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| Vietto celebra el gol de la victoria. |
Amanecia Madrid con semblante triste, una tristeza vestida de gris plomizo, un dia que invitaba más a escribir sobre una triste despedida o incluso a un desengaño amoroso que sobre un partido de futbol, y es que Madrid es una ciudad que no sabe poner buena a cara al mal tiempo.
Se daban cita en la ribera del Manzanares dos equipos que ocupan los puestos altos de la tabla clasificatoria, tanto rojiblancos como castellonenses habitan en la lucha por cotas tan distintas como similares, los unos en lucha por una liga que a día de hoy siguen defendiendo, los otros por un puesto europeo que les permita asentarse en el futuro inmediato y borre de una vez por todas un pasado tan reciente como amargo. Aún así el Vicente Calderón presentó la peor entrada de la temporada, la tarde invitaba más a pijama, manta y sofá.
Cuando esta el equipo del cholo por medio queda poco espacio para la sorpresa, es un equipo que hace muy bien lo que sabe hacer pero quizás no tenga más planes que el "A", se mueve en un registro determinado y le cuesta horrores salir de él. Por contra el conjunto de Marcelino si tuvo ese plan "B" del que careció el equipo local. Comenzó entrando en el cuerpo a cuerpo que propone siempre el Atletí y le aguantó todos y cada uno de los asaltos, no tuvo rubor en meterse en las cuerdas y dejar que su oponente se fuese dejando el aire en golpes al cuerpo, golpes que amoratan pero no tiran.
La primera mitad fue plana, sin ocasiones claras, si acaso un disparo de Koke lejano que pasó cerca del palo izquierdo de la meta amarilla, una parada de Asenjo a disparo de Tihago y un contragolpe del Villarreal en el que a Cheryshev le sobró campó y le faltó aire, nada que nos sacase del tedio, no apareció Arda ni estuvo Cani, sin ellos es mas difícil amortizar la entrada.
El caso es que los de la ribera del Manzanares salieron decididos, fueron a buscar a los amarillos arriba y por momentos lo arrinconó pero el conjunto castellonense tenia claro lo que se iba a encontrar y parecía contar con ello, era cuestión de mantener la guardia cerrada y no perder la concentración.
Nos fuimos al descanso sin motivos para sonreír, el partido era el espejo del día que hacia en la capital, frío, desapacible, desagradable en definitiva. Nos sobró hasta bocadillo.
La segunda mitad fue algo mejor, pero poco. El caso es que el comienzo nos hizo ilusionarnos con un disparo que rozó el palo de Moyá y un remate a bocajarro de Mandzukic que disparó con un rifle sin punto de mira y estrelló el balón contra el portero, en las estadísticas no le cuenta como parada. Corría el minuto 13 de la segunda cuando Mandzukic marcaba un gol, que no subiría al marcador, el tanto lo anuló el colegiado por presunta falta sobre un defensor en el remate y es que hay piscinazos ajenos.
El Atleti solo mejoró con la entrada de Cerci, sino en el juego si en el empuje, todo el peligro que llevaba el conjunto colchonero llegaba como siempre por alto, poco bagaje para un equipo que es el actual campeón y que tiene jugadores para proponer mas repertorio en su juego. Empezaban a notar el desgaste los locales, los golpes empezaban a no encontrar al adversario y es que cuando falta aire escasean las ideas y sin estás no hay fútbol. El Villarreal se dio cuenta de que su rival miraba pero no veía y comenzó a tirar contras en superioridad numérica pero cuando tenia a Moyá a su merced fallaba por impreciso unas veces por falta de creencia otras.
El partido se había roto definitivamente, era cuestión de quien iba a ser el que acertara y fueron los de la Plana los que encontraron el camino al gol en un contraataque en el que Moi la puso en largo y Vietto se zafó de Godin con un recorte seco que hizo crujir la cintura del uruguayo al que dejó siguiéndole con la mirada, encaró a Moyá y le batió con un disparo lleno de fe, en el disparo iba la fuerza que le quedaba al argentino, la poca que le quedó la gasto en la celebración.
De ahí al final fue un quiero y, ni puedo ni sé, para el Atleti, que siguió mandando balones al área confiando en su juego aéreo, que quizás este bien como recurso en finales como el de hoy, lo peor es que es el mismo recurso que utiliza desde el minuto uno.
Los de Simeone se alejan de la cabeza a golpe de dudas creadas, los de Marcelino dan un paso muy importante para asentarse en la zona noble, tuvo fe y creyó en que se podia, el premio fueron los tres puntos; y todo esto sucedió en una noche donde Madrid se quedó con frío y rostro triste, como se levantó en la amanecida, viendo como un submarino tomaba el Manzanares.
Fdo: Carlos el pelijas.
FICHA TÉCNICA:
ATLÉTICO DE MADRID: Moyá; Juanfran, Godín, Miranda, Siqueira; Tiago, Gabi (Cerci, min.69), Koke, Arda Turan (Mario Suárez, min.75); Raúl García (Griezmann, min.63) y Mandzukic.
VILLARREAL: Asenjo; Gaspar, Gabriel, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Trigueros (Tomás Pina, min.63), Bruno Soriano, Jonathan dos Santos, Cheryshev; Uche (Moi Gómez, min.66) y Vietto (Rukavina, min.89).
GOL: 0-1, min.85, Vietto.
ÁRBITRO: Pérez Montero (Col. Andaluz). Amonestó a Arda Turan (min.28), Mandzukic (min.41), Juanfran (min.44) y Koke (min.87) por parte del Atlético de Madrid. Y a Uche (min.17), Jonathan dos Santos (min.41) y Trigueros (min.54) en el Villarreal.
ESTADIO: Vicente Calderón, 37.000 espectadores.
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