La jugada que pudo cambiar el partido. |
Con esos antecedentes la gente asistía a un Camp Nou que cada vez pierde más adeptos con la esperanza de que su equipo despertase de esa eterna pesadilla futbolística con la que le está obsequiando esta temporada. La afición está ávida de que el equipo comience a darle alegrías para recuperar la fe en los suyos ante el desencanto generalizado que está viviendo en la presente temporada y que está provocando que en cada cita se vea más vacío el Camp Nou. Porque el conjunto azulgrana, exceptuando pequeños momentos en algunos partidos de la temporada, se está mostrando como un conjunto muy viciado, de lentos movimientos, sin ese hambre que antaño mostraba presionando armónicamente a su rival hasta asfixiarlo, sin chispa en ataque más allá de las galopadas de Pedro y el pundonor de Alexis Sánchez, muy blando atrás concediéndole demasiado a sus rivales (si bien estos no siempre lo han aprovechado) y con unas lagunas enormes de concentración que le hacen irse mentalmente de los partidos desconectándose de ellos en muchas fases. Sin duda un conjunto de signos muy preocupantes en unos momentos en los que se comienzan a decidir los títulos afrontando la liga y las eliminatorias en Copa y Champions. Por su contra la Real hacía acto de presencia con el fin de borrar su mala imagen de días atrás intentando demostrar que lo de ese día había sido un accidente y que está capacitada para intentar dar la sorpresa ante uno de los grandes con su fútbol lleno de frescura y energía, recuperado tras el varapalo de su mala fase de grupos en la Champions en la que cayó eliminado, con jugadores como Griezman, Xabi Prieto (elogiado por el Tata) y Carlos Vela liderándoles en la parte ofensiva y con Iñigo Martínez, jugador siempre vinculado a los grandes del fútbol nacional, en la defensiva como su principal baluarte.
Lejos de volver a alinear un once con muchas rotaciones, como había sido habitual hasta las semis, el Tata decidió poner prácticamente al once de gala donde solo únicamente Pinto es suplente habitual en partidos ligueros y de champions mientras que la Real si rotaba a los suyos. Con ello, el técnico argentino quiso dar confianza a los teóricos titulares a fin de que pudiesen recuperar confianza y sensaciones, ante su público, en unos momentos en los que el equipo va a ser examinado con lupa al llegar el tramo de la temporada en la que se comienzan a decidir los títulos. En la primera parte la Real salió con un 5-3-2 con dos carrileros de largo recorrido atrás a fin de acumular gente en la zona defensiva apoyándose con el trivote para cerrarle los espacios por el centro al Barça obligándole a atacar por fuera. Mientras tanto, ofensivamente, dejaba descolgados arriba a Griezman y Vela intentando sorprender con su habilidad y velocidad a la muy adelantada defensa azulgrana buscando los espacios que estos dejaban atrás, ante las subidas de Alves y Alba por ambos costados, con Busquets apoyando a Masche y Piqué en las coberturas. Ese efecto embudo provocó que la Real viviese cómoda obligando al Barça a colgar balones desde los extremos intentando aprovechar algún rechace, pues sabido es que el Barça no tiene una referencia fija arriba que domine el juego aéreo para sacar provecho de ese tipo de jugadas en primera instancia.
Tras un susto inicial a los dos minutos donde Vela dejó en evidencia a la descolocada zaga local obligando a lucirse a Pinto con un trallazo desde la frontal...A punto estuvo de sorprender el Barça aprovechándose de esos rechaces en los minutos 11 y 12 en sendas jugadas en las que Pedro y Alexis, respectivamente, hicieron lucirse a un Zubikarai que se encargaría de demostrar que no todos los metas suplentes iban a ser tan amigos como el meta del Levante, Julio Jiménez, en la anterior eliminatoria copera. Con posterioridad a ambas ocasiones el partido seguiría por los mismos derroteros con el Barcelona siendo dueño de la posesión moviendo rápido el balón ante una Real muy bien colocada que no sufría agobios y que hacía sonar el run-run en las gradas locales cada vez que intentaba lanzar una contra. La grada estaba inquieta viendo como sus delanteros no aparecían con un Messi que se perdía entre la maraña visitante y un Alexis que volvía a mostrar sus limitaciones viéndose que cuando no le sonríe la fortuna, como en su centro acabado en gol contra el Valencia, es un jugador muy limitado ante defensas cerradas atrás y sin espacios para aprovechar su poderío físico convirtiéndose simplemente en un bregador mostrando su pundonor a la hora de presionar o intentar abrir espacios con sus desmarques.
