SERGIO RODRIGUEZ O LA RE-ENCARNACION DE CARMELO CABRERA.

Dos generaciones, dos baloncestos.

Mucho antes de la irrupción en el baloncesto del pick,n,roll, el over time,el showtime y demás zarandajas norteamericanas, mucho antes incluso de la invención de los triples; en la Europa ultraperiférica, en los años 60, un chaval grancanario de nombre Carmelo metía canastas de 9 metros sin problemas, por entonces solo valían dos puntos, daba pases de espaldas en el colegio Claret de Las Palmas y era un juvenil estrella en aquel gris firmamento baloncestístico. Cuando hoy el tinerfeño Sergio Rodriguez es un puntal del actual baloncesto espectáculo ÑBA, cuando Sergio bota, dirige, pasa, tira, rompe, todo aquello Carmelo ya lo hacía con pasmosa facilidad por entonces y los padres de Sergio ni siquiera se conocían. 
Hay una conexión canaria entre estas dos generaciones casi mágica: Aquel Carmelo Cabrera (Las Palmas de Gran Canaria, 6/1/1950) que voló del colegio Claret Grancanario a la capital del reino para con el Real madrid conseguir 10 ligas, 7 copas, 2 copas de Europa y 3 intercontinentales (palmarés irregular como se puede comprobar) y Sergio Rodriguez (La laguna, Tenerife, 12/6/1986) que voló a la misma ciudad en un avión mucho más rápido y moderno para enrolarse en el vecino club Estudiantes, son los bases de dos grandes historias del baloncesto blanco. Evidentemente, para que el tinerfeño consiga el palmarés del grancanario falta un mundo, pero Sergio ha vivido las mieles yankees de la NBA, las medallas nacionales de nuestro baloncesto reciente como el oro mundial y la plata olímpica. A Carmelo y a Sergio les une el mote con el que el malogrado Andrés Montes definió al segundo en el mundobasket 2006: Mojo Picón, la rica salsa canaria se llama: Carmelo y Sergio.


Fdo. Diego J. Cerrato.