nada halagüeño, es más, asusta por la posibilidad de que sea definitivo. Allá donde la vista se funde con el horizonte se ve un futuro muy negro, presagios que no creo equivocarme si digo que le duele a todo aficionado al fútbol  ¿quien no ha sido un poco del "Super Depor"? ¿Quien no disfruto de ese equipo allá por finales de los noventa y los principios del nuevo siglo?.

107 años le contemplan, 107 velas que se van apagando con esa cadencia que lo único que hace es aumentar el sufrimiento, por que cada minuto que pasa aprovecha para llevarse un jirón de alma del deportivismo, su fuego se va extinguiendo con la parsimonia de un pasado ya escrito y que otros muchos soñarían con escribir algún día.

Los que ya lucimos alguna cana que otra y somos de esos bohemios que viven en ese mundo paralelo que es el fútbol, guardamos en la memoria, con ese cariño perenne que solo la niñez es capaz de conceder, (también se llama nostalgia, ese cariño que uno siente por un pasado, por unos recuerdos), a equipos con los que caminamos de la mano cuando empezamos a andar por los senderos del fútbol, con esos con los que rellenamos tantos álbunes, aquellos que eran protagonistas de carruseles de atasco dominguero, ¿quien no recuerda aquello de "gol en las Gaunas, peligro en la Condomina, penalty en el Plantio, en el Insular, en el Helmantico, en el Carranza, en el Jose Rico Perez, en Pasarón, en Altabix, en la nueva Creu Alta..."?, si volvemos la vista atrás veremos que muchos de ellos fueron desapareciendo del mapa futbolistico y los que quedan a duras penas van sobreviviendo, otros se tuvieron que reinventar y los menos prometen con volver, como el Elche que se ha empecinado en devolver esa franja verde a la primera división y este año si va a ser. 

Lo que quiero decir con esto, es que uno, es un poco de todos esos equipos que fueron nuestros compañeros en aquellos tiempos en que el balón nos acompañaba a todos lados debajo de nuestro brazo, quien no recuerda muchísimos nombres de aquellos jugadores que nos regalaban su rostro para rellenar nuestras chapas, de aquellos que tenían el nombre largo y te hacían el niño más feliz del barrio con tu "taco" cromos, eran otros tiempos, y sin duda el Depor es uno de aquellos equipos a los que uno recuerda de aquellos juegos de calle que ya murieron, ya no hay ni "descampaos". Un Depor que además luego nos hizo felices a muchos con aquellas noches para el recuerdo, de ahí mi tristeza, no quiero que parezca una despedida, quiero que sea la bienvenida a alguna solución que a fuer de ser realista no parece probable. Una solución que fuera por el bien del club lo primero, del propio fútbol, del deportivismo, del fútbol gallego y de todos aquellos allegados a los que les ves sufrir viendo como su Depor se desangra. La afición es consciente de la situación, son síntomas que se esconden a la vista de todos, el fatal desenlace se ve venir.

El Real Club Deportivo de la Coruña es uno de esos clubes que han hecho de la lucha diaria su "modus vivendi", un equipo que era capaz de ascender para volver a bajar, como de bajar para volver y quedarse, siempre jugando con la supervivencia, arropado por una afición que soñaba con tiempos mejores y que cuando el siglo pasado iba muriendo se encontró con que todos aquellos sueños eran una nimiedad con lo que estaba por llegar. Llegaron tiempos de vino y rosas, nadie imaginó, ni tenían porqué, que con el tiempo llegarían las espinas.

Vivíamos allá por mediados de los noventa cuando el club gallego escribió las más bellas páginas de su centenaria historia, (una liga, 99/00), (dos copas, 94/95 y 01/02), tres supercopas de España (95, 00 y 02), más cinco subcampeonatos y cuatro terceros puestos, páginas escritas con letras de las que te hipotecan de por vida, quien iba a imaginar que aquellas sonrisas escondían tantas lágrimas detrás, como imaginar que ser feliz iba a ser tan caro.

Era la historia de un equipo modesto de los que habitan por la periferia de los éxitos y que un buen día decidió mudarse a la zona noble de la tabla y fue ahí donde se dejo la misma vida en forma de monedas, es lo que tiene la gloria, que a veces por alcanzarla nos dejamos la razón por el camino.


El centenariazo, momento para la historia del club gallego.
Para el recuerdo siempre nos quedará aquel centenariazo, aquella remontada ante el Milan, las semifinales de la liga de campeones, en fin, un equipo que nos cautivo como ocurrió con el Alavés, son de esas ocasiones que todo un país hace suyo el objetivo de ese luchador modesto que se enfrenta ante los colosos con la confianza de derribarles y es entonces cuando todo ese país empuja para conseguirlo.

