LA GUERRA DEL SIGLO XXI: LA INFORMACIÓN, LA BUFANDA Y EL SHARE.

Quizás un paso por el taller no le venga mal.

¿Quien no ha participado en alguna discusión futbolera leyendo el periódico en el bar o en algún partido en compañía de amigos aficionados de diferentes equipos? Probablemente todos alguna vez, discusiones acaloradas en muchos casos y banales en todos, con opiniones basadas en el amor por unos colores o simplemente con el objetivo de “pinchar” a tu amigo del alma. Discusiones o tertulias que se suceden entre gol y gol de tu equipo o del contrario, que sólo duran un fin de semana y que se terminan con el café o con la última pizza, carentes de objetividad y desbordadas de sentimiento, fundamentos proporcionalmente opuestos a los que deberían componer la información del periodismo deportivo....o no? 

Durante los 3 últimos años, no ha habido tertulia de televisión o portada de diario deportivos nacional, que no haya protagonizado el ex-entrenador del Real Madrid C.F. D. José Mourinho, destituido tras 3 temporadas al frente del equipo blanco; Particularmente, creo que “Mou” inició y perdió una guerra contra la opinión periodística y aunque en el informe también se incluyeron los malos resultados, pienso que podría haber reconducido la situación a nivel deportivo, pero la batalla con los medios estaba perdida de antemano. 

Durante el primer año del entrenador portugués como técnico merengue, el director general Jorge Valdano decidió abandonar el club o el club destituirle de mutuo acuerdo por discrepancias profesionales y personales evidentes con el entrenador, director que en la primera etapa de Florentino Perez dirigiendo al Real Madrid, no renovó el contrato a Vicente del Bosque, que acababa de ganar la novena Copa de Europa tras 4 exitosos años y tampoco hacerlo con uno de los mejores defensas de la historia y hasta esa fecha, el capitán más importante que había tenido el Real Madrid, Fernando Hierro. 

Pocos años después, algunos de esos periodistas que habían criticado con dureza a Jorge Valdano por decisiones como esas, evidentemente (en mi opinión) totalmente erróneas, cambiaban de camiseta y comenzaban a disparar cargadores de tinta contra su verdugo ahora y empezaban a defender al ex directivo y poeta argentino como si de un familiar se tratara, ésto unido a la decisión del entrenador portugués de no ser el único en ofrecer ruedas de prensa y también utilizar a Aitor Karanka, su 2º entrenador y sumado a una demanda por injurias contra un periodista de un medio muy importante, habían empezado a decantar la contienda; Pero si destituir a su director general y prohibir las ruedas de prensa por parte de los jugadores, reconociendo (yo el primero) que dificultando la información de interés público y defenderse acertado o no, de unos ataques verbales en lo medios, fueron los principales motivos por los que Mou declaró la guerra a la prensa de Madrid...¿porque a otros no se les contraatacó cuando cometieron “atrocidades” parecidas en otros equipos?. 

Hemos visto a Javier Clemente, casi llegar a las manos en una rueda de prensa con un periodista de Gijón, profesándose insultos y abandonando la sala entre gritos, hecho que divulgaron los medios durante pocas horas (no durante 1 ó 2 semanas como con situaciones mucho menos trascendentes vividas con Mou) y que Clemente argumento horas después en RadioMarca, justificando lo sucedido con los ataques indiscriminados que sufría por parte del periodista (según Clemente) a través de las redes sociales, sin veredicto popular por parte de la prensa, a mi parecer por amiguismos y cariños a uno o a otro. 

Esta misma temporada, los propios medios de Bilbao confirmaron que Marcelo Bielsa, entrenador del Athletic, cogió del pecho al jefe de obra del club agrediéndole y poco después, el propio entrenador se auto-denunció en comisaría por el suceso (hecho al menos ridículo y comportamiento reprochable) y aunque lo reconoció y justificó el propio Bielsa en rueda de prensa, no tenía justificación y poco se criticó, siendo un hecho muy grave y en un club de alta notoriedad e historia en nuestra liga; En el apartado deportivo, hizo que un campeón del mundo como Fernando Llorente entrenara con el filial por su “bajo rendimiento deportivo” decisión que se respetó, que no se cuestionó por casi nadie y de la cual no se aportó mucho más, ni opiniones ni filtraciones, pero en otros casos y circunstancias similares, se criticaron con saña durante semanas y se exponían opiniones dispares, filtraciones, información contrastada y sólo se mentía desde un frente. 

Mou ha protagonizado diversas salidas de tono y ruedas de prensa repletas de sarcasmo, en ocasiones con cierto tono de desprecio, incluso alguna escena indigna por parte del entrenador del club más laureado de la historia, pero será difícil encontrar faltas de respeto por su parte al menos en forma de insultos, por todos los que han pronunciado en su contra, por ello pediré, que el periodismo opine en último lugar, ya que desgraciadamente hay periodistas que han declarado la guerra a la información y que han hecho de su opinión bombas de gas sarín, devastando a todo aquel que no difunde información, no sonríe en zona mixta o que simplemente tiene a las encuestas de su medio en contra, sentenciándolo al instante y publicando algunas de estas opiniones, “el madridismo quiere...”, “el barcelonismo quiere...”, “el … quiere...” y los aficionados esperando a leer encuestas de dudosa objetividad, para tener una opinión propia pero no real. 

Desde un estudio de radio o la editorial de un periódico, se puede insultar a un entrenador llamándolo “nazi”, “cacique de pueblo”, “mentiroso”, “mal profesional” o “ “maltratador” y a otro “muñeco”, “marioneta”, “tipo” o”portugués” en tono despectivo, sin que los civiles atacados se puedan defender y si lo hacen con el uso legítimo de la justicia, no importa el veredicto final, el medio atacado en cuestión lo crucifica y éste puede preparar las maletas para ir a otra liga y perder su trabajo. Si un jugador tras una polémica, osa defender una postura desde el máximo conocimiento porque juega en ese equipo e integra el vestuario, en lugar de compartir sus declaraciones o mostrar discrepancias, periodistas como Antonio Romero escriben el mismo día un artículo atizándole sin compasión, cuestionando su profesionalidad y casi exigiendo su salida del club, pero no importa si acierta o si ha querido hacer público su punto de vista, como no sigue la línea marcada, al paredón y fuera obstáculos. 

Los aficionados que cuestionan las informaciones de los medios (opiniones en su mayoría) en contra de un entrenador y optan por apoyarle jaleando su nombre en el estadio, son tildados con total normalidad de “yihadistas” (fanáticos islámicos que ejercen el terrorismo) sin que haya ninguna legislación o código ético en el periodismo que lo censure, eso si, si el entrenador al que se jalea es de otra ciudad y ha protagonizado escenas igual o más bochornosas, la afición sólo es fiel y el entrenador es una persona impulsiva, de fuerte carácter e integrado aunque esté un poco “loco”. De lo que periodistas reconocidos en la profesión dicen no poder opinar, porque no están viviendo allí o porque no serían “objetivos”, faltando a su obligación de informar como durante 3 años ha hecho D. Santiago Segurola, venerado por casi todos pero que ha omitido mucha información sobre el entrenador del equipo del que es aficionado reconocido, por amistad con él, cenas y colaboraciones profesionales mediante y ha ametrallado con su opinión a otro entrenador 3 ó 4 días a la semana durante 3 años, en lo que yo creo una manera de informar totalmente subjetiva, falta de ética y utilizando el poder de los micrófonos y el papel, para disparar sólo en una dirección. 

Fdo. Toni spk