REAL SOCIEDAD 1 - FC. BARCELONA 1. MESSI LA TILA DEL TATA.

Gran eliminatoria la de Vela.

Era un miércoles noche de esperanza en Donosti acudiendo el Barça a Anoeta para disputar la vuelta de semis ante el conjunto Txuri-Urdin. La hinchada realista acudía con el fin de poder presenciar una histórica remontada haciéndole revivir recuerdos de la época de antaño cuando los Satrustegui, Arconada, López Ufarte, Zamora y compañía daban alegrías a los suyos en el desaparecido Atocha firmando gestas contra los grandes del fútbol español acompañados por jóvenes como Txiqui Beguiristáin y Jose Mari Bakero. Cierto es que desde aquellos tiempos hasta los actuales han cambiado muchas cosas pero no es menos cierto que, tras ver como se había desarrollado el partido de ida, el resultado de 2-0 dejaba abierta la eliminatoria viendo al Barça más irregular de los últimos años. Ya lo había dicho el Tata en la previa con un "la eliminatoria está abierta" no teniéndolas todas consigo el entrenador argentino sabedor de que un gol tempranero de la Real dificultaría mucho la eliminatoria para los suyos poniendo en muchas dificultades el equipo de San Sebastián al de la Ciudad Condal viniéndose arriba espoleado por los suyos y motivados por el lema del "nada es imposible". 

Por eso el técnico argentino, como ya había comentado en días pasados, volvió a alinear en el partido de vuelta a un once plagado de titulares con la única rotación, ya habitual, de Pinto como meta titular en la competición copera supliendo a Valdés. Martino rezaba para que no se diese un gol tempranero por parte local que pudiese dejar aturdido a los suyos, como ha pasado en otros encuentros, propiciando que el equipo se fuese mentalmente del encuentro por unos instantes hasta que surgiese la aparición de alguien acudiendo al rescate como en los casos de Pedro contra el Getafe o más recientemente Messi ante el Sevilla. Por contra los de Arrasate salían con un once similar al de la ida, combinando titulares y suplentes, bajo la arenga de su entrenador y el empuje de su público, concentrados, motivados y sabedores de que un gol tempranero les metería dentro y que de un error en forma de gol azulgrana les alejaría prácticamente de la finalísima poniéndole muy cuesta arriba la eliminatoria. 

El primer tiempo comenzó con un Barça que, por momentos, nos recordaba al equipo de antaño destilando fútbol de toque con intención, jugando con la defensa muy adelantada metida casi en campo contrario reduciéndole los espacios al rival para ejercer con más eficacia su presión. Piqué volvía a ser ese "Piquembauer" que marcaba la línea atrás acudiendo siempre atento al corte manteniendo a raya a los atacantes rivales mostrando un nivel de concentración como no se le recordaba últimamente. Mascherano, pese a algunos pequeños errores puntuales en la entrega de balón y jugando en el cuerpo a cuerpo con Vela, volvía a ser ese mariscal que siempre acudía a la batalla a ritmo de toque de corneta para auxiliar a los suyos cortando cualquier avance peligroso de las tropas rivales. El Barça había recuperado su ecosistema, alineando a los cuatro jugones en la media (Busquets, Xavi, Cesc e Iniesta), moviendo el esférico con rapidez y sentido mientras su rival aguardaba acechando cualquier despiste para atacar en oleadas imitando así el estilo de su famosísima playa de la Concha en estos días de alertas por temporal. Los minutos pasaban siendo el Barça "el amo del calabozo" llevándose todas las llaves cerrándole las puertas a su contrincante. Tras dos avisos en sendas ocasiones firmadas por Pedro (min. 14) y Alves tras un duro disparo (min. 27) llegaría el tan temido error donositarra que aprovecharía el Barça para adelantarse en el marcador. Transcurría el minuto 27 cuando Messi decidió aprovechar una concesión del enemigo en una acción sin peligro aparente en la que Leo pasaba por allí. En ella recibió directamente el esférico del lateral zurdo Jose Ángel para subirse a su Delorean haciéndonos regresar al pasado, cual Michael J. Fox en una de sus escenas de "regreso al futuro" volviendo al pasado, traspasando la barrera del sonido en una galopada rodeado de cinco rivales y en la que terminaría lanzando un misil que le doblaría las manos a Zubikarai colándose lentamente cerca de la cepa del palo izquierdo del meta de la Real. ¡¡La concha de su madre!! (que no la de San Sebastián) debió exclamar el Tata en el banquillo celebrando el gol de su compatriota. Un gol que serviría de efecto calmante para un técnico y afición barcelonístas que no las tenían todas consigo antes del choque. Un gol que supuso un jarro de agua fría para las ilusiones de la hinchada Txuri-Urdin. Minutos después del gol Zubikarai salvaría a los suyos del 0-2, demostrando que ahí hay portero, cuando en el minuto 34 rechazaba una volea de Pedro tras recibir el canario un magistral pase picado de Fábregas desde fuera del área. El Barça jugaba a placer y de la Real no se tenían noticias hasta que los azulgrana obsequiaron a su rival entregándoles uno de esos regalitos con los que obsequia a estos en cada uno de sus encuentros devolviéndoles así el favor del error que había propiciado el gol culé. Fue un minuto después de la ocasión de Pedro, en el 35, cuando gracias a ello la Real haría su primer y único acercamiento con peligro en la primera mitad en una jugada en la que Dani Alves volvía a hacer una de las suyas midiendo mal en un balón colgado al área, como el día del Valencia en el gol de cabeza de Piti, comiéndoselo y dejándoselo muy franco a Carlos Vela. Lamentablemente, para los intereses locales, el mexicano no tuvo la misma sangre fría que Messi para aprovechar la ocasión y darle vida a los suyos en la eliminatoria cuando todavía quedaban muchos minutos por disputarse. Porque, a diferencia del argentino, este no supo aprovechar el regalo en área pequeña al achicarle muy bien los espacios Pinto, primero, y Alves posteriormente, rectificando así su fallo en primera instancia, evitando así el 1-1. A partir de ahí el Barça siguió a lo suyo dominando llegándose al descanso sin que se volviese a mover el resultado. 

