FC BARCELONA 2 - REAL VALLADOLID CF 1. AQUÍ ESTÁ LA COPA.

Una Liga con dos protagonistas de excepción.

  Bajo una lluvia de justicia el campeón quedó con su gente para recoger la Copa de la Liga. No se sabe si el agua o la costumbre es la que ha hecho que el campo apareciera a media entrada, quiero decir, que el culé lo mismo se ha quedado en casa por no mojarse o porque como es la cuarta liga en los últimos cinco años ha pensado que se parecería mucho a lo de hace un par de temporadas o que el año que viene puede volver seguro a su estadio a ver la entrega de la misma copa. Estamos sobrados. Eso sí, éramos pocos pero animados gracias a un comentario de Scolari que encendió la previa. Al seleccionador brasileiro, nada más y nada menos, que se le ha ocurrido decir que “Neymar será una gran contratación para el Barça” y luego añade “y junto a Messi será un gran ídolo aquí”. ¿Para qué quieren más? Los periodistas ya tienen como para parir ríos de tinta durante varias semanas, los tertulianos para tertulias eternas y el soci para buenas discusiones con el café de cada mañana, y es que ahora toca rebanarse la cabeza y desgajar si Scolari ya lo sabe, si ya está firmado y solo hay que esperar al partido del Santos Vs Corinthians, o si solo se le ha ocurrido soltar la parida a la pregunta de la reportera, esto es lo que nos espera. El mercadeo de cada verano ha empezado fuerte. Comenzamos con Neymar, el plato más importante de este atracón a rumores, a noticias sin fundamento y a periódicos que se contradicen unos a otros, no hay duda, la temporada ha terminado. 

Por eso al Barça contra el Valladolid solo le pedíamos que nos entretuviera. El primer tiempo empezó perezoso, pero como unos y otros ya están de vacaciones se han dejado jugar y nos han hecho pasar un rato de lo más agradable. Pero hoy el partido nos decía poco. Anoche realmente lo que queríamos era ver a los nuestros con el micrófono, escuchar a Valdés a ver que dice, lo mismo que Abidal o Tito y ver el castillo de fuegos artificiales que la lluvia amenaza. En fin, pasaban los minutos y como el Barça no se animaba demasiado y eso que era su día y su fiesta, Peña a la salida del balón se la regaló a Xavi que andaba solo presionando y no esperaba semejante balón. No fallaron. El de Terrasa avanzó pudiendo elegir entre jugar a la izquierda con Villa o Cesc, o a la derecha con Pedro, por el que se decidió y el que batió por bajo a Jaime que parece como si se hubiera resbalado. Era el veintiuno. 

Pero el Valladolid ha sido un buen invitado, de esos que agradecen su condición al anfitrión y como no terminaban de cerrar el partido ellos mismos se lo han metido para adentro. Marc Valiente a la salida de un corner en propia puerta, dos cero y al descanso. 

En la segunda parte pasaron más cosas. Fue dejando de llover, el Barça a pesar de no marcar gustaba a la gente que se animaba conforme mejoraba el tiempo pensando ya en el fin de fiesta y hasta nos encontrábamos con un Piqué que se quedaba perdido en el área contraria, tenía ganas de divertirse como todos. Los gritos de campeones, campeones, se mezclaban con algún “Uy” por las ocasiones que se generaban, pero poco importaba lo que pasaba en el césped, la fiesta, la entrega de la copa, los parlamentos, todo eso a lo que esta gente nos ha hecho adictos estaba cada vez más cerca. 

A todo esto penalti en contra, Montoya zancadillea a Manucho con claridad y Víctor Pérez la clava por la escuadra, era el ochenta y nueve, dos uno y se acabó, atronó el himno por la megafonía. Los empleados del club ponían un cartel en el centro del campo en el que se podía leer Campions, mientras los campeones se metían al vestuario a secarse y adecentarse para la celebración, no se fueran a constipar. 

La copa presidía todo el estadio, junto al cartel, con lazos azules y rojos colgando de sus asas que el viento acariciaba, cuando toda la plantilla saltó de nuevo al campo. Andaba yo pensando que lo mismo era la última vez que veía a Abidal de corto, lo que alegraba solo por verlo y lo que me entristecía porque lo mismo se nos va, cuando Villar le entregó la copa a Puyol, un tío más grande que el Día de la Madre, y que sin levantarla se la dio precisamente a Abidal y a Tito para que la alzaran al cielo de Barcelona. Se me arrasaron los ojos. Qué grandes, qué grande el capitán, qué grandes los que la han levantado y que grandes todos. Cualquier cosa que dijeran ya me iba a importar poco. 

Solo hubo dos parlamentos. Empezó Puyol para decir que lo importante era que Tito y "Abi" estaban ahí, fue corto pero ya había hablado más que de sobra con su gesto. Después Tito dijo que era un gusto hacer retornar de nuevo la liga tras un año fuera y agradeció la confianza depositada en él. Gritos de Tito, Tito, Tito en la grada. Agradeció al staf técnico y a los jugadores que han disfrutado y hecho disfrutar y ya está, veintidós ligas. Castillo de fuegos artificiales y los hijos más pequeños de los jugadores del Barça llorando en brazos de sus papás. Cuando terminó el último cohete la gran Tina Turner los definió perfectamente, You´re simply the best, a lo que me uno, y me imagino que todos ustedes también. 

Por mi parte agradecerles a todos los que leen estas crónicas de La Zamarreta porque me han hecho llegar mucho cariño, han sido unos meses muy bonitos. Gracias a toda la gente del Vicente Ortega Fan Club, a la directiva que me permite participar en esta locura y eso sí, en especial a mis queridos culés, grandes todos. Nos vemos en la próxima temporada. Un abrazo enorme.  


FICHA DEL PARTIDO:

FC BARCELONA: Valdés; Montoya, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets (Thiago, min.64), Xavi, Iniesta (Dos Santos, min.76); Cesc (Tello, min.82), Pedro y Villa. 

VALLADOLID: Jaime; Balenziaga, Rueda, Valiente, Peña; Alvaro Rubio (Sastre, min.85), Víctor Pérez, Omar; Oscar (Bueno, min.68), Larsson y Guerra (Manucho, min.76). 

GOLES. 1-0, min.21, Pedro. 2-0, min.42, Marc Valiente (p.p). 2-1, min.89, Víctor Pérez (p). 

ARBITRO: Iglesias Villanueva (C. Gallego). Sin amarillas. 

ESTADIO: Camp Nou. 56.055 espectadores

Fdo: Antonio Porlán Arcos.