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Fdo: Carlos el pelijas.

jueves, 11 de abril de 2013

FC BARCELONA 1 - PARIS SAINT GERMAIN 1. EL CID Y LA SEXTA.

Aqui comenzó la remontada.
Cuenta la leyenda que el Cid Campeador amedrentaba de tal manera a los moros (1) que ganaba batallas atado a Babieca una vez muerto. No es el caso, no está muerto, solo está cojo, pero al igual que Rodrigo Díaz de Vivar, la sola presencia de Messi bastó para que las hordas parisinas replegaran velas y terminaran sacando el balón de su portería, de dentro, dando el pase a la sexta semifinal consecutiva del Barça - tela. 

Yo creo que casos como el de Maradona del mundial de Méjico, esto es, un tipo tan deslumbrante que gana un mundial prácticamente solo (y que me perdonen sus compañeros), ya no se pueden ver porque el fútbol ha cambiado mucho, tanto en el físico como en la táctica, pero lo de anoche debe ser lo más parecido que todavía nos podemos encontrar. Las estadísticas, datos objetivos y fríos, dirán que Messi jugó más de media hora y desequilibró el partido, pero ustedes como ya saben no fue así, jugó mucho más, otra cosa es que corriera. El argentino comenzó a cambiar el partido a los dos minutos de que el PSG marcara. Cuando más felices se las prometían los franceses, después de culminar un contragolpe de esos que dicen que hay que enseñarle a los niños en las escuelas, El Cid se quitó el chándal y empezó a trotar por la banda y hay quien dice que entre los gritos de la grada se oía el castañetear de dientes de los moros. El Camp Nou rugió, quedaba esperanza porque sinceramente pintaban bastos. La verdad es que los moros se nos habían subido a las barbas ya desde el principio. 

Hay que reconocer que la batalla fue sin cuartel en cuanto comenzaron las hostilidades, ya en el primer minuto cantamos un gol por un libre directo de Xavi al lateral de la red que se fue por un palmo, las tropas de Platiní, digo los moros, respondieron en el acto con un tiro lejano de Lavezzi y a partir de ahí el partido se convirtió en un ir y venir de una portería a otra. Las ocasiones olían a peligro y daba la sensación de que eran dos equipos que atacaban mejor que defendían. Por el bando culé muy pronto comenzaron a tomar protagonismo Iniesta, comandando los ataques, y Valdés, que en especial le sacó otra vez a Lavezzi un uno contra uno al estilo Casillas en Johannesburgo. Poco a poco los franceses inclinaban un poco la balanza a su favor, posiblemente por el mal día de uno de los jugadores más seguros y constantes de la liga, Busquets. 

En esta primera parte, por la presión y colocación del PSG, el Barça cometió varios pecados imperdonables en semifinales de Champions en forma de pérdidas de balón en zonas peligrosas y hubo suerte de que no tuvieran mayores consecuencias. Sufrimos por momentos con las acometidas de Lucas Moura, es una bala este tipo y Pastore, pero llegamos al descanso sin que se moviera el marcador, con la mosca detrás de la oreja y con los moros muy animados. 

El run run que se respiraba en la grada era de cierta intranquilidad. Hay que reconocer que con el cero a cero la situación favorecía y se esperaba que en algún momento el PSG se volcará a tumba abierta a por el Barça, pero no les hizo falta. Montaron un contragolpe, con la suerte de que Adriano que era el que podría haberlo parado, ya había visto amarilla y no se jugó la ducha antes de tiempo, dejó la jugada para que Pastore terminara batiendo a Valdés en su salida. Terror. Al soci se le apretaba el trasero al asiento porque notaba como le bajaba el sudor de la espalda a donde se termina. Pero el miedo cambió de lado como el viento cuando Leo Messi se levantó del banquillo y empezó a calentar. Los franceses le miraban de reojo desconfiados, no sabían si estaba bien o mal de su lesión, solo que calentaba. Sin embargo sus compañeros aún no percibían su magia, hubo cinco minutos muy tontos después del gol francés en los que Valdés se precipitó sacando, regalando el balón al rival, donde el París tuvo otra llegada peligrosa que pudo costarnos un disgusto. Aquí fue cuando el Barcelona se revolvió con una jugada de las suyas, de la casa, y Alves remató solo en el área un balón que se fue alto. 

