LEVANTE UD 1- FC BARCELONA 1. BLAS DE LEZO, UN HOMBRE Y MEDIO.

El Levante celebra el gol que le dio un punto.

En 1741 Don Blas de Lezo, marino de Pasajes, defendió Cartagena de Indias, en una guerra que empezó por una oreja - como lo leen -, del ataque de la flota más grande que jamás habían visto los tiempos, solo se superó unos cuantos siglos después por el desembarco de Normandía. La ciudad era de extrema importancia, se consideraba la llave del Imperio pues era el puerto desde el que partían nuestros galeones aprovechando las corrientes y los vientos del Caribe, encontrándose escondida por una bahía de difícil acceso. El almirante inglés, Vernon, se plantó allí con cerca de dos cientos barcos y veintiséis mil hombres, Don Blas, tuerto, cojo y manco – por lo que le llamaban medio hombre o pata palo -, contaba con sus fortificaciones, seis navíos de línea, unos dos mil quinientos soldados y un coraje e ingenio que le dieron la victoria. Así llegó el Barça al Ciudad de Valencia, como los ingleses, sin margen de error, altanero por el siete cero del partido que inauguró la temporada y con una superioridad en presupuesto parecida a la de Vernon con respecto a Lezo, si me permiten la licencia, esta noche Vernon será el Tata y a Don Blas de Lezo le llamaremos Caparrós.

Comenzó la batalla con una ceremonia entrañable, la entrega de una camiseta a Juanfran, primer jugador que ha sudado, que este es de los que sudan, cien veces la zamarra del Levante en primera. Un gesto bonito, algo así como las caballerosas cartas que Vernon y Lezo se cruzaron después de que el inglés tomara Portobello con mucha facilidad por encontrarse la plaza desguarnecida. Pero el Ciudad de Valencia no estaba desarmado, Caparrós, nuestro Blas de Lezo, sacó un cinco cuatro uno pegajoso, que por momentos metía un pivote en la defensa llegando a verse una línea de seis granotas. También maniataron a Messí, el mejor de los casacas rojas, que en todo momento sintió en el cogote el aliento de Simao y Diop. Y como en Cartagena, la primera victoria parcial fue para Lezo, que con acciones de guerrilla logró repeler varias veces el desembarco enemigo, lo que junto con su invención de unir dos balas de cañón con una cadena desarbolando barcos como si fueran plátanos, hizo mucho daño al invasor. Les hablo del uno cero. El Barça encajó su primer gol del año en el minuto diez a la salida de un corner, Vyntra se encontró con poca oposición para clavarla al segundo palo. Piqué no llegó a tapar su zona y el estadio echó las campanas al vuelo. Por lo que llevábamos visto no parecía que fuera el Barcelona a tener fácil la conquista, la defensa de la plaza era intensa y aguerrida, además de noble, no se emplearon con especial dureza los de Caparrós, no les hizo falta. Pero solo ocho minutos más tarde Piqué quiso deshacer el entuerto y devolvió el gol, igualito que el del Levante, corner, error en la marca y uno a uno, los ingleses reventaban el primer anillo defensivo, caía el fuerte de San Luis de Bocachica tras heróica resistencia, el acceso a la bahía quedaba franco.  

El Barcelona era incapaz de encontrar su juego. Atascado arriba con un Messi demasiado lejos del área, Alexis estuvo lento y torpe y a Pedro le faltaron espacios, no voluntad. El plan de Caparrós funcionaba, el Tata Vernon hacía cruces con las manos a la espalda, hasta el descanso, los suyos solo generaron peligro en un contragolpe con disparo final de Xavi y una falta lejana. Por eso cuando la segunda parte empezó con una llegada peligrosa de Montoya, por un momento dio la sensación de que la batalla iba a ser diferente, pero no fue así, dominio sin profundidad y continuas emboscadas que hacían que los ingleses cayeran una y otra vez en fuera de juego. 

