JUVENTUS 2 - REAL MADRID 2. CONQUISTAR NO ES ENAMORAR.

 

CR7 Y GB11, Una pareja letal.

Devolvía visita el equipo blanco a la Juventus y lo hacia para pisar por primera vez el césped del nuevo Juventus Stadium, otrora Delle Alpi; Llegaba a la capital del Piamonte uno de los transatlánticos de la liga española, un transatlántico que navega en un mar de dudas, sin brújula que marque un rumbo, confundiendo puntos cardinales, de puerto en puerto sin dejar un amor en ninguno de ellos, solo conquistas de noches esporadicas. Son esas dudas por las que navegan los de la capital de España las que nos hace preguntarnos, ¿a que juega este Madrid?, la respuesta se hace esperar y en este club las esperas suelen tener prisa, mal endémico, quizás impuesto por su propia grandeza y su eterna prisa. Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia y este club se pregunta ¿que es eso de la paciencia?, pues es algo que aunque el periodismo reinante hoy en día no tenga, seria muy aconsejable que si la tuviera la propia afición, que por otra parte, es la única que se la puede transmitir al mismísimo club, su club.

Se citaban en la ciudad de Torino dos grandes, dos históricos, unos se jugaban casi la existencia, los otros el prestigio. Los locales ponían la guapura, los visitantes el músculo, aquellos un buen marido, estos un gran amante, los transalpinos te ofrecen una relación sin mucho sobresalto, los ibéricos te regalan noches locas, unos amor, otros sexo.

Saltaban los de Anccelotti al césped de Turin de naranja, un naranja de esos que te regala un bello amanecer o un triste ocaso, y lo hacia con el recuerdo aún fresco de la lamentable segunda mitad de vallecas, recuerdos de los que solo se borran si se consigue algo sonado, Turin parecía el escenario ideal para ello, en la dificultad es donde mejor se maneja el triunfo, el éxito e incluso la gloria, eso si, siempre vigilado muy de cerca de la derrota, del revés e incluso de la condenación. Así que pasen y vean.

Volvía a la alineación el 14, lo hacia de naranja, no era el flaco Cruyff, era el tolosarra Xabi Alonso, ese jugador que detrás de su aspecto de naufrago  esconde un timonel en peligro de extinción, un timón al que aun le queda engrasarse pero que posee la jerarquía de los que tienen las coordenadas que conducen a tierra firme, es el faro por el que el equipo se guía, por su haz de luz todos caminan más seguros, el primero, el balón.

Los de Anccelotti sabían que hoy era un día para jugar con el maillot de líder, eran los italianos los que tenían que atacar, a ellos les bastaba con seguir la rueda, pero la primera mitad fue un constante demarraje de los de Conte, los de Carlo solo podían hacer la goma y por momentos hacernos pensar que el tío del mazo andaba rondando con la pájara a flor de piel. El porqué, se atisbaba en el centro del campo, mientras Llorente perseguía a Xabi, Benzema parecía huir de Pirlo y una vez más el nacido en Flero nos deleitó con su manera de ver los que otros imaginan, cuando Pirlo levanta la cabeza ve huecos al otro lado del horizonte. Aun así la primera llegada la tuvo el Madrid, fue una cabalgada del de Madeira que acarició el palo de Buffon en el minuto 9, le siguió otro disparo de Bale, pero sin embargo fue en el 16 cuando llegó la más clara hasta el momento y la tuvo la Juve, Iker ejerció de Casillas, una de esas paradas en las que la túnica hace su labor, paradón de los que te salvan de hogueras ya encendidas, no fue el único, en el 27 hizo otra de las que ya se conocen como "casillianas", Iker en estado puro. No, no esperen debates en esta humilde crónica, de esos ya se encargan los que "saben".

La Juve era dueña y señora del partido y por momentos se volvía a ver ese Madrid vallecano, si acaso con algo más de orden pero dejando que el aficionado tuviera motivos para dar rienda suelta a sus miedos. El equipo, anoche naranja, parecía fiar todo a los tres de adelante, a los que ya se conocen como la BBC, Bale, Benzema y Cristiano, con el riesgo que ello conlleva, para ello el equipo es capaz de saltarse el conducto reglamentario, es como querer hablar con el teniente sin hacerlo primero con el sargento, y con ello matan lo que es la vida en el fútbol, el medio campo, allá donde se crea, donde se trazan los caminos, allí donde realmente nace el río de juego que debe morir en el mar de la portería contraria, en definitiva, donde aflora el fútbol.

Y así se nos iban marchando los primeros 45 minutos, con una Juve que ya merecía más y un Madrid que no merecía menos que lo que le iba a llegar cinco minutos antes del descanso, corría el minuto 40 y llegaba el ya habitual penalti con el que el conjunto madrileño se auto castiga últimamente, si fue o no eso lo discuten ustedes, mientras yo les cuento como Vidal lo transformó, los penaltis que entran suelen ser goles sin más, este además fue un golazo, imparable e inapelable, ejecución perfecta.