Pero la que realmente sufre es esa afición que llora lágrimas blanquiazules impotentes y descorazonados por el futuro cercano de su equipo del alma. Cuando alguien ama a un club este pasa a formar parte de tu vida, se convierte en tu amigo, en sangre de tu sangre, en tu confidente, al fin y al cabo es el único que entiende tu alegría, tu pena, tu pasión, el por que lloras por él. Reza el dicho que solo quien bien te quiere te hará llorar y es que cuando se habla de sentimientos el ser humano es muy vulnerable y más si ese sentimiento lleva implícita una buena dosis de pasión, es entonces cuando el dolor es incalculable. Así es el amor a unos colores amigos, la misma facilidad que tiene para hacerte feliz, la tiene para hacerte sufrir, y ya se sabe que siempre deja más marca el dolor que la sonrisa, quizás la alegría sea más dispersa y el dolor siempre sea más concentrado, sea como fuere queda el sufrir.

Dicen que en el silencio de la noche coruñesa aún se escuchan en Riazor estruendos de gloria y ecos de triunfo y es que A Coruña es marisco, es torre de Hércules, es la bondad de sus gentes que te hacen ver que realmente nadie es forastero en Coruña, pero si es algo, es fútbol,  ese que vive a pie de playa salado por el mar, ese que hace que se apasione ese que no sabes si sube o baja, a aquel que te contesta con otra pregunta, al gallego que hay en la luna y a ese deportivista que le están arrancando el corazón, la pasión y parte de su vida.

Coruña tiene el corazón en un puño, el del futuro, y este les esta apretando causándoles un dolor jamás sentido. No sé lo que le deparará el futuro, y si lo sé no lo quiero ni pensar, pero vaya desde aquí mi más sincero deseo de que aparezca una solución que consiga sacar al Depor del trance por el que esta pasando, su perdida seria un mazazo para el propio fútbol, para mi también lo seria, por eso ahora más que nunca.

 ¡¡¡ FORZA DEPOR !!!

Fdo: Carlos el pelijas.










  

miércoles, 13 de marzo de 2013

FC. BARCELONA 4 - AC MILAN 0. "HABEMUS" MESSI.

Lionel enseñó el camino hacia el gol, Villa y Alba le siguieron.
Mientras en Roma siguen buscando a quien sentar en la Silla de San Pedro, en el Barcelona lo tienen clarísimo. En este cónclave cardenalicio hay muchos papables, grandes purpurados con una obra larga y talentosa a sus espaldas que ayer predicaron el camino de la salvación con espíritu y firmeza, y la fumata salió blanca (con perdón) para el cardenal argentino. Un pequeño gran hombre, un pastor capaz de guiar a su pueblo hasta el mismísimo cielo, ayer lo hizo otra vez, un santo. Todo giraba en contra, hasta las agujas del reloj, pero lo de anoche es uno de los momentos donde tienen que brillar los elegidos. En una capilla Sixtina que ofrecía sus colores habituales más vivos que nunca bajo el lema “Som un equip”, que imagino que en latín vaticano querrá decir “Rossoneri, os vamos a reventar”, Lionel Messi predicó su evangelio y se elevó a los altares donde tanto le gusta estar y por donde hacía algún tiempo que no le veíamos. 

En cuanto escuchamos el Extra Omnes descubrimos con alegría que el coro estaba afinado y la orquesta sonaba compacta. Desde el principio los salmos que se derramaban por los muros del Camp Nou parecían capaces de obrar el milagro de convencer a los ateos más recalcitrantes, que en vista de los últimos tiempos, pecaban por falta de fe, una actitud muy humana por cierto. Nada más empezar, el papable Messi presentó su doctrina cuando se subió al púlpito de la frontal del área y entre cuatro jinetes de la Apocalipsis que le rodeaban, envió su palabra justo a la escuadra, Abbiati parecía un monaguillo, impotente, se quedó mirando para no perdérselo. El Barcelona empezaba así a lavar su pecado de soberbia cometido en el partido de ida en el que menospreció a su enemigo, que las cosas como son, ganó con justicia. 

