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Serio Ramos culminó su gran semana goleadora. |
El finalista de la Champions tenía todo a su favor y debía ganar a los valencianistas, que fueron víctimas de la mala suerte y sufrieron un mazazo enorme el pasado jueves, con la eliminación a manos del Sevilla de Emery en Mestalla, en el minuto 94 y tras una remontada épica pero inútil. Con la dolorosa eliminación y ningún papel a jugar en la competición doméstica, visitaban el feudo madridista, con un aura completamente opuesto de felicidad y euforia; la espectacular clasificación para la finalísima de Lisboa ante el Atlético de Madrid, goleando al todopoderoso Bayern de Guardiola y convirtiendo en reales todas las esperanzas de años anteriores por ganar la décima, hacía soñar con un pinchazo del Atlético en Valencia contra el Levante, y ganando, poder soñar también con el triplete. Y si el horizonte no fuera suficiente, el Levante aderezó la gran semana blanca con una victoria en el Ciutat, en un partido espeso de los del Cholo, que aunque mantienen la ventaja en el puntaje particular con sus vecinos perseguidores, pierden la comodidad con la que afrontaban el final de liga. Por ello, ganar en el Bernabéu y asegurar al menos la foto finísh para nombrar campeón, eran todo alicientes para los de Ancelotti, pero la liga aburrida y previsible ha acabado por ser la más competida del continente.
Carleto presentaba un equipo de garantías como todo el año, con la gran noticia de la convocatoria de Sami Khedira tras su grave lesión y la noticia de la inclusión de Casillas en dos partidos de liga para preparar la final de Lisboa. En cuanto a descansos, Marcelo suplía al revulsivo Coentrao, Varane al imperial Pepe e Illarra al lesionado Modric, además de la entrada de Isco por Ángel Di María; el bajo rendimiento de estos y de algún títular habitual fue una de las claves del mal partido local. En los de Mestalla Pizzi salia con lo poco que le quedaba vivo y con la difícil labor de mantener a flote a un equipo, sin ningún objetivo a corto plazo y no ser la víctima de un Real Madrid al alza.
Los primeros minutos fueron de dominio merengue, con una gran ocasión de Cristiano que disparó raso al cuerpo del meta valencianista; pero la excesiva tranquilidad reinante y el hecho de no marcar pronto las ocasiones que se iban produciendo, solo reflejaba una posesión clara pero sin verticalidad alguna. La baja intensidad hacia que Isco no encontrara huecos y esa tensión necesaria para desequilibrar, Bale lo intentó durante todo el partido pero acabó pitado por la falta de acierto y Benzema y Ronaldo no tenían al jugador probablemente más determinante de la liga tras el luso, Di María, que enlaza, desequilibra y si no puede chuta con muchísimo peligro.
Ronaldo empezó a fusilar a discreción a Diego Alves, pero el portero brasileño se erigió ayer como el mejor jugador del partido y empezó a amargarle la tarde a Ronaldo; el luso a punto estuvo de estrenar el marcador, tanto en un tiro raso que Alves despejó con una gran mano, como en un tiro a bocajarro que también blocó. no sería ni mucho menos lo último que pararía el meta visitante. Eso no fue todo, ayer resurgió la figura del portero titular suplente Diego López, primero con una gran parada a cabezazo de Parejo y la ayuda del travesaño; después Feghouli casi sin ángulo enganchaba un disparo durísimo y el de Paradela rozaba lo justo para desviar a córner, en una intervención espectacular que Ramos celebró con el portero. Córner que provocaba el 1-0; antes del 44, el Valencia botaba el saque de esquina y apareció Mathieu para rematar de cabeza, ante el marcaje férreo y fallido de Varane, que permitió que el francés rematase para silenciar al Bernabéu. Tampoco pudo salir Diego a despejar ya que quedó enganchado en el tumulto.
