AT. MADRID 1 - R. MADRID 1 (2-1 EN LA PRORROGA). LA LEY DEL MAS FUERTE.

El atleti ha vuelto para quedarse.

Atleti, atleti, Atlético de Madrid, jugando, ganando, peleas como el mejor, porque siempre la afición se estremece con pasión cuando quedas entre todos campeón... Así empieza el himno atlético y así se fraguó una victoria que suma y sigue para seguir siendo fiel a la historia copera del club Atlético de Madrid en sus enfrentamientos contra el eterno vecino y rival.

Se despertó el día en la capital con aires invernales helando las flores primaverales que nos regala Mayo y aún así Madrid se sentía distinto, en cualquier calle, en cualquier rincón se respiraba el ambiente de una final copera, esa a la que visten de frac o de sport según la conveniencia de algunos, vamos que si la ganas es muy importante y si la pierdes se convierte en menor, lo que si digo es que es el partido más bonito del año, y como tal las aficiones engalanaron la ciudad desde primeras horas de la mañana. Ni la lluvia ni el frió fueron capaces de quebrantar la ilusión de dos aficiones que aún teniendo diferentes motivos para soñar encontraban en el epilogo de ese sueño el mismo deseo, la victoria. Unos porque era el ultimo tren que coger, los otros porque era la guinda a una temporada donde demostrar que aquel atleti cruel con su afición ya es historia y que de la mano del cholo vuelve a ser lo que siempre fue en tiempos pretéritos  El Madrid perdió un tren que quizás se lleve con él una etapa por olvidar, mientras el club rojiblanco consigue con este titulo hacer borrón y cuenta nueva y matar de una vez por todas una maldición que ya es historia.

Comenzó el partido con un Madrid dispuesto a vencer por la vía del cloroformo y de hecho en el minuto 13 alcanzó con una mano el mentón de los de Simeone con un gol a la salida de un corner, la puso Ozil y Ronaldo levitó en las alturas para conectar un cabezazo antológico al palo largo al que no pudo llegar el meta atlético, pues bien, en ese gol nacía la derrota blanca, paradojas del fútbol. El paso que dio atrás el equipo blanco sumado al que dio adelante el equipo rojiblanco no fue más que el principio del fin y es que cuando a uno le invade la duda, esta se encarga de sacarte de ella, normalmente la duda trae consigo inseguridad y por esa grieta se coló el equipo colchonero, primero avisó Gabi en el minuto 16 con un disparo que se fue arriba por muy poco, empezaba a vislumbrarse lo que más tarde ocurriría, era el 35 cuando los de la ribera del Manzanares consiguieron el tanto del empate, un tanto que nació en una jugada en la que Radamel se vistió de diez para dar un pase al espacio a Diego Costa que ya en su carrera vestía de nueve, encaró, miró y puso el balón donde muchos quieren y pocos pueden, Diego llegó a rozar con la punta de sus dedos pero en esta ocasión el roce no hizo el cariño y el balón se coló en la meta del lucense.

Fue entonces cuando los blancos volvieron a dar ese paso adelante y el atleti se vio obligado a volver a retroceder, reflejos que trae consigo el miedo o la filosofía de sus entrenadores. Tanto uno como otro jugaron mejor cuando fueron por detrás en el marcador, o lo que es lo mismo, atacaban por obligación y no por devoción. Y fue esa obligación la que hizo que en el 42 Ozil disparase a la cepa del palo del belga Courtois, minuto psicológico para lo bueno y para lo malo.

Llegamos al descanso con un empate en el marcador que reflejaba lo que habían sido los primeros 45 minutos, mitad de tiempo para cada uno, el palo así lo quiso. Quedaban otros 45 minutos por delante y ya se empezaba a adivinar que el partido se lo iba a llevar el que mejor llegara físicamente a la recta final y ese tenia pinta ser el Atlético.

La segunda mitad nos dejo poco fútbol y mucha tensión, en el minuto 15 Filipe Luis avisó con un disparo que terminó en el lateral de la red y seguidamente fue el Madrid el que dispuso de tres ocasiones en la misma jugada, un palo y dos paradones de defensas rojiblancos, pero era lo justo, la jugada nació de un centro de Cristiano que había salido del campo, nos ahorramos los tan cansinos debates arbitrales. De ahí hasta el final nada de nada, si acaso certificar que el Atlético ya era superior en lo físico y en lo anímico, a los de Concha Espina les empezaba a pasar factura sus fracturas internas y externas, el equipo madridista pedía la hora, la afición también. Así nos fuimos a la prorroga, unos con el miedo en el rostro, los otros con la ilusión por bandera, era cuestión de tiempo.