Otros cardenales fueron tomando protagonismo, el de la Diócesis de Fuentealbilla, que derrochó genialidades con toques rápidos y recuperando balones junto con el purpurado Busquets. Ambos consiguieron estrangular el medio campo de los infieles que solo conseguían despejar el peligro a base de patadones. Intensidad, anticipación, coraje, talento,... los dogmas de esta fe tan particular se mostraban en todo su esplendor, se sentía el milagro en los vetustos muros del templo culé. Todos los cardenales oraban et laboraban bajo la batuta de otro brillante Prelado, un tal Xavi Hernández que en todo momento imprimió fluidez a un juego que los italianos eran incapaces de seguir, no se enteraban de la Misa la media. Quiso unirse a la celebración la Virgen de Monserrat, no podía faltar el toque épico. La Moreneta se dejó por un momento su precioso monasterio benedictino para darse una vuelta por Les Corts y recordarnos que somos humanos, pues fue su mano y no otra la que desvió al palo el remate de Niang tras un error de todo el cónclave, pues no se puede permitir un uno contra uno con el último defensa, Mascherano, que nos demostró que anda ya para pocas misas. Después la jugada terminó con Piqué tirándose al suelo para sacarla, hubo muchos ojos cargados de algún pecado capital que quisieron ver penalti, pero los milanistas ni lo pidieron, debe ser que ya se olían lo que se les venía encima, la cólera de Dios. Nuestro nuevo Papa les hizo exactamente lo mismo que en el minuto cinco. El Cardenal Iniesta robó el enésimo balón en el centro del campo y se la dio al argentino para que volviera a rodearse de infieles, la paró, miró, recortó, templó como un torero y la puso a dormir, zurdazo a la izquierda del monaguillo, inapelable, el cielo había recibido las plegarias. 

Ya se había remontado, ahora quedaba la exaltación final. Tras los breves ejercicios espirituales del descanso, todo seguía igual. Los infieles no sabían si lo que oían eran cantos gregorianos o la novena sinfonía de Ludwig Van Beethoven, el caso es que todo les sonaba a lo mismo, a drama, y no daban muestras de creer. Su fe era muy débil, solo confiaron en acochinarse en tablas como los toros malos y esperar que el destino les diera otra oportunidad que ya no les llegaría, no se la merecieron, no se arremangaron, no se puede pasear por Europa con ocho jugadores detrás del balón y confiar en rifar balones arriba, no es el camino verdadero. Por eso llegó la justicia divina. Quiso Dios que otro Papable, uno de los más queridos, un hombre que se ha repuesto ante múltiples dificultades en forma de lesiones o suplencias injustificadas, fuera el que le diera la vuelta a la eliminatoria. El Prelado Villa, uno de los grandes del Sacro Colegio del Barcelona, cuajó un partido digno de mención. 

El Padre Roura por fin parió una estrategia diferente al salir con un ariete puro que fijara a los centrales, y ese fue el Guaje, y en premio a su esfuerzo, llegó el apoteosis a través de sus botas. Una gran obra, todo al primer toque, una anticipación de Busquets, que fue el verdadero azote de los infieles, la metió para Iniesta en la frontal que se la dejó a Xavi de cara para ponérsela a un Villa desmarcado por la derecha, que controló con tiempo y espacio y la acomodó a su pierna buena y con el interior al segundo palo, a la jaula. Tres-cero, corría el décimo minuto del segundo tiempo cuando el Barcelona se saltó el quinto mandamiento con los Rossoneri, que Dios nos perdone. 

Los cimientos de la Catedral culé temblaban como un flan, se había conseguido, al Milán ya no le valía ni acogerse a Sagrado, ni una rogativa a los Corintios, era demasiado tarde y quedaba más de media hora. Cuando Abiatti el monaguillo sacaba el balón de su portería no se lo explicaba, apenas cuatro o cinco segundos antes la bola se alejaba de su área despejada al centro del campo, y es que los azulgranas estuvieron eléctricos. Era la cólera de Dios sin duda. Ya no se sufrió, el Milán a falta de un cuarto de hora se atrevió a buscar su gol con un Barça que se dejó querer confiado en que el cielo estaba con ellos. Solo unos minutos de dominio estéril, unos balones al área que algún peligro tuvieron pero que no exigieron apenas a la defensa, podían estar jugando dos horas más y no hubieran marcado. Espero perdonen mi soberbia pero después de lo que se había construido no se podía caer, no era justo y no se cayó, la fe en este equipo se había recuperado. Al revés, llegó la gloria. 

Ya en los últimos instantes el Papa Messi se anticipó y montó la contra final. Vio como por la banda se desmarcaba Alexis que había entrado en la segunda parte y para él fue el balón que centró a la frontal del área, a la espalda de la defensa, y allí apareció el Obispo Alba, con tanta fuerza como Sansón entre los filisteos, para controlar y batir por bajo al monaguillo Abatti que por fin vio la luz verdadera. Aleluya, Aleluya, atronaba el Mesías de Haendel. Fue el triunfo de la fe contra la cobardía, de la esencia contra el antifútbol, del hambre de gloria contra la vanidad, de la valentía contra la pusilanimidad. Triunfó de nuevo el Barça de tres delanteros, quizá esto se cobre una víctima en el bueno de Cesc. Mientras esperamos la gloriosa venida del patriarca Vilanova, el Barcelona se sacudió las pulgas como un perro mojado, han vuelto. En el catafalco el Milán y su fútbol roñoso y feo. Las Ramblas reventadas de gente al grito de Habemus Barça, habemus Messi. El purpurado argentino luce de nuevo brillante el anillo del Pescador de creyentes en este equipo.Amén. 