El 0-1 pegaba el segundo auténtico revolcón a la competición tras la derrota del líder ante el Levante y en ese momento, el Barça dependía de el mismo para hacerse con el título, si vencía a los rojiblancos en un último partido de infarto, de locos vamos. Ancelotti ya había puesto a calentar a alguno de los suplentes y el gol aceleró posibles cambios en la estrategia para el segundo tiempo. De hecho, en la segunda mitad saltaron todos menos Illarra, que no encuentra su sitio y fue sustituido por Ángel Di María, en la búsqueda del desconcierto que suele crear el argentino; y eso fue lo que produjo, en pocos minutos un centro suyo pudo suponer un penalty por manos dudosas y recibió una amarilla por sus protestas, pero la tensión volvía al juego. Feghouli recibía perfectamente los robos de Parejo y Keita, con un Javi Fuego que defendía con todo, molestando mucho a la espesa media madridista; las bandas no eran un peligro para Joao Pereira y Bernat, porque Carvajal tuvo que defender más que atacar y Marcelo culminó esta temporada con una actuación deplorable. El que algunos apodan "el mejor lateral del mundo" cursa dos temporadas nefastas, con titularidad o sin ella pero nefastas.
Con el Madrid volcado y la ansiedad paseando por el césped, llegó el empate; Ronaldo cabeceaba y asistía dentro del área a Sergio Ramos, que ya era un delantero más y empataba el partido, entre trompicones por recuperar el balón de dentro de la red. El Bernabéu se animaba y las sonrisas volvían a las caras que se veían sufriendo, remontando y con la victoria para recuperar la lucha por la liga; Minuto 68 y gol de Parejo; con el 2-1 las risas se apagaron; Feghouli centraba desde la derecha y un balón perdido caía para que el ex madridista marcara por abajo a Diego y tuviera el decoro de no celebrarlo; vive un gran momento el de Coslada. Tocaba zafarrancho y en eso el Madrid si se desenvuelve como nadie, Cristiano seguía machacando la portería rival y Alves seguía rechazándolo todo; la tensión aumentaba, el Valencia comenzó lógicamente a perder el tiempo no sólo por el resultado, si no porque después de lo del jueves, no quedaba ni aire. Se sucedían los cambios y el dominio blanco era total, con todos atacando y un gran Dani Carvajal cubriendo cualquier atisbo de contraataque posible, en memoria de su abuelo y siendo uno de los destacados ayer.
Clos Gómez anunció para la tablilla 5 minutos y a Pizzi se le saltaron las Google glass, pero las pérdidas de tiempo y el cambio de Parejo, que tardó en salir lo que los otros 5 cambios, resultaban eso como mínimo. Morata con sus pocos minutos de rigor, optó en un arrancada por chutar desde fuera del área, gen de delantero total, en lugar de pasar a Ronaldo, lo que desató la ira del portugués, que imagino reflexionaría después sobre la bronca que le echó al chaval.
Pero en el 93 apareció primero Di María, que sin saber que hacer, centró a la "olla" en lugar de buscar el disparo y después apareció el "bicho", que con un plantillazo de espaldas inverosímil, empataba la contienda y enfurecía a todo madridista cercano a él con un gol para recordar. Ya no quedaba tiempo para más y el Real Madrid salvó los muebles de milagro, en un pésimo partido pero guardando alguna opción para postular al título y lo no menos importante, mantenerse en esas opciones por encima del eterno rival, que aún yendo tercero, por momentos tomaba la bandeja que le estaban sirviendo los de Chamartín con la liga encima. Se avecinan dos jornadas no aptas para personas delicadas de cualquier órgano vital y las espadas en todo lo alto, con la incertidumbre que generaron los tres equipos en sus encuentros, ante rivales a priori, muy inferiores.
FICHA TECNICA:
REAL MADRID CF: Diego López; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Illarramendi (Di María, min. 45), Xabi Alonso, Isco (Casemiro, min. 71); Bale, Benzema (Morata, min. 83) y Cristiano.
VALENCIA CF: Diego Alves; Joao Pereira, Ricardo Costa, Mathieu, Bernat; Javi Fuego, Keita; Feghouli, Parejo (Vezo, min. 89); Vargas y Paco Alcácer (Jonas, min. 66).
GOLES: 0-1, min. 44: Mathieu 1-1, min. 58: Sergio Ramos 1-2, min. 65: Parejo 2-2, min. 90: Cristiano.
ARBITRO: Clos Gómez (Comité Aragonés). Mostró cartulina amarilla a Di María (min. 50) por parte del Real Madrid y a Keita (min. 70) y Feghouli (min. 91) por parte del Valencia.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 36ª jornada de la Liga BBVA. Estadio Santiago Bernabéu, 81.044 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Eliseo Carvajal, abuelo del futbolista de Dani Carvajal.
Fdo: Toni SPK.
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