Una muestra de que Leo no estaba en el partido fue cuando en el minuto 25 desperdició un doble remate totalmente solo ante Zubikarai no volviendo a aparecer con posterioridad hasta el minuto 38 cuando saco a relucir su calidad, en una jugada a balón parado, estrellando un impecable lanzamiento de falta en el larguero. La primera parte estaba tocando a su fin y la afición se estaba preparando para irse a tomar un aperitivo que le sacase el mal sabor de boca cuando de pronto, en el minuto 42, la Real lanzó una contra que habría resultado mortal de no ser porque el colegiado José Luis González González y su juez de línea no vieron un hábil agarrón de Macherano a un Carlos Vela que acabaría rematando forzado haciéndose lucir a Pinto con una intervención providencial del portero del Barça evitando el 0-1. La fortuna le había sonreído a los azulgrana en una jugada que tendría que haber sido castigada con penalty y expulsión de un Mascherano que ya había sido amonestado previamente con una amarilla en otra jugada. Y es que, sin duda, esa jugada habría cambiado la dinámica del partido pudiéndose adelantar la Real jugando ante un rival que se hubiese quedado con 10 jugadores en el campo. Un minuto después del susto, en el 43, Sergio Busquets recoge un balón dentro del área después de un córner y aprovechándose de un rechace logra batir a Zubikarai, en una jugada embarullada, marcando el 1-0 con el que se llegaría al descanso. Paradójicamente esa jugada provocaría que fuese la Real quién se quedase con 10 ante las protestas posteriores al mismo de un Iñigo Martínez que vería la roja directa por reclamarle al colegiado de malas maneras el penalty a Vela en la jugada previa al gol culé.
Tras llegarse al descanso, lejos de amilanarse al jugar con uno menos, la Real comenzaría el segundo tiempo jugando un 4-4-1 reorganizándose. Con Griezman bajando a la medular, colocándose pegado a banda izquierda, y dejando solo a Vela en punta la Real estuvo a punto de resistir hasta el final del encuentro haciendo bueno el dicho de Helenio Herrera de que "con 10 se juega mejor que con 11". Porque el Barça, lejos de sacar el colmillo buscando acabar con su rival para finiquitar la eliminatoria, apenas inquietaba mostrándose como un equipo acomodado que se confiaba dejando pasar los minutos aprovechándose de los posibles errores de un adversario que con un jugador menos podría empezar a pagar el esfuerzo físico. Los minutos pasaban y el error llegó en el minuto 59. Fué un error incomprensible, digno de patio de colegio, cuando Alexis Sánchez recogía un pase en profundidad de Cesc yéndose con muchos metros por delante para rematar al palo derecho. En esa jugada, tras el rechace del palo, Elustondo y Zubikarai se hicieron un lío y es que el defensa, con muchos metros por delante para sacar el balón con calma, despejaría incomprensiblemente hacia el centro del área volviendo a meter en ella un esférico que se colaría en la portería dándole el 2-0 al Barça al impactar este, ante la sorpresa de su compañero, en el rostro del meta que en esos momentos se encontraba levantándose y girándose viéndose así sorprendido. Surrealista. De ahí al final del partido, cambios aparte, lo más destacado fueron tres escasas ocasiones de color azulgrana sin que el resultado sufriese modificaciones y donde sus protagonistas fueron Pedro y Messi. Mientras el canario aparecía en el minuto 68 rematando de primeras, cerca de la escuadra izquierda, un balón colgado al área de Alexis y en el 84 lanzando un disparo desde fuera del área con efecto que saldría rozando el larguero.. Leo haría lucirse nuevamente al meta Zubikarai culminando la jugada con una volea que desviaría el realista a córner.
Con ese resultado de 2-0 finalizaría un encuentro que premiaría a los culés con un excesivo botín para los méritos contraídos siendo este un choque que acrecentó aún más dudas en el entorno culé. Y es que en algunas fases del mismo el público asistente obsequió al equipo con pitidos mostrando así su disconformidad por el fútbol desplegado. Porque día a día el aficionado está empezando a perder la paciencia viendo como transcurren los partidos sin que el equipo muestre una evolución positiva y observando los acontecimientos extradeportivos que está viviendo el club institucionalmente aumentándole así su crispación.
FICHA TECNICA:
FC. BARCELONA: Pinto; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi, Cesc (Tello min. 85); Alexis (Iniesta min. 74), Messi y Pedro.
REAL SOCIEDAD: Zubikarai; Zaldua, Mikel González (Carlos Martínez, min.19), Ansotegi, Iñigo Martínez, José Ángel, Elustondo, Gaztañaga, Zurutuza, Griezmann (Seferovic, min.83) y Vela (Canales min.73).
ÁRBITRO: González González (Comité castellano-leonés). Mostró tarjeta amarilla a Sergio Busquets (min.26), Mascherano (min.36), Vela (min.44), Eloustuondo (min.57), Gaztañaga (min.63), Messi (min.74) y Zaldua (min.90) y expulsó a Ínigo Martínez con roja directa (min.44).
GOLES: 1-0: Sergio Busquets (min.43). 2-0: Zubikarai, min.60 (p.p.).
INCIDENCIAS: Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 38.505 espectadores.
Fdo: Jesus Martinez.
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