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Fdo: Carlos el pelijas.

miércoles, 19 de febrero de 2014

MANCHESTER CITY 0 - FC. BARCELONA 2. EL BARÇA COMPRA MEDIO BILLETE A CUARTOS.

La fidelidad venció a la traición a unos ideales.
Era la noche de un martes de pasión, volviendo la máxima competición, produciéndose en octavos un duelo sin parangón. City vs. Barcelona, Barcelona vs. City, disputaban el primero de dos grandes encuentros acudiendo sus aficiones en grandes concentraciones a aquellas instalaciones donde fuese posible contemplar, con gran expectación y nervios, un choque entre dos transatlánticos del fútbol europeo, citándose los dos máximos goleadores de Europa en un enfrentamiento que prometía ser muy intenso, jugándose a un ritmo alto y disputándose el dominio del balón. Frente a frente estaban el máximo exponente de un estilo que ha marcado época, en estos últimos años, y un equipo británico que aspira a copiar su exitoso modelo. Recordemos que para ello el City ha fichado a ex.directivos barcelonistas, a un entrenador con buen gusto por el fútbol ofensivo, y a jugadores técnicos como Silva, Yaya Touré, Nashri, Jovetic, Navas y Kun Aguero como sus grandes figuras acompañadas por otros no exentos de técnica pero de características más físicas como Negredo o Dzeko formando así un equipo ofensivo y poderoso. Con esos ingredientes sus fieles se ponían en pie, aguantando pocos sentados, mientras contemplaban a los suyos saltando al terreno, formando y escuchando el himno de la Champions en el minuto previo al inicio del mismo. 

El juego de niños había acabado, pues lejos habían quedado las aburridas liguillas previas que a ambos habían clasificado. El momento de la verdad se acercaba. Ahora ya no hay lugar para el error sin que este suponga una gran penalización que pueda costar la clasificación provocando la eliminación. El recinto vibraba, destilando un ambiente de aroma a gran batalla, haciéndonos recordar esos tiempos pasados en los que las aficiones rivalizaban entre sí, desde el respeto al oponente, intentando ganar el combate animando a su equipo con cánticos originales y nada soeces. Porque desgraciadamente el fútbol actual se ha convertido, cada vez más, en un reducto de indeseables en el cuál habría que endurecer las medidas condenando duramente y sin tapujos a todos aquellos que van cometiendo actos vandálicos con total impunidad. No hay más que ver los ejemplos de los últimos casos vividos tanto a nivel nacional con el mecherazo a Cristiano y el bote de gas lacrimógeno en Villarreal como otros, a nivel mundial, con los casos vividos en estadios argentinos, el último tirando a un perro al césped, o en otros países como Italia suspendiéndose partidos por insultos racistas. Lamentable. 

Con los ánimos recargados, tras sus últimos grandes resultados, ambos se retaban saliendo con el cuchillo entre los dientes con un Barça deseoso de demostrar que aún puede seguir logrando grandes cosas, marcando territorio, y un Manchester City, muy motivado, que utilizando el lema del "yes, we can" quería ofrecer al mundo una imagen de nivel mostrando que, más allá de ser una institución económicamente muy poderosa, también tiene detrás de sí un proyecto deportivo consolidado con el que quiere borrar la mala imagen de sus fiascos europeos en los últimos años. Con un talón de aquiles común, la defensa, estaba por ver quién lograría minimizar mejor sus lagunas. ¿Sería capaz el Barça de conseguir que la estrategia rival en el juego aéreo, mediante jugada o balón parado, no se convirtiese en "estragedia"?. ¿Lograría conseguir el City que la velocidad de los atacantes barcelonistas no se impusiese a sus defensores centrales, dejándoles en evidencia, al buscarles la espalda?. El reto estaba ahí para ambos y la expectación era máxima por ver quién taparía mejor sus carencias. 

En los prolegómenos del encuentro comenzaba una partida de ajedrez en la que dos técnicos como el Tata y Pelegrini, tan buenos oradores como malos transmisores de emociones, mostraban sus piezas a sabiendas de que, probablemente, no se lograría un resultado decisivo para la eliminatoria en la ida. En el tablero el Tata colocaba a los cuatro jugones en la media (Busquets, Xavi, Cesc e Iniesta) para intentar llevar la iniciativa renunciando a Pedro y metiendo únicamente a Alexis como extremo puro para presionar la salida de balón del rival y acompañar arriba a un Messi que tenía la espina clavada de no haber marcado nunca en campo británico en una eliminatoria champions. Por contra, Pelegrini sorprendía con su planteamiento inicial renunciando a peones como Nashri o Jovetic para intentar jugarle de tú a tú al Barça robándole la posesión o, en su defecto, no colocando a Javi García para formar un trivote defensivo que lograse darle a los suyos una rápida salida de balón desde atrás, permitiéndole más libertad a Touré en ataque para descolgarse cubriéndole las espaldas Fernandinho y el jugador español con Silva tirado a banda izquierda. En su lugar la apuesta fue el lateral zurdo Kolarov colocándole en la izquierda de la media para auxiliar a los cuatro de atrás en tareas defensivas, tapándole los espacios al chileno Alexis y las subidas de Dani Alves, e intentar sorprender en ataque subiendo por su carril colgándole balones a un Negredo que buscaría aprovecharse de la debilidad de los culés en el juego por arriba ante Piqué y Mascherano. 