Tras los minutos de descanso la segunda parte comenzaría con ocasiones por ambos bandos. El Barça buscaba cerrar el partido y la Real subir la moral de sus fieles que habían llenado Anoeta con algún gol intentando devolverles la ilusión para que estos les pudiesen cantar a los aficionados culés aquella canción de Peret que decía.."Y no estaba muerto, no, nooo..Y no estaba muerto, no, nooo... Y no estaba muerto, no, nooo.. Estaba tomando cañas". Por ello el partido se había convertido en un ida y vuelta, por momentos, con ocasiones de Iniesta en el 52 que tras hacer una pared con Messi lanzaría un disparo al segundo palo saliendo fuera rozando el poste, de Vela para los realístas en el minuto 54 enviando un disparo con rosca que formaría una espectacular parábola estrellándose en la cruceta del segundo palo de un Pinto totalmente batido y en el 56 con Zubikarai salvando a los suyos desviando, en primera instancia, un remate de Messi y posteriormente su rechace a tiro de Cesc. Tras unos minutos de tregua en la que se realizarían simples acercamientos a las áreas y cambios por ambos equipos llegarían nuevas ocasiones. En el 68 cuando Pedro duda entre disparar a puerta o dar el pase atrás para Iniesta desperdiciando una clara ocasión para el 0-2, en el 75 con Zubikarai luciéndose con una nueva gran intervención salvando por abajo con el pie un remate de Alves después de una pared con Leo, en el 82 cuando Pinto salva un centro-chut envenenado de Griezman que no acertó a peinar Canales sacando una mano para desviar el peligro y en el 86 cuando Messi no llega a rematar, por escasos centímetros, tras comenzar una gran carrera haciendo una pared con Fábregas. Un minuto después, en el 87, la Real pondría la igualdad en el marcador tras realizar un gran contraataque. En él el Chory Castro recibía un balón de Canales y desde la izquierda habilitaba perfectamente por bajo a Griezmann para que el francés fusilase a un Pinto completamente vendido, llegando en carrera y por el centro, rematando a placer para firmar el definitivo 1-1 de un encuentro en el que se vivirían unos momentos de tensión, en los minutos finales, tras una entrada de Cesc a Canales por la que el jugador de Arenys vería tarjeta amarilla formándose así un pequeño conato de enfrentamiento, entre jugadores de ambos bandos, tras reclamarle los realistas a Fabregas por su acción. 

Sin duda este partido ha supuesto un halo de esperanza al que poder agarrarse un barcelonismo que vio como renacían viejas costumbres volviendo a brotar un estilo que este año apenas había sido mostrado y en el que se volvía a confiar el timón de la nave a todos los jugones alineándoles simultáneamente sobre el terreno de juego. En él se volvieron a ver detalles esperanzadores jugando un encuentro serio y constante recuperando detalles como el de la presión por parte de todo el equipo. No obstante para poder optar al éxito con suficientes garantías el Tata y los suyos aún tienen que pulir detalles como los constantes problemas en el juego aéreo y perfeccionar sus ajustes de ayudas en la zona defensiva. Porque esos pasillos que a veces ofrece a sus rivales permitiéndoles a estos que le puedan ganar con tanta facilidad la espalda, generándole claras ocasiones aprovechándose de los espacios cuando alguno de sus centrales se ve obligado a salir al corte, pueden costarle muy caro. Porque el R. Madrid, rival que le espera en la final de Copa en Mestalla, y el Manchester City, próximo rival en Champions, no perdonan tanto como lo han hecho sus contrincantes en las fases previas de dichas competiciones en ocasiones como las que tuvo Vela, en la acción del polémico penalty de Mascherano en la ida y en la del partido de vuelta tras el fallo de Alves dejándole solo ante Pinto, o algunos jugadores del Sevilla en el último partido de liga antes de que el Barça rompiese el partido a su favor.


FICHA TECNICA:

FC BARCELONA: Pinto, Dani Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Busquets (Bartra, min. 89), Xavi (c) (Song,65') , Iniesta; Pedro (Alexis, min.76), Messi y Cesc. 

REAL SOCIEDAD: Zubikarai; Zaldúa, Ansotegi, Mikel González, José Ángel; Gaztañaga (Elustondo, min. 66), Zurutuza, Xabi Prieto (c) (Canales, min. 81); Griezmann, Vela y Seferovic (Chori Castro, 60') 

GOLES: 0-1 Messi, min. 27. 1-1 Griezmann, min. 87. 

ÁRBITRO: Fernando Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Asistido en las bandas por Victoriano Díaz Casado y Manuel Ángel Torre Cimiano. Cuarto árbitro, José Antonio López Toca. Mostró tarjetas amarillas a Busquets (min. 26) por derribar a Griezmann; a Vela (min. 30) por un plantillazo a Jordi Alba; a Gaztañaga (min. 51) por protestar una falta; a Zurutuza (min. 55) por agarrar a Messi; y a Cesc (min.89) por entrada sobre Canales. 

ESTADIO: Anoeta, 32.000 espectadores (lleno)

Fdo: Jesus Martinez.