Con el pitido final nos íbamos a refrescar el gaznate, lo haciamos con el ceño fruncido y la ceja alzada cual Anccelotti de turno. Un Madrid otra vez abstracto y una Juve que mereció ponerse por delante antes del penalti. Lo que nos podría deparar la segunda mitad era el tema de conversación allí donde todos somos entrenadores, la barra del bar. Son tantos debates los que hay abiertos en el madridismo que nos faltó tiempo en ese cuarto de hora para arreglar el mundo.

Sin duda el Madrid que saltó al terreno de juego para iniciar la segunda mitad era otro Madrid, si de naranja, pero otro Madrid, el de la primera parte fue el naranja de ese triste ocaso que les comentaba anteriormente, este nos traía el del bonito amanecer. De pronto el caos se convirtió en orden y la locura en cordura y así a los 6 minutos un tremendo error de Caceres lo aprovechó el siete, el de Madeira, el triturador de récords, el gran Cristiano, que encaró escorado y cruzó al palo largo sin importarle que delante estuviera Buffon, él no conoce, él cuando ve portería entra en trance, otro gol más, otro odio menos, al final le querrán.

El Madrid salió como debería haberlo hecho desde el minuto uno, como un grande, haciéndose dueño del balón y del juego ante una Juve que empezaba a palidecer viendo lo que se le podía venir encima. En el 10 llegó un disparo de Xabi que golpeo violentamente en el larguero, me dicen que no hay problema, que está asegurado a todo riesgo. Pero las cosas que tiene el fútbol, fue en el minuto 12 cuando tuvo que volver a aparecer la figura del de Mostoles para realizar otra parada salvadora aunque al final fuera Pepe quien sacara bajo palos. La ocasión no desnortó al conjunto español que había salido con la convicción y la seguridad de la que carece en otras ocasiones, el ¿por qué?, quizás en la respuesta este la solución. Lo cierto es que apenas dos minutos después llegó el segundo de los de Carlo, fue en un desplazamiento en largo para Cristiano el cual controla y pincha un balón que llegaba por las alturas, elevo el empeine y lo bajó con la precisión que lo hacen los dieces, una vez tuvo el balón a su merced lo puso a la merced de Garet que entraba por la derecha, este controló, recortó y armó el disparo a una velocidad que consiguió que los tres movimientos fueran uno, demostró que en el oeste americano hubiera vivido muchos años, "Bale el niño". El disparo fue seco y rotundo, las balas no matan por su tamaño si no por su velocidad y las que dispara el de Cardiff no dejan desconchones, solo un orificio limpio y pulido. Si tenemos en cuenta que el galés esta a un 65% de su tono físico no cabe más que esperar con paciencia para ver a un jugador descomunal que mientras llega a su punto va aportando, de momento cuatro asistencias y tres goles en los tres últimos partidos, lo que se traduce en haber colaborado en 7 de los 12 goles del equipo. Le queda mucho por mejorar pero ya se intuye que muchos deberán ir guardando la silla de ruedas que le tenían asignada.

Los segundos 45 minutos del equipo de chamartin fueron dignos de ese escudo que lucen en el pecho que por momentos algunos parecen olvidar, pero una vez más el fútbol no entiende de méritos como no lo había hecho anteriormente con el conjunto italiano y así fue que llegó el empate con un gol de Llorente que estuvo tan listo como torpe Varane, el cual en vez de atacar al balón dejó que el balón lo atacara a él y entre esas dudas aparecieron dos ojos azules para cabecear como se podía a la red. Varane completaba un partido para olvidar, de esos que te hace una rasgadura en la confianza, es lo que tienen los buenos, que hasta los errores los hacen magistrales, nada que no cure el paso del tiempo y la perdida de la juventud futbolistica.

Y así se nos marchaba el partido, con un Madrid musculoso y potente cual Cristiano, puro vigor no exento de calidad, la conquista que te deja boquiabierto, por otro lado una Juve que baila al son de de Pirlo, él es pulmón y medio en el equipo bianconero, a él como a la vieja señora le quedan bien el paso de los años, con ellos siempre la arruga será bella, por eso ellos enamoran mientras los otros te ofrecen el desenfreno de una noche loca, dos maneras distintas de dar placer, dos formas antagónicas de deleitar, ustedes eligen, amor o conquista.  

FICHA TÉCNICA.

RESULTADO: JUVENTUS, 2 - REAL MADRID, 2 (1-0, al descanso).

ALINEACIONES.

JUVENTUS: Buffon; Cáceres, Barzagli, Bonucci, Asamoah; Vidal, Pirlo, Pogba, Marchisio; Tévez (Quagliarella, min.82) y Llorente (Giovinco, min.88).

REAL MADRID: Casillas; Ramos, Varane, Pepe, Marcelo; Xabi Alonso (Illarramendi, min.70), Khedira; Bale (Di María, min.75), Modric, Cristiano, y Benzema (Jesé, min.81).

GOLES:

1 - 0, min.44, Vidal, de penalti.

1 - 1, min.52, Cristiano Ronaldo.

1 - 2, min.60, Bale.

2 - 2, min.65, Llorente.

ÁRBITRO: Howard Webb (ING). Amonestó a Modric (min.35) y Varane (min.41) en el Real Madrid y a Pirlo (min.45) y Bonucci (min.82) en la Juventus.

ESTADIO: Juventus Stadium. 46.696 espectadores.

Fdo: Carlos el pelijas.