

Recuerdo aquellos tiempos no tan lejanos, cuando el periodismo deportivo era un periodismo de información e investigación, una profesión que te invitaba a plantearte si hacer la carrera. Por aquél entonces nos comprabamos el periódico o escuchábamos la radio con el único afán de informarnos, hoy no encontramos respuestas a ese afán, hoy solo se leen y se escuchan opiniones de unos cuantos que con su bufanda al cuello se olvidan de algo que en esa profesión siempre será innegociable, la objetividad. A mi particularmente me da mucha pena ver como esto se ha convertido en un duelo al amanecer. Periodismo dividido en regiones y en lineas editoriales, o lo que es lo mismo, "tu llámame tonto y dame de comer". El caso que nos ocupa esta semanita ( que ganas tengo de que se termine por Dios ) es el cansino caso Cristiano. Esta claro que hay tanta diversidad de opiniones como opinadores somos y todas ellas válidas. Ellos, los periodistas, están convencidos de que nos dan lo que queremos leer o escuchar o dicho de otra manera, que se creen que somos tontos. Es por ello que viendo las portadas de dos periódicos con intereses antagónicos, no es difícil adivinar que están convencidos de nuestra tontería, es obvio que tienen claro que nosotros no hemos visto la jugada. Pues una cosa les diré no solo a los directores de estos dos periódicos, si no al resto de directores tanto de radio como de papel dedicados al deporte, señores, nosotros los lectores u oyentes tenemos una clara ventaja ante ustedes, nosotros no vendemos nuestras opiniones ni se las hipotecamos al que nos paga, nosotros las regalamos, eh ahí que sean opiniones sin grilletes, opiniones que nunca habitaron entre rejas. Solo les diré una cosa, por mucho que griten en las tertulias y por muchos titulares prefabricados que nos quieran meter por los ojos, nosotros seguiremos opinando en el silencio que da el anonimato, por que ya se sabe que uno es dueño de sus silencios y exclavos de sus palabras y ustedes siempre vivirán en la exclavitud de las mismas.
Fdo: Carlos el pelijas.