El partido comenzaba y el Barça se imponía controlando la posesión ante un City que intentaba asfixiarle ejerciendo una presión muy alta y cerrándole bien los espacios atrás mientras esperaba su momento para robar y salir rápidamente a la contra buscando la velocidad de Navas y Kolarov. Con el paso de los minutos el Barça lograba acercamientos al área pero sin crear ocasiones. De hecho la primera ocasión del partido la tuvo Negredo en el minuto 19 cuando, tras recibir de Silva, controló ante Piqué, encaró a Valdés y acabó rematando casi sin ángulo paseándose su disparo por delante de la línea de gol. Tras ese susto para la parroquía barcelonista el equipo azulgrana pareció bloquearse viviendo unos minutos de zozobra cediéndole el dominio a un conjunto británico que a punto estaría de aprovechar, en el minuto 25, el típico regalo con el que el Barça obsequia a sus rivales en cada partido. Fue en una jugada en la que Valdés se come un centro lateral, rematándolo Kompany casi con la espalda, quedando el balón lo suficientemente bombeado como para que el portero azulgrana rectificase su error y terminase blocando el esférico ante la presencia de Touré. La grada comenzaba a rugir viniéndose arriba motivada por el arreón de los suyos poniendo contra las cuerdas a su rival. Fue entonces cuando el Barça empezó a despertar de sus minutos de letargo volviendo a la carga. Corría el minuto 28 cuando se producirían unas manos claras en el interior del área de Clichy, tras un centro desde la derecha, que omitieron el colegiado y sus asistentes no señalando penalty. Posteriormente, en el minuto 33, sería cuando los culés tendrían su primera gran ocasión con Xavi obligando lucirse al meta citizen Hart tras enviar un potente disparo desde la frontal del área. Desde ahí hasta el final de los primeros 45 minutos el esférico volvería a ser controlado por los barcelonistas, buscando la profundidad, siendo un partido muy intenso sin demasiadas ocasiones de gol más allá de un par de acercamientos, sin peligro, rematados de cabeza por Negredo. 

Tras el gran respeto mutuo de ambos en la primera mitad la segunda comenzaba de forma muy diferente yendo ambos a tumba abierta. El City salía moviendo el balón asumiendo riesgos ante un Barça que presionaba viviéndose así una salida totalmente contraria a la que había acontecido en el primer tiempo cambiándose las tornas entre ambos y con un Negredo que seguiría poniendo en apuros a la zaga culé. Con el partido yendo por nuevos derroteros llegó el minuto 53 y con él la gran polémica en una jugada que cambiaría el signo del encuentro. Fué una jugada en la que el Barça recuperaba un balón en una acción en la que los británicos pedían falta sobre Navas de Busquets y en la que se lanzaría una fulgurante contra enviándole un balón en profundidad a un Messi sobre el que los británicos también reclamarían posición ilegal aduciendo que estaba por detrás de Demichelis, último defensa, cuando recibió para encarar al defensa. Esa jugada provocaría la expulsión de Demichelis señalando, además, penalty el colegiado tras derribar claramente este al rosarino en las proximidades de la línea del área local cayendo así Leo en el interior de ella incitando así al error del árbitro señalando el punto fatídico en lugar de falta en la frontal. Penalty y 0-1 en favor de los azulgrana marcando Messi desde los once metros. A partir de entonces, con un jugador más, el Barça buscaría urgar en la herida de su contrincante convirtiéndose Alves en la mayor amenaza ofensiva tras la salida del campo de un Kolarov, sustituído en el minuto 57, que había dejado su lugar en el césped al central Lescott para ocupar este último el puesto del expulsado Demichelis. Pasaban los minutos y el dominio visitante se hacía cada vez más evidente con muchos acercamientos y grandes ocasiones para Xavi, en el 67 disparando alto en un remate franco desde la frontal recibiendo de Alves, y para Dani Alves, en el 68, tras hacer una pared con el chileno Alexis internándose por el pico derecho del área encarando al meta Hart y saliendo su disparo ligeramente desviado a la derecha de la portería del City rematando a efecto cambiado saliendo este hacia fuera, yéndose por la línea de fondo, en lugar de coger portería. 

