GALATASARAY 1 - REAL MADRID 6. TANTOS GOLES COMO TRABAJO POR HACER.

Ramos lesionó a Iker en un lance del partido.

El fútbol es caprichoso, y como tal decidió emparejar a dos equipos que aún tenían recientes el enfrentamiento de la edición pasada en la misma liga de campeones, en aquella ocasión se trataban de los cuartos de final donde el equipo, por entonces de Mourinho, consiguió eliminar en cuartos a los de Fatih Terim. En aquella ocasión el equipo blanco llegaba con un rédito de tres goles de ventaja que más que un colchón se convirtió en una almohada que apunto estuvo de convertir un bonito sueño en una pesadilla, esta vez era distinto, no había ventajas, solo tres puntos en juego que había que ganar, o lo que es lo mismo, no se disponía de tiempo para buscar una postura cómoda simplemente había que aprovechar el tiempo, no cabía lugar ni para soñar, había que estar muy despierto.

Apenas había comenzado la contienda cuando Iker tuvo que recibir los primeros flashes en una estirada en la que se dejo el puesto, cierto es que ya llegaba tocado, pero acabo hundido. Pudiera ser un guión de los que optan a los Oscar, en caso de ser así, la película  se podría titular "El enemigo en casa" por que en esta ocasión fue Sergio Ramos como anteriormente fuera Arbeloa el que le ocasionara tal lesión al de Móstoles, Definitivamente aquel Ángel que en otros tiempos siempre le cubría la espalda ha debido ir perdiendo poderes con el paso del tiempo y es que debe ser que lo celestial también cumple años. Salio Diego Lopez y estuvo a la altura de lo que se supone en un  portero del Real Madrid, el lucense es un seguro de vida hasta el momento.

Vayamos al partido, la primera parte del equipo, ayer azul eléctrico, fue un continuo cortocircuito, un desbarajuste táctico que solo puede sostener la calidad que trae consigo el poderoso caballero. Mientras el equipo otomano tuvo aire en la despensa el Madrid sufrió, parecía un cateto recién llegado a la ciudad, todo le parecía más de lo que en realidad era, y es que por entonces el Galata parecía uno de los aspirantes al titulo, pero no se engañen, no era culpa de los locales, era el propio equipo español el que hacia de su sistema un jeroglífico imposible de descifrar.

Es evidente que la temporada no ha hecho más que comenzar y que todo cambio acarrea pequeños traumas individuales que cada uno irá poniendo en orden con el paso de los días, pero no es menos cierto que la mutación que se pretende va a ser lenta y larga, estamos hablando de cambios drásticos, de automatismos a ejecutar a muy diferentes revoluciones, de la desbandada a la salida organizada, de la linea recta al zig-zag, del vértigo a la pausa, de la  improvisación a la cavilación, del fondo a la forma. Es muy difícil querer que una persona hiperactiva logré pasear por el parque con las manos atrás, todo es cuestión de tiempo, y menos cuando el traje que te han comprado no es el adecuado, es como ir a una capea vestidos de noche; ¿Se puede? Sí, ¿ Se debe? No, ¿acaso se ha visto alguna vez a Arturo Fernandez con un chandal? lo que no es, no es, y además es imposible. Jugadores como Cristiano, Di Maria o Bale son de los que si tienen prisa no saben vestirse despacio, sin embargo Isco, Modric e incluso Benzema son de los que les gusta hacer las cosas con tranquilidad aunque lleguen tarde, ¿Incompatibilidad de caracteres? no es eso, al final los buenos se entienden, será cuestión de buscar los grises entre tonalidades tan dispares, en el termino medio está el éxito, pero para ello paciencia.

El Galatasaray dominaba a un equipo con la mirada perdida, los de Carlo sabían lo que querían pero no como llegar a ello, es difícil llegar al tesoro sin unas coordenadas en el plano. Pero como antes decía apareció poderoso caballero recién llegado de Arroyo de la Miel para convertir un balón, que Di María mandó allí donde fuese, en un control que se convirtió en una "autoasistencia", lo bajó con la parsimonia del que se sabe dueño de su tiempo para ajustarlo al palo, hasta la red lo recibió con mimo, un gol al alcance de los privilegiados, cualquiera que reciba un balón así suele necesitar tres toques para ejecutar, a él le basto solo una mirada, así es Isco.