Y llegó el momento. Adriano se rompió de nuevo por el mismo sitio y Bartra entró en el campo acompañando a Messi por el que salió un Cesc al que apenas vimos. El cambió sonó como cuando te pitan un penalti a favor. Los franceses se miraban entre sí pensando que no sería para tanto, pero sí lo fue. El Barça se convirtió en un momento en ese huracán que destroza lo que le pongan por delante, los moros se retiraban a sus cuarteles a uña de caballo huyendo del campo de batalla, llegaba el Cid para empujarles hacia atrás. Además tuvo la virtud de reanimar a sus generales y enseguida se alió con Pedro, Villa y sobre todo Iniesta para golpear duro a los enemigos. Vimos una extraordinaria parada de Sirigu que solo pudo salvar aquella embestida, ya que en la siguiente cayó el empate. 

Messi solo hizo tres arrancadas, en la segunda llegó el gol. Le metió un balón a Villa entre los centrales que el Guaje dejó atrás después de haber abierto el hueco y Pedro con la zurda la reventó. Para dentro. Golazo y delirio culé. Entonces fue cuando Messi dejó de correr. El Barcelona comenzó a especular con el resultado, cosa que no le había salido bien antes porque no saben hacerlo y le había costado tener que remar contracorriente, pero ahora era distinto, el Cid campeaba por Les Corts y miraba a los franceses a los ojos que no volvieron a tener una clara. 

El Barça renunciaba a su estilo y entró Song para poner un cuatro cuatro dos con Busquets de doble pivote, amarrategui peligroso. Pero sobraba confianza, Messi caminaba mirando la bola sin hacer ademán de ir a por ella, solo cuando los franceses se confiaban les encogió el corazón arrancando, esta vez desde el centro del campo. Aún el partido nos dejó otra perla, un regate de Iniesta, una obra de arte: fintando hacia un lado y dándose la vuelta sobre sí mismo para el otro con la bola pegada al pie, levantó a la gente del asiento, lástima que rematando perdió un poco de pie y se le fue al lateral. El Barcelona sudó y como dije el soci también. 

Es la primera vez que veo a un futbolista revolucionar un partido de esta manera sin llegar a chutar a portería. Se pone una nueva marca, es la primera vez que un equipo llega a seis semifinales seguidas de Champions y créanme que tiene mérito la cosa, con lo que lleva este equipo este año, tanto dentro como fuera del campo, con lesiones y enfermedades, el Barça de Vilanova es a mi entender un ejemplo de superación y coraje. En fin, solo lo siento por los amigos de Mourinho, esos que tiene en Paris por los que se hubiera alegrado tanto, ya me entienden, ... 

Dos notas más y les dejo: la primera es que a estas horas ya se ha confirmado que Leo no ha sufrido recaída alguna y estará en las semifinales, no creo que vuelva a jugar en liga en unas cuantas semanas; y la segunda y más bonita son las palabras de Abidal de esta mañana:“ Queremos levantar esta Champions para Tito” ... y yo quiero que tú seas el central que juegue en Wembley. 

(1) Real Academia de la Lengua-Moro: 1Natural del África septentrional frontera a España. *2Adj. Perteneciente o relativo a esta parte de África. *4Adj. Se dice del musulmán que habitó en España desde el siglo VIII hasta el XV. *5Adj. Perteneciente o relativo a la España musulmana de aquel tiempo.


FICHA DEL PARTIDO:

FC BARCELONA: Valdés; Alves, Piqué, Adriano (Bartra, min.62), Alba; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro, Cesc (Messi, min.62) y Villa (Song, min.84). 

PARIS SAINT-GERMAIN: Sirigu; Jallet (Van der Wiel, min.88), Alex, Thiago Silva, Maxwell; Lucas, Verratti (Beckham, min.83), Motta, Pastore; Ibrahimovic y Lavezzi (Gameiro, min.81). 

GOLES. 0-1. Pastore, min.50. 1-1. Pedro, min.71. 

ÁRBITRO: Bjrn Kuipers (HOL). Amonestó a Adriano (min.42) en el FC Barcelona y a Lavezzi (min.80), Thiago Silva (min.86), Beckham (min.89) en el Paris Saint-Germain. 

Fdo: Antonio Porlán Arcos.

2 comentarios:

  1. Eres grande Porlán. Salió Messi y es como si hubiese puesto su Tizona al cuello de los moros. Un abrazo amigo

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