El Barça dominaba pero no remataba la faena, cerrando el partido, mientras el City intentaba revolverse, cual fiera herida, buscando hincarle el diente a su adversario. A punto estuvo de conseguirlo el conjunto británico que posee más españoles en sus filas cuando en el minuto 77 se producía un gran control con el pecho de Silva. Tras él, el jugador canario con apellido de astro brasileño, lanzaría un seco y duro disparo de volea que detendría Valdés blocándolo abajo en una gran intervención. Con posterioridad a ese aviso citizen, el colegiado cometería su tercer error del partido al anular en el minuto 80 un gol al Barça por fuera de juego inexistente de Cesc al recibir este un pase de Xavi y cederle el balón a Piqué marcando este el 0-2. La afición azulgrana contemplaba con impotencia y nerviosismo como su equipo no daba logrado cerrar el partido aprovechándose de su superioridad numérica y futbolística logrando un resultado más cómodo para afrontar con más calma el partido de vuelta. Por ello el corazón se les volvería a colocar en un puño cuando Valdés volvía a intervenir acertadamente, en el minuto 82, en una ocasión en la que detendría un remate de Dzeko en una jugada que el árbitro anuló tras señalar falta del bosnio sobre Piqué al controlar el balón en el área desplazando el delantero al defensa con el brazo. La jugada había sido anulada pero el susto no se lo quitaba nadie a la parroquia barcelonista. Increíblemente en los últimos minutos, con un jugador menos, el City comenzaba a encerrar al barcelona asediándolo haciendo lucirse nuevamente a Valdés cuando en el minuto 87 desviaba lo suficiente, con la yema de los dedos, un centro al segundo palo de forma que no alcanzase a rematarlo Dzeko por escasos centímetros. Con un City volcado al ataque buscando el empate, dejando espacios atrás y arriesgándose a ser sorprendido en alguna contra, llegó el 0-2 con Alves volviendo a asomarse en ataque. Corría el minuto 89 cuando se produciría una jugada con sabor a "jogo bonito" brasileiro realizando una pared con Neymar devolviéndole el 11 azulgrana el esférico a Dani para que este marcase gol tras dejar a Lescott en el suelo y metiéndole el balón por debajo de las piernas al meta Hart firmando así un gran encuentro, recordándonos a aquél lateral ofensivo que antaño lucía con más regularidad. Era la sentencia del partido, logrando la mitad del billete para cuartos, y un golpe muy duro para un City al que se le complica mucho la eliminatoria teniendo que remontar un resultado tan adverso en campo contrario y más viendo como afrontó el encuentro de hoy atenazado por la responsabilidad de querer demostrar que lo de años anteriores había sido un accidente, apareciendo solo en los últimos diez minutos, y creando algunas ocasiones en jugadas aisladas durante el resto del encuentro motivadas más por la calidad y coraje de sus jugadores que por su juego colectivo. Por ello mucho van a tener que cambiar los papeles si quiere poder eliminar a un conjunto azulgrana que ha vuelto a tener a un gran Valdés, un Iniesta en forma, un Xavi más activo y un Alves estelar acompañando a un Messi que apareció lo justo y necesario ayudando a decidir un duelo más digno de semifinales o de cuartos que no de octavos por la entidad de ambos clubs. 


FICHA TECNICA:


MANCHESTER CITY: Hart; Zabaleta, Kompany, Demichelis, Clichy; Fernandinho, Yaya Touré, Jesús Navas (Nasri, min. 57), Kolarov (Lescott, min. 57), Silva y Negredo (Dzeko, min. 73). 

FC BARCELONA: Víctor Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Sergio Busquets, Xavi, Cesc (Sergi Roberto, min. 85); Alexis (Neymar, min. 73), Messi e Iniesta. 

ÁRBITRO: Jonas Eriksson (Suecia). Mostró tarjetas amarillas a Negredo y Kolarov, por parte 'citizen', y a Dani Alves y Mascherano, por parte blaugrana. Expulsó a Demichelis con roja directa (min. 52). 

GOLES: 0-1, min. 54, Messi, de penalti. 0-2, min. 89, Alves. 

INCIDENCIAS: 46.033 espectadores en el City of Manchester, nombre oficial del Etihad Stadium en partidos de Champions League.

Fdo: Jesus Martinez.

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