 FICHA DEL PARTIDO: 

Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano (Puyol, min.77), Sergio Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro (Adriano, min.83), Messi y Villa (Alexis, min.75). 

Milán: Abbiati; Abate, Mexes, Zapata, Constant, Ambrosini (Muntari, min.60), Montilivio, Flamini (Bojan, min.75), Niang (Robinho, min.60), El Shaarawy y Boateng. 

Goles: 1-0: Messi, min.5. 2-0: Messi, min.39. 3-0: Villa, min.55. 4-0: Jordi Alba, min.92. Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Mostró tarjeta amarilla a Boateng (min.22), Pedro (min.41), Flamini (min.46+) y Mexes (min.54).

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 94.944 espectadores, la mejor entrada de la temporada en esta competición.

 Fdo: Antonio Porlán.

domingo, 10 de marzo de 2013

RC. CELTA 1 - R. MADRID 2. GANÓ EL QUE TUVO A CRISTIANO.

Cristiano fiel a su cita con el gol.
Esperaban en Vigo a un Madrid revitalizado por el impulso que proporciona el viento a favor. La situación del equipo celeste es de esas en las que cada punto puede ser la salvación y cada derrota el descenso, sin embargo hoy no puntuó en un partido que podía haber ganado, perdido o empatado si no hubiese sido por que  Cristiano y Diego Lopez unieron sus fuerzas, mientras sus compañeros erraban ocasión tras ocasión, los porteros fueron los más destacados del partido, señal de lo entretenido que estuvo el encuentro.

Después de una semana de ensueño donde el equipo blanco salio vivo de donde le esperaba la "muerte", este llegaba con la confianza y el ánimo recuperado, era una semana de espinas de la que solo quedan rosas y todo un futuro por delante.

La alineación ya dejaba entrever descansos merecidos y oportunidades para aquellos que quieren ganarse minutos de los de reloj caro.

Comenzó el equipo vigués con el vigor del que sabe que en este tipo de partidos uno tiene más que ganar que perder, su liga es otra. Pronto probó a Diego Lopez, que al igual que el equipo ha salido reforzado mentalmente de esa semana fantástica, se mostró firme en todas sus actuaciones, solo un par de lunares de esos que tienen todos los que se dedican al duro oficio de la portería, como su homónimo Javi Varas que realizó un grandisimo partido, su lunar fue de los que afean, llegó tarde y realizo un penalti de los llamados tontos, Cristiano no perdonó tan craso error. 

El atrevimiento de los de Abel Resino provocó hasta ocho fueras de juego en los primeros diez minutos, el comentario era "en una de estas nos pillan" pero la osadía es lo que tiene, te suele dar disgustos pero de esos que dejan indemne la conciencia. Ellos saben que la salvación pasa por afrontarla con la mente limpia y convencidos de que ese es el camino, este equipo sabe jugar al fútbol y tiene un jugador de esos que te guían al propósito, Iago Aspas.

La primera mitad se partió en dos, los primeros 20 minutos fueron del equipo local que se dejó gran parte de su aliento y que no encontró el premio del gol porque otro gallego como Diego Lopez se lo impidió. Los otros restantes fueron de un Madrid que tardó en desperezarse pero cuando pone intensidad asusta, es un equipo contundente que hoy careció precisamente de eso, de contundencia, hoy el armamento era de fogueo, solo Cristiano manejaba munición de la que te liquida, este no conoce otra, es capaz de aniquilar con cariño, de matar llorando como le hizo a su Manchester, en el larguero dejó su primera muesca con un remate de cabeza.

A pesar de las ocasiones que tuvieron ambos equipos nos fuimos al descanso con el resultado inicial de 0-0, los porteros se fueron con cara de misión cumplida, los delanteros con misiones por cumplir.

La segunda mitad no cambió mucho su decorado, el partido se rompió definitivamente en lo físico,  en lo mental y hasta en la preocupación por la derrota,  parecía importarles más ganar que salir derrotados, total, a ninguno les trastocaba muchos los planes, los gallegos por que sabían que eran tres puntos de esos con lo que no se cuentan y los madrileños por que ya no hacen cuentas que les obliguen. Fue entonces cuando ambos cancerberos decidieron tornarse en los protagonistas con paradas de las que valen puntos.