Pero la superioridad de los casacas rojas, ayer más de amarillo que de rojo, era tal que poco a poco iban empujando, y entraron en un cuerpo a cuerpo que se abrió en el cincuenta y ocho con una doble oportunidad de Messi y Xavi respondida por Navas y Juanfran. Poco después de nuevo Messi lo intentó, los ingleses se venían arriba sin duda, pero poco más consiguieron. En Cartagena de Indias la tropa de Vernon se encontró con un clima maldito al que no estaban hechos, calor, mosquitos, ciénagas y fiebre amarilla, recordando mucho a lo del Barça, que tras el arreón volvió a su empanada, no sabían por donde atacar y se llevaron alguna contra peligrosa, como los remates de Pedro López o de Ivanschitz, Valdés también brilló antes del desenlace de la batalla. 


Solo quedaba el castillo de San Felipe de Barajas. En él se resguardaba lo poco que quedaba de la agotada tropa española. Don Blas ordenó hacer más profundo el foso, de modo que cuando los ingleses llegaran las escalas que tenían preparadas para el asalto no valieran. Hizo zanjas por las rampas del castillo para que no pudieran poner la artillería de asalto, y dispuso trincheras cruzadas para cazar a los ingleses cuando cargaran. A la vez envió al enemigo dos falsos traidores que los guiaron al punto exacto de la muralla por donde les estaban esperando, el resultado fue una escabechina tremenda. Del mismo modo el Barcelona fue incapaz de volver a hacer daño al Levante. Dieron el centro por perdido y solo intentaban colgar balones al área, pero allí había tres centrales que lo sacaban todo. No se explica como quitó a Pedro del campo para dar entrada a Tello que sin metros por delante pierde su mejor virtud, a pesar de que él tuvo la mejor ocasión poco antes en el descuento.   

¿Quieren saber cómo terminó la batalla? Cuando los ingleses estaban exhaustos, reunieron de nuevo a su tropa, unos mil quinientos contaban, y la dispusieron para volver a cargar contra los muros. Fue entonces cuando Don Blas de Lezo abrió las puertas del castillo y sacó a todos los hombres que le quedaban, en su mayoría marineros. Por aquellos años la tropa española era temida por su crueldad en la lucha cuerpo a cuerpo, y aquellos trescientos valientes, mal comidos, agotados y heridos en buena parte, tenían también muy mala leche y se tiraron a la formación enemiga como perros furiosos poniéndolos en fuga. Tocaron la gloria, como Caparros, el empate le sabe a victoria. El todopoderoso Barça sin margen de error tropezó en el Ciudad de Valencia contra un enemigo a priori menor, pero ahí estaba el Levante, con sus medios, con sus hombres y con mucho amor propio. Cuentan las crónicas que cuando Vernon abandonaba Cartagena de Indias, desde la popa de su formidable navío grito “God damn You Lezo” (Dios te confunda Lezo), aunque la verdad, no creo que el Tata llegara a tanto.   

Dedicada a la memoria de Don Blas de Lezo. Injustamente olvidado por nuestra historia, nunca leí nada de él en los libros de texto del colegio o instituto, nuestra Armada sí lo recuerda, siempre tendrá un buque operativo con su nombre.  

También se la dedico a mis amigos Orteguianos David Sánchez y Jose Luís Esparraguera, ellos sí saben quien fue el “pata palo” o “medio hombre”, va por ustedes. 

FICHA TECNICA:

LEVANTE UD: Keylor Navas, Vyntra, David Navarro, Juanfran, Nikos; Pedro López, Diop, Simao, Rubén (El Adoua, m.73); Ivanschitz (Sergio, m.87) y El Zhar (Ángel, m.56). 

FC BARCELONA: Valdés, Montoya, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Busquets, Fabregas (Sergi Roberto, m.73), Xavi (Dongou, m.84); Alexis, Pedro (Tello, m.76) y Messi. 

GOLES: 1-0, m.10: Vyntra. 1-1, m.19: Piqué. 

ÁRBITRO: Del Cerro-Grande (C. Madrileño). Amonestó por el Levante a Ivanschitz, Sergio y Juanfran, y por el Barcelona a Mascherano. 

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vigésima jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio 'Ciutat de Valencia' ante 24.063 espectadores.


FDO: Antonio Porlán Arcos.