UD ALMERIA 0- FC BARCELONA 2. ALMERIA, TIERRA MADRE DE LA VIDA PADRE.

Messi se retiró lesionado tras marcar el primero.

 Este título tan sonoro era el eslogan de unas pegatinas que se vendían en el famoso quiosco de los tostones del Paseo de Almería. Allí, mayores y pequeños, compraban palomitas y pipas recién tostadas y hacían gala al nombre de la avenida. También vendían pegatinas para los coches, tan de moda en los ochenta, yo no era más que un niño y aquella en concreto me fascinaba. Almería siempre ha sido una ciudad honrada, trabajadora, que supo hacerse grande a pesar de su naturaleza agreste, que supo sacarle al Mediterráneo su pan de cada día y arrancarle al desierto una riqueza donde solo se encontraban decorados para los spaghetti western. Y por otro lado, una ciudad portuaria de aire marinero, que siempre supo divertirse. Ahora es famosa por el tapeo de sus bares al estilo de Granada (o viceversa), y su feria cada vez más grande que hay quien ya la pone a la altura de la malagueña o sevillana, pues eso, ayer el Barcelona se dio a la vida padre, no fue obligado, no sufrió y disfrutó de este precioso rincón de Andalucía. 

Llegaron los culés con el famoso récord entre ceja y ceja, el siete de siete, y el Tata con sus cosas, Xavi y Neymar en el banquillo, y el órdago de que si no se ganaba la liga, esto de los récords era tan inocuo como darle bicarbonato al que tiene hambre. Almería siempre ha sido un campo muy particular para el Barça, aún recuerdo a Guardiola gritándole al trencilla por el pinganillo del cuarto árbitro, o el cero a ocho de hace tres años, el último precedente fue un empate a dos, claro que fue en segunda y contra el “B”. 

Los del Tata Martino lucieron su famosa empanada de los primeros compases del partido, con un Almería que se sabía el guión establecido de apretar arriba y al medio campo para robar, y que consiguió colgar un par de balones con cierto peligro sobre los palos de Valdés, sin embargo, muy pronto Iniesta obligó a Esteban, jornalero de la gloria como diría García, a dejar un escorzo precioso para sacar el balón a córner. Poco más ofrecieron los locales, que se comprimieron atrás juntando las líneas confiándolo todo a las contras que pudieran lanzar. El caso es que taparon bien y aparentemente el Barça no encontraba los caminos, veíamos a Messi demasiadas veces acercarse a la medular para entrar en juego, pero el Barça se encontró cómodo, solo era cuestión de tiempo. 

El uno a cero llegó en el veinte fruto de una pared preciosa entre Messi y Pedro que el argentino culminó con un zurdazo marca de la casa, de rosca, al palo y a la red, inalcanzable para Esteban. Era el veinte de la primera, a partir de aquí el Barça se tiró a la vida padre, pero nadie ha dicho que fuera barata, el bíceps femoral más famoso del mundo volvía a resentirse, la cuenta de la juerga iba a ser muy alta, de momento de dos a tres semanas, lo mismo que dijeron el año pasado y fueron tres meses. Xavi entró por Messi y Cesc pasó a falso nueve, media punta o como ustedes quieran. 

También vimos a Alexis por la izquierda, pero como lo del cero, ya me entienden. Y el Barça tapeó a sus anchas, aperitivismo que le dicen, y no hay mejor sitio para eso que Almería. Los locales encajaron malamente el gol y se descolocaron, bajaron en la presión y solo nos ofrecieron algún latigazo más antes del descanso obra de Vidal, que se la robó a Alves, se fue de Barta, también de Piqué, y cuando armaba la pierna el propio Bartra lo dejó con la miel en los labios, estuvo bastante bien este canterano que pide minutos a gritos. Rodri probó a Valdés con poco acierto y a los vestuarios. 

La primera parte dejó claras dos cosas, que Almería difícilmente iba a hacer daño y que el Barça sin Messi no tiene picante, por lo que se vaticinaban unos segundos cuarenta y cinco minutos de tapeos, de ferias y de poco fútbol y eso fue lo que tuvimos. 

El partido murió en el cincuenta y cinco. Fábregas apareció por banda izquierda para meter un balón cruzado a la frontal del área chica donde un hiperactivo Adriano solo tuvo que empujarla. El dos cero abrió una larga fase en la que los azulgranas tocaban, tocaban, tocaban y volvían a tocar, y los rojiblancos se cansaron de ir a buscarla. De aquí al final apenas se contabilizaron un par de ocasiones claras en las botas de Tello o Alves y nada más que llevarnos a la boca. 

Que aburrimiento no tendría la parroquia local, que cuando cogía su equipo el balón coreaban cada pase con un “olé”, estamos en Andalucía señores. Ahora que para aburrimiento el de Neymar, el Tata lo tuvo calentando hasta el final del partido desde la lesión de Messi, recuerden que les hablo del treinta de la primera mitad. Este gesto va a dar que hablar, sobre todo por la cara que se le quedó al muchacho que no merece que le hagan estas faenas, el mister y sus cosas, que ya empiezan a cansar a parte de la afición culé, pero eso sí, de momento no hay quien le tosa, siete de siete, veintiún puntos de veintiuno y campeón del único título disputado.  

FICHA TECNICA:

UD ALMERIA : Esteban; Nelson, Pellerano, Trujillo, Christian; Verza (Hélder Barbosa, m. 79), Marcos Tébar; Suso, Soriano (Ramón Azeez, m. 61), Aleix Vidal (Dubarbier, m. 64), y Rodri. 

FC BARCELONA: Víctor Valdés; Dani Alves, Bartra, Piqué, Adriano; Cesc Fábregas, Busquets, Iniesta (Jonathan dos Santos, m. 90); Pedro, Messi (Xavi, m. 28) y Alexis (Tello, m. 80). 

ARBITRO: Ayza Gámez, del colegio valenciano. Amonestó a Verza (m. 27) de la UD Almería, y a Bartra,  y Busquets (m. 87) del FC Barcelona. 

GOLES: (0-1, m. 20: Messi. 0-2, m. 55: Adriano.  25) 

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la séptima jornada del Campeonato de Liga de la Liga BBVA, celebrado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, con 11.975 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Antonio Cintas, padre de Juan Carlos Cintas, entrenador de la UD Almería B.

Fdo: Antonio Porlán Arcos.