El primer gol del partido lo marcó el de Madeira en un balón suelto en el área, mientras los demás piensan, el ejecuta. Inmediatamente después empató Iago Aspas con disparo que dio en Pepe y se envenenó, el veneno esquivó a Diego Lopez que solo pudo ver con impotencia como entraba el balón en su portería. Como ya comenté anteriormente el único error de Javi Varas le costó el gol que aniquilaba las creencias celestes, llegó tarde y derribó a Kaká dentro del área, el no quería, el penalti lo transformó Ronaldo.

El resto del partido solo sirvió para que los delanteros siguieran con su particular recital de fallos, Higuain tuvo la oportunidad de la noche en una contra de esas que tienen Copyright y que le dejo solo ante Varas, pero el pipa se encontró con muchos metros por delante y en ellos se fue dejando la confianza, todo lo tenia a favor pero él lo vio todo en contra. Después siguieron fallando Benzema, Higuain, Park...

Y así se nos fue un partido entretenido en el que podía haber ganado cualquiera pero que lo ganó el equipo que tuvo a Cristiano, un jugador que definitivamente pasa por su mejor momento desde que llegó al equipo de la capital, ya no tanto en lo físico como en lo anímico, su romance con el madridismo esta empezando a consolidarse y lo que era tristeza se ha convertido en felicidad.

FICHA DEL PARTIDO:

Celta: Javi Varas; Jonny, Túñez, Demidov, Roberto Lago; Álex López (Pranjic, m. 55), Oubiña; Augusto Fernández, De Lucas (Mario Bermejo, m. 60), Krohn-Dehli (Park, m. 81); y Iago Aspas. No utilizados: Sergio Álvarez; Cabral, Bellvís y Orellana.

Real Madrid: Diego López; Essien, Pepe, Albiol, Marcelo; Khedira (Xabi Alonso, m. 46), Modric; Callejón (Kaká, m. 65), Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Benzema, m. 65). No utilizados: Adán; Arbeloa, Carvalho y Morata.
Goles:0-1. M. 61. Cristiano. 1-1. M. 63. Iago Aspas. 1-2. M. 72. Cristiano, de penalti.
Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a De Lucas, Albiol y Javi Varas.
Unos 25.000 espectadores en el estadio Municipal de Balaídos.

Fdo. Carlos el pelijas.








FC. BARCELONA 2 - RC DEPORTIVO 0. UNA VISITA OPORTUNA

Villa celebra con Alexis el gol del chileno.
Si hay un momento en toda la temporada en el que el Barcelona hubiera podido elegir recibir en su casa a un colista prácticamente desahuciado, sin duda, ese era anoche. Como saben, los de Roura tenían necesidades importantes, rehacerse de los últimos palos y recuperar sensaciones que le aportaran la confianza necesaria para intentar la gesta que tienen la semana que viene en Copa de Europa, sin embargo, he dicho “que tenían necesidades” y qué quieren que les diga, las siguen teniendo, porque salvo cortar la racha de trece partidos encajando, poco más consiguieron. Solo una última jugada para la esperanza, un atisbo de aquella magia que enamoraba en el segundo gol de Messi, pero luego se lo cuento. 

El Depor se presentaba con cincuenta y un puntos de diferencia, y se fue a cincuenta y cuatro, a ocho de la salvación, además siendo el único equipo que no ha ganado fuera en toda la liga, las credenciales eran insuperables para el líder, por muy bajas que sean las horas que atraviesa. Seguramente por eso no hubo miedo para hacer rotaciones y se cambió a todo el equipo excepto Alves, Puyol y Cesc, el banquillo era una auténtica constelación de estrellas que el realizador nos enseñaba una y otra vez, seguramente igual de sorprendido que yo, parecía uno de aquellos partidos de la Fundación Hombre, y por lo que se iba viendo en el campo, también. Los primeros minutos fueron realmente espesos, una empanada infumable, el Barcelona no desperezaba y el Depor pasaba, ni quería el balón ni presionaba arriba, posiblemente intentó imitar al Milán pero nunca supo que hacer con la bola. Pueden creerme, en lugar de Pinto cualquiera de ustedes, o yo mismo, podríamos haber defendido ayer la puerta del Barça y el resultado hubiera sido el mismo, no así la del Depor. 

Poco a poco y conforme los de Roura se espabilaban empezó a destacar la figura del partido, Dani Aranzubía. El riojano primero le sacó una a Alves pegado a su palo, poco después, no se fue al suelo ante un Villa al que le sacó una mano milagrosa y que falló una clarísima ocasión, y tras el rechace, sacó el remate a bocajarro de Adriano. No fueron las únicas, en el veintidós un centro de Tello se envenena tras dar en un defensa y a contrapié hace la parada de la noche consiguiendo echarla al palo. Aranzubía era el único de los gallegos digno de jugar esta liga BBVA, porque hasta nuestro querido por todos Juan Carlos Valerón no tuvo su noche. Fue una jugada suya el único susto que se llevó la parroquia local, pero el pase atrás a Nelson le salió al central del Barça, que montó la contra y del posible cero uno nos fuimos al uno cero, topicazo pero cierto. 