PRORROGA:

Fue comenzar los 30 minutos de añadido y el conjunto del cholo ya olía la sangre, eran conscientes que el rival se tambaleaba, solo era cuestión de asestar el golpe definitivo y en el minuto 4 Diego Costa (que gran partido el suyo) tuvo la sentencia en sus pies pero Diego López en dos ocasiones salvó a su equipo, el lucense a defendido el escudo con total profesionalidad y a pesar de debates interesados ha demostrado ser un gran guardameta y es que suplir al mejor portero del mundo no debe ser fácil.

Pues si, cuestión de tiempo era y el tiempo se le echó encima a los Sergio Ramos y compañía, fue en un centro desde la derecha con precisión suiza que envió Koke y que Miranda alcanzó en las alturas en un remate de los que dejan una estela tras de sí, golazo, Diego salió en busca del balón y solo encontró el vacío y la celebración colchonera. El tanto fue una puñalada en el corazón blanco que ya por entonces no tenia fuerzas para seguir latiendo, la tuvo Higuain pero solo vio portero y futuro lejos del Bernabeu.

Cambio de campo y a seguir, Ozil la volvió a tener pero esta vez fue Courtois el que con una parada brutal mató la poca moral blanca y confirmó a sus compañeros que era el día, ahuyentando así los posibles fantasmas que quedarán divagando en el ambiente. El partido moría y la impotencia blanca emanó como queriendo pagar sus frustraciones con no se quien, quizás la continencia hacia su entrenador la debieran pagar otros, craso error.

Como verán no he nombrado en ningún momento al de Setúbal y es que para mi ya hace mucho que su presencia es decorativa, horrorosa pero decorativa, es como ese jarrón chino que vale un potosí y que te regaló un buen amigo y que tienes que tener expuesto a pesar de tus pesares. El Portugués se va de Madrid sin saber realmente la dimensión del club, él es entrenador estrella y aquí se ha estrellado, jamás cuestionaré su categoría como técnico pero la persona ha fracasado y es que no hay nada mejor que un entrenador que conozca cada rincón de su club, el ejemplo lo tenia a escasos metros de su banquillo, Simeone sabe respirar en rojiblanco por estar impregnado de la filosofía atlética y eso no se compra ni se vende, simplemente se tiene o no se tiene.

El Madrid debe pasar página y mirar al futuro en busca del sosiego y la paz interna con la ilusión de tiempos mejores por venir. El Atlético de Madrid debe ver en este partido el punto de partida hacia la recuperación de aquellos valores que le hicieron grande, ya no quedan maldiciones por el camino, solo queda un futuro muy prometedor y una nueva aventura por vivir. Anoche refrendó que lo conseguido estos años no es más que la consolidación de un proyecto que tiene un líder, Diego Pablo Simeone, un entrenador que es el fiel reflejo de una filosofía de club, un club que anoche se impuso al eterno rival simplemente por que se mostró más fuerte física y mentalmente, esa fue su victoria.



FICHA DEL PARTIDO:


Real Madrid: Diego López; Essien, Sergio Ramos, Raúl Albiol, Coentrao (Arbeloa, m.91); Khedira, Xabi Alonso; Modric (Di María, m.91), Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, m.91).

 Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Arda Turan (Christian Rodriguez, m.110), Mario, Gabi, Koke (Raúl García, m.112); Diego Costa (Adrián, m.106) y Falcao. 

Goles: 1-0 m.14: Ronaldo. 1-1, m.35: Diego Costa; 1-2, m.99: Miranda. 

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Expulsó al entrenador del Real Madrid, Jose Mourniho (m.76). Expulsó a Cristiano Ronaldo con roja directa (m.114) y a Gabi por doble amarilla (m.120). Mostró tarjeta amarilla a Arda Turan (m.37), Coentrao (m.54), Khedira (65), Diego Costa (m.69), Ozil (m,71), Sergio Ramos (m.74), Cristiano Ronaldo (m.91), Mario Suárez (m.100), Essien (m.101), Koke (m.105) y Di María (m.116) 

Incidencias: final de la Copa del Rey disputada en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 85.000 espectadores.

RESUMEN DEL PARTIDO: 

http://youtu.be/PUWVJDJzbF8

Fdo. Carlos el pelijas.