Y así nos fuimos al descanso, con la mosca detrás de la oreja a sabiendas de que o mucho cambiaban las cosas o el fútbol  iba a poner a cada uno en su sitio.

La segunda parte fue otra historia, al Galata se le acabó el aire, la defensa se encargó del resto, porque lo de la defensa de los de Therim anoche fue digno de estudio, en el camarote de los hermanos Marx había menos jaleo que en esa linea de cuatro. A eso hay que sumarle la marcha por lesión de Drogba, con su marcha se fue el líder al que seguir, la cruz de guía. Los de Chamartín cambiaron algunas cosas, no muchas pero si algunas, Cristiano se fue más al centro y Karim intentó enganchar más con los que llegaban buscando soluciones, cuando el francés quiere es solución, cuando no, problema, todo es cuestión de querer y anoche quiso. Se ofreció, presionó, robó y marcó por partida doble, anoche si fue el Benzema que quiere el Bernabeu.

Ya el gol del Malagueño Isco había sido un golpe en seco al hígado, de esos que te quitan el aire primero del cerebro y después de las piernas, el descanso no le sirvió al equipo local para restaurar la herida y lo que era una pequeña brecha se convirtió en una hemorragia, lo que vino a continuación no fue más que hurgar en la herida, si al Madrid le pones horizontes donde fijar la mirada sin árbol por medio es cuando saca su máxima expresión, si le dejas trazar lineas rectas al gol estas muerto y precisamente fue lo que pasó, fueron seis como podían haber sido ocho, entraron en terreno Ronaldo y ahí manda él.

Nuevo Hat-Trick del portugués que sigue superando a históricos del club blanco con 296 goles 294 partidos, parece ficción pero es realidad, el coleccionista de balones ayer se llevó otro. Hay que destacar el tercero en su cuenta particular, un balón por banda izquierda donde el portugués mutó sobre la marcha y pasó de Gepardo a ratón conjuntado velocidad y astucia en el mismo segundo, un golazo que dejó zancadas marcadas fuera del área, dentro solo quedaron aromas de su colonia.

Tampoco es plan de seguir estirando el chicle, la segunda mitad fue como pegar a un borracho, pero precisamente no deben los seis goles tapar las carencias ayer demostradas por el club de la capital de España, fueron muchos goles, tantos como el trabajo que queda por hacer y además ya saben, sin prisa y sin pausa, en el Real Madrid no existe el sosiego, quizás esa sea su grandeza, a veces gloria, a veces losa.

FICHA TÉCNICA:

RESULTADO: GALATASARAY, 1 - REAL MADRID, 6 (0-1 al descanso).

ALINEACIONES:

GALATASARAY: Muslera; Eboue, Chedjou, Nounkeu, Riera; Selçuk Inan, Felipe Melo, Sneijder, Engin Baytar (Bruma, min.62); Burak Yilmaz (Umut Bulut, min.78) y Drogba (Amrabat, min.46).

REAL MADRID: Casillas (Diego López, min.15); Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Arbeloa; Khedira, Modric (Illarramendi, min.72), Isco (Bale, min.64), Di María; Cristiano Ronaldo y Benzema.

GOLES.

0-1, min.33, Isco.

0-2, min.54, Benzema.

0-3, min.63, Cristiano Ronaldo.

0-4, min.66, Cristiano Ronaldo.

0-5, min.81, Benzema.

1-5, min.84, Umut Bulut.

1-6, min.90+1, Cristiano Ronaldo.

ÁRBITRO: Mark Clattenburg (ING). Amonestó a Felipe Melo (min.31), Amrabat (min.66) y Riera (min.85) por parte del Galatasaray. Y a Pepe (min.45) por parte del Real Madrid.

ESTADIO: Ali Sami Yen Spor Kompleksi.

Fdo: Carlos el pelijas.