El Depor había perdido el sitio atrás y sin oposición, Alves la puso al corazón del área para Alexís que solo como la una remató flojo pero colocado. El mejor del partido hizo un soberbio paradón y no se sabe muy bien si el balón entró en ese primer remate, pero se quedó muerta y de nuevo el chileno la remató a la red, su segundo gol en toda la liga ¡guau!

 Un detalle, tras quedarse la bola botando en la raya de gol ni un solo defensa deportivista intenta al menos estorbar, se quedan mirando. En ningún momento les interesó el partido o al menos confiaron en llevarse algo, aunque solo fuera buena imagen, aquello era un partido como aquellos del colegio, los de octavo contra los de quinto, ya saben quien es quien. 
El Barcelona había coleccionado un montón de ocasiones, con poco brillo pero llegaban, el Depor ni hacía faltas, dos datos para hacernos una idea de lo que era aquello, en el cincuenta se sacó el primer corner del partido y en el sesenta y cinco los visitantes cometieron su quinta falta del partido, menos chicha que en una frutería. 

La segunda parte fue como la primera pero con menos ocasiones, y además una extraña sensación, por un lado, la de que podrían haber estado jugando hasta el martes y el Depor no hubiera chutado a puerta, y por otro, la inquietud de que con un uno a cero no se cierran los partidos. Para hacerlo el Barça metió a Busquets, Iniesta y Messi, pero no se engañen, lo que pasaba era que el mister tenía más miedo que hambre pues puso un cuatro cuatro dos en el que por momentos Messi estaba tan atrás que se estorbaba con Busquets y Song. No eran buenas las sensaciones de cara al martes, si no se le podían meter dos al peor colista de la liga en veinte años, hacérselo al Milán, que es en lo que todos pensábamos, parecía una quimera, pero una gotita de esencia mojó nuestros labios. Una jugada eléctrica entre Messi y un Alexis que estuvo bien en líneas generales, nos alegró la noche, una pared al toque sobre un vuelo rasante del argentino de esos tan del gusto de la afición, y una definición final en forma de toque sutil y vaselina solo al alcance de unos pocos, lo más grandes. 

Por cierto ya saben lo de este hombre, cuarenta goles, diecisiete partidos de liga seguidos mojando, etcétera…Un motivo para soñar y partido cerrado ante algún que otro suspiro en la grada. Era el ochenta y siete. Con esto no nos vale, pero vamos a quedarnos con lo bueno, jugaron los suplentes, se recogieron los tres puntos, se vio algo de aquella magia, poquito pero ya era necesario y descansaron los que tienen que dar la cara el martes, …menos mal que delante estaba este Depor, aunque a los que le queremos, nos duele tanto verlo así. Una visita de lo más oportuna. 


 FICHA DEL PARTIDO:

 FC BARCELONA: Pinto; Dani Alves, Puyol, Mascherano, Adriano; Thiago (Iniesta min. 68), Song, Cesc Fábregas (Busquets min. 75); Tello, Villa (Messi min. 62), Alexis. 

DEPORTIVO DE LA CORUÑA: Aranzubía; Manuel Pablo, Aythami, Insúa, Silvio; Aguilar, Pablo Assunçao (Juan Domínguez min. 77), Gama, Valerón (Camuñas min. 62), Pizzi; Oliveira (Salomao min. 71). 

GOLES: 1-0, min. 38, Alexis. 2-0, min. 88, Messi. 

ÁRBITRO: Pérez Montero (Colegio Andaluz). Amonestó a Puyol (min. 70) y a Song (min. 83) por parte del F.C. Barcelona. Y a Abel Aguilar (min. 70) por parte del Deportivo de la Coruña. 

ESTADIO: Camp Nou, 69.000 espectadores. 


 Fdo; Antonio Porlán Arcos.

domingo, 3 de marzo de 2013

REAL MADRID CF 2 - FC BARCELONA 1. EL BARÇA SE BUSCA, EL MADRID SE GUSTA.

El capitán besó el escudo, él si puede.
El día amaneció gris o soleado en función de a donde uno mirara, pues algo así sucede el día después de cada clásico, esta mañana espesos nubarrones sobrevuelan las cabezas de los culés que son una primavera reluciente para los madridistas.
A la hora de la siesta, con un café bien cargado, Chamartín se vestía de blanco para recibir al más íntimo enemigo que dirían Sabina o Fito.

