FC. BARCELONA 3 – VILLARREAL C.F 1. El BARCELONA COMPRA MEDIO PASE A LA FINAL.

Lo peor para el Villarreal no fue el resultado...

Volvía el Villarreal a un Camp Nou que vivía su tercera peor entrada de la temporada y que en los prolegómenos había homenajeado con un minuto de silencio a su ex.- entrenador Udo Lattek. Quizás por el clima del glamour de unas semifinales coperas, por el golpe sufrido en liga o por el miedo a decidirse la eliminatoria más pronto que tarde, ¡vaya usted a saber!, su técnico Marcelino apostó por un planteamiento más reservado que en el precedente liguero. Ahí fue donde empezó a ganar el partido un Barcelona que oliendo el miedo de su contrincante recogió el guante, lanzado por él, para irse arriba haciéndose el absoluto dominador de la situación pese a haber optado por un centro del campo totalmente renovado con Mascherano, Iniesta y Rafinha supliendo en el once a Busquets, Xavi y Rakitic respectivamente.   

Bien es cierto que ese dominio no se tornaba en ocasiones pues el submarino amarillo estaba mostrando una solidez defensiva a prueba de bombas. No obstante, lejos de caer en la desesperación y fieles al dicho refranero del “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”, los azulgranas seguían cual martillo pilón en su asedio buscando desgastar a su rival. Con Mascherano marcando la línea en la media, Iniesta más participativo y sacrificado y un Rafinha cada vez más acoplado, el centro del campo se mostraba muy consistente lejos de añorar a los ausentes a pesar de que ni el jefecito ni el hispano-brasileño poseen esa visión diferencial del de Badia y el de Tarrasa que a veces se torna en genialidad. Además la lesión de Bruno, en el minuto 30, ayudaba aún más a ello.  

Todos esos ingredientes propiciaron un duelo muy emocionante pero que no estaba resultando tan estético como el espectador hubiese deseado pues estos esperaban presenciar un espectáculo diferente ante el fútbol vistoso que ambas plantillas suelen ofrecer. Con el Barça dominando, apretando muy arriba a su rival, los azulgranas no tendrían su primera ocasión hasta el minuto 30 en un disparo de Leo que se marcharía alto. Pero llegó el minuto 41 y en el único despiste del Villarreal se abriría la lata. Fue en un robo de balón de Luis Suárez a Pina iniciando una contra que Musacchio no acertaría a tapar y que aprovecharía Messi para adelantar a los suyos al recibir la asistencia del uruguayo. Ese subidón de adrenalina, con el público coreando su nombre, hizo que el charrúa se viniese arriba rondando el gol en dos acciones posteriores previas al descanso. Tanta sobredosis de placer pareció emborrachar a un Barça que acabó la primera parte con el susto metido en el cuerpo pues el metódico Mascherano cometía un error que derivó en una acción con centro de Cheryshev, remate de Vietto y paradón de Ter Stegen para lucimiento del alemán evitando el empate. 

Tras llegarse con 1-0 al tiempo de asueto la segunda parte comenzaría con el conjunto castellonense bajando del cielo al infierno a los dos jugadores más decisivos de su adversario. Transcurría el 48 cuando en un intento de contra, Luis Suárez perdía un balón después de un rechace de Mathieu en un saque de esquina y Trigueros, sustituto del lesionado Bruno, lanzaba un obús lejos del área que el meta alemán se tragaba reconociendo este su error, posteriormente, en sus declaraciones en la zona mixta una vez terminado el partido. La situación se tornaba delicada y los fantasmas hacían acto de presencia, en el feudo culé, ante un resultado que pintaba muy favorable para las huestes visitantes cumpliéndose así el guión diseñado por su técnico a la perfección. Fue entonces cuando dos minutos después, acudiendo al rescate de los suyos, el mago de Fuentealbilla ejerció el papel de “caza fantasmas” espantando a estos tras una pared con Luis Suárez y un rebote de Mario para subir el 2-1 al marcador. Ese gol supuso un mazazo en las ilusiones del equipo amarillo que aprovechó a la perfección Gerard Piqué, apenas cinco minutos después, marcando el 3-1 en una acción de estrategia. En ella, el resurgido central de la Bonanova se impondría por alto a Musacchio y cabecearía al fondo de la red el esférico servido desde la esquina por Messi.   

Con ese resultado tan favorable y el Villarreal groggy el Barça acentuaría aún más su dominio estando a punto de sentenciar la eliminatoria gracias a otro error de un desafortunado Musacchio que había cometido un penalti por manos en una acción de Messi. Con el rosarino generoso cediéndole el lanzamiento a su compañero Neymar, a fin de reanimar a un brasileño que había hecho un partido bastante flojo, el 11 azulgrana no supo aprovechar el regalo desde los once metros haciendo así lucirse al guardameta Asenjo en una ocasión inmejorable para dejar prácticamente certificada la clasificación para la final. Posteriormente, un disparo desde la frontal de Rakitic, una contra del Villarreal rematada por Moi Gómez, un remate de Gio en el 80 rozando el poste tras un córner y un lanzamiento de Suárez, ya en tiempo de descuento desde el círculo central intentando sorprender a un Asenjo adelantado, fueron las últimas ocasiones de un duelo que no vería nuevamente alterado su resultado. Ahora espera el Madrigal bien para obrar el milagro o bien para rubricar el pase de los pupilos de Luis Enrique a la final.  

Fdo: Jesus Martinez.

FICHA TÉCNICA:

FC BARCELONA: Ter Stegen; Alves, Pique, Mathieu, Jordi Alba; Mascherano, Rafinha (Rakitic, min.68), Iniesta; Messi, Neymar y Luis Suárez. 

VILLARREAL CF: Asenjo; Mario Gaspar, Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Pina, Bruno (Trigueros, min.32), Jonathan dos Santos (Rukavina, min.53), Cheryshev (Moi Gómez, min.73); Vietto y Giovani. 

ÁRBITRO: Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Mostró tarjeta amarilla a Pina (min.66), Víctor Ruiz (min.70), Musacchio (min.70) y Luis Suárez (min.85). 

GOLES: 1-0: Messi, min.41. 1-1: Trigueros, min.47. 2-1: Iniesta, min.49. 3-1: Piqué, min.64. 

INCIDENCIAS: Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 57.378 espectadores. Antes del encuentro, se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento, a los 80 años, del exentrenador alemán del Barcelona Udo Lattek.