 El partido venía raro. Precedido del repaso de los blancos en Copa y con apariencia de intrascendente, porque a unos la liga ya no les preocupa y piensan en la Champions y a otros porque ya la tienen en el saco o eso creen. Todo el mundo calificaba al segundo partido del siglo de la semana como light, pero yo no me lo creí. No sé ustedes como lo ven, pero considerando el poco cariño que se tienen, por no utilizar otro término, no hay quien se crea esa falta de tensión, más bien parecía una venda donde aún no había herida porque nadie las tenía todas consigo y cada equipo llegaba con su propia cojera, unos pensando en reservarse y otros recordando lo del martes. No me lo creí además, porque para los blancos se presentaba una oportunidad fabulosa de volver a meterle los dedos en los ojos a los azulgranas, y aunque la liga siga inalcanzable, reivindicarse ante su gente y hacer más grave la crisis del vecino, lo que es muy del agrado de la parroquia; y por parte de los de Barcelona, la ocasión era que ni pintada para devolver el golpe de la Copa y lavar su orgullo herido, y siempre podrían haber presumido de, en cierto modo, ganar la liga en el Bernabéu pues hubieran supuesto diecinueve puntos.

Mourinho iba obligado. Necesitaba dar descanso a los más importantes por el viaje a Manchester y seguramente Benzemá se enteró de que no va a ser titular allí al verse ayer en el once. Por lo demás la alineación merengue, en la que de medio campo hacia arriba era de lo más circunstancial, nos mostró a Essien de lateral y a Pepe haciendo de Khedira, mordiendo en la zona de creación. Últimamente en los clásicos, el Barcelona se ha empeñado en ensalzar los jóvenes valores del Real Madrid, ayer fue el turno de Morata que a los cinco minutos nos espabiló, ya no pedimos otro café. El canterano fue de lo mejor, siempre llegando y liando a una defensa azulgrana en la que ya es costumbre que Alves cierre excesivamente, Mascherano lo intente con honradez pero sin éxito y Piqué se tenga que multiplicar hasta el punto de verse desbordado, es lo que viene pasando. Morata con una finta le sacó un metro a Alves, suficiente para poner un balón perfecto a Benzemá que solo tuvo que empujarla libre de marca porque Mascherano no quiso perderse el pase y se quedó viéndolo venir. Uno cero.

Las vergüenzas del Barça al desnudo y contra los suplentes. Y volvimos a lo de siempre. El Madrid consiguió asfixiar el centro del campo, Messi tenía a nueve de blanco por delante, sin contar al portero que iba de negro, cada vez que la tocaba, y el partido se puso donde lo quería cualquier madridista, el Barça incapaz de pasar como siempre por en medio y el Madrid para qué va a atacar si ya va ganando. Entonces sucedió, una jugada me sorprendió profundamente. Contemplé con sorpresa un desmarque de ruptura del Barcelona ¡Díos mío! Llevaba semanas sin verlo, ni en Milán, ni en el Camp Nou,… un balón detrás de la defensa, todavía se acuerdan. Sarcasmos aparte, la única vez que el Madrid dejó unos metros a su espalda apareció Alves para ponérsela a Messi que le organizó un Dos de Mayo a Ramos empatando, uno a uno, era el diecisiete, parecía que el partido al menos no era malo.

 Me van a permitir el pequeño homenaje a Leo Messi, igualó a un tal Alfredo Di Stéfano en los clásicos con dieciocho dianas, son ya doscientos ocho con el Barcelona y treinta y nueve en esta liga, es una barbaridad.

 Tras el gol visitante el Madrid respondió con cierto coraje, el que permite que sean Kaká o Modric los que tengan que tirar del carro, era un querer y no poder, hasta que le caía a Morata. Es de punto y aparte el partido de este joven, peleó, provocó, estuvo incansable y fue de largo el mejor de los blancos disponiendo de las mejores ocasiones. Sin embargo, a la media hora, ya me había tomado el segundo café. El Barça intentaba sacarle los colores al Madrid tocando y tocando la bola, al fin y al cabo se jugaba el en Bernabéu, pero los de casa se sabían ese cuento y no cayeron en la provocación, todo vale por ganar y el público así lo entendía, al descanso el Barça tenía casi un setenta por ciento de posesión, un disparate. No nos engañemos, el partido era flojo la verdad, insípido como una cucharada de manteca, se conoce que hubo cabezaditas en el descanso.

 La segunda parte comenzó con Cristiano calentando en la banda lo que despertó al aficionado local que confiaba en que cambiara algo, lo que fuera. Como muestra de lo que estábamos viendo en el minuto cincuenta y tres se sacó el primer corner de todo el partido. Además, el Barcelona parecía llevar más peligro por una jugada de Alves que la puso al segundo palo al que no llegó rematador por poco y otra de Villa, que peleó como un jabato y entretuvo bastante a la defensa blanca, que le sacó Varane en un esfuerzo descomunal llegando donde solo los elegidos pueden hacerlo, este chico crece por minutos y ya es muy grande. Entonces, cuando la cosa se estaba tiznando para el Madrid, entraron Cristiano y Khedira y cambiaron el panorama. La sola presencia del portugués se está convirtiendo en la misma obsesión que hasta hace poco era la de Messi o en su día la de Ronaldinho, y es que no había pasado un minuto cuando en el primer balón que tocó le sacó una amarilla a Piqué. Además de esta, lanzó dos de sus misiles de libre directo y entró como un cuchillo caliente en una tripa de sobrasada (me gusta más que la mantequilla), llegando a rematar arrancando desde el centro del campo entre tres jugadores del Barça. Tremendo.

 El Madrid encerraba a su oponente como una hiena en la sabana, ustedes me entenderán, por cierto que a los ñus solo se les ocurrió meter a Alexis, la suerte estaba echada. Cuando Roura se destapó con un cambio competitivo pero contra-natura, según la filosofía de la casa, amarrategui como se dice en el bar donde desayuno, Adriano por Pedro, se ejecutó la sentencia.

 Ramos de soberbio cabezazo a la salida de un corner puso en pie al estadio. Dos uno a balón parado, una vez más Piqué desbordado, golazo por cierto. Después el Madrid se gustó, Cristiano hizo puntería a la cruceta, generó peligro y controló a placer a un Barcelona que ayer mostró de nuevo sus carencias, como viene siendo costumbre en esto de los clásicos en los que ha ganado solo uno de los ocho últimos. En el descuento llegó el triste consuelo para el Barcelona. Ramos cometió un penalti claro que el árbitro no vio y se lió. Rodilla contra rodilla, le trabó la pierna a Adriano con la que iba a apoyarse en carrera y no se pitó nada. Es un triste consuelo porque el Barça siempre pensará que pudo haber puntuado, hay a quien echarle la culpa aunque solo sea en parte, hay chivo expiatorio, pero no deja de ser triste porque la realidad es que terminaron palmando.

 El Barça ni está ni se le espera, y eso es muy grave. Al término del partido Roura pedía un voto de confianza que va a ser muy largo, hasta abril que dicen que vuelve Vilanova, pero más le vale que traiga algo pensando porque tiene mucho trabajo. El Barcelona necesita como el comer reinventarse, variar el rumbo. Se busca al Barcelona, es un equipo que juega como los ángeles que visten de azul y grana y en ocasiones disfrazados de calippo de naranja. Si alguien los ha visto que avise. El tópico al que no me puedo resistir es el del puente aéreo. Hace apenas unas semanas leíamos en este blog que por una vez mereció la pena ser ciego en Granada (el maestro Pelijas en referencia al Granada 1 Madrid 0). Pues bien, en efecto, la crisis tomó el puente aéreo o el AVE, pero el caso es que ayer el madridismo vivió una fiesta. La sensación de que el Barcelona era impotente por completo, una vez que entró el astro portugués y uno de los centrocampistas titulares, permitió que en toda España muchos aficionados merengues se tomaran su espirituoso favorito paladeándolo tranquilos, disfrutándolo, gustándose.

FICHA DEL PARTIDO:


Real Madrid: Diego López; Essien, Varane, Sergio Ramos, Coentrao (Arbeloa, m.69); Pepe, Modric; Callejón, Kaká (Khedira, m.58), Morata; y Benzema (Cristiano Ronaldo, m.58).
Barcelona: Víctor Valdés, Alvés, Piqué, Mascherano, Jordi Alba, Sergio Busquets, Thiago, Iniesta, Pedro (Adriano, m.77), Messi y Villa (Alexis, m.67).
Goles: 1-0, m.6: Benzema. 1-1, m.18: Messi. 2-1, m.83: Sergio Ramos.
Árbitro: Pérez Lasa (comité vasco). Amonestó a Sergio Ramos (52), Coentrao (62), Morata (68) y Arbeloa (92) por el Real Madrid, y a Alba (55), Piqué (58), Thiago (64), Alves (90) e Iniesta (93) por el Barcelona. Expulsó a Valdés con doble amonestación con el partido acabado por protestar insistentemente.
Incidencias: encuentro correspondiente a la 26ª jornada de la Liga BBVA, celebrado en el estadio Santiago Bernabéu lleno, con la presencia de 83.500 espectadores. Estuvieron en el palco de honor, entre otras personalidades, el exfutbolista Diego Armando Maradona y el seleccionador francés Didier Deschamps.

Fdo: Antonio Porlán.