ESPAÑA 0 - ITALIA 0. LA MALDICION DEL TABIQUE.

Jesús Navas marcó el penalti definitivo.

  Sentado cómodamente frente a la pantalla y enfundado en mi camiseta de la nacional con el nombre de Xavi a la espalda, me vino a la memoria aquel lejano Campeonato de U.S.A. 1994, aquella coleta de Roberto Baggio, el paradón de Gianluca Pagliuca al torpe chut de Julio Salinas y aquel codazo de Tassotti, que se llevó por delante el tabique nasal de Luis Enrique. Pero rápidamente me he trasladado al siglo XXI y he recordado la maldición del tabique para los trasalpinos: Desde aquella rotura de los huesos propios de la nariz de Luis Enrique no nos han vuelto a vencer en partido oficial y tras aquella maldición hemos vivido europeos, mundiales... hasta hoy?. Ya les adelanto que no, que la maldición continúa.

 Reconozcamos de entrada que la alineación de Del Bosque presentaba una evidente apuesta ofensiva: con 9 y con cuatro falsos nueves. Nada más sacar de centro y antes del primer minuto Pedro ya había tenido dos ocasiones ante la altísima presión de la rojigualda. Alrededor del cuarto de hora inicial, Italia decidió reflejarse en el espejo de España y la luz se refractó en la azurra con mas fuerza si cabe. Viniéndose arriba, los trasalpinos estaban tan agustito con y sin balón y comenzaron a ganarnos la espalda con una pasmosa facilidad. Prandelli colocó un perfecto 5-4-1 que nos las hizo pasar peor que nunca, perfectamente acompasados, la orquesta italiana tocaba a rebato una y otra vez. Entre la torpeza de algún rematador y las apariciones de un nuevo San Iker, la mejor de las noticias fue que el partido se fuera al descanso con las gafas en el electrónico. Italia había sido superior y desmontaba por completo toda la teoría de la posesión (65-35 para España).

 Tras visitar nuestro bar (como bien apunta siempre el maestro Pelijas), Prandelli se hizo el valiente al vernos heridos y sacó a Montolivo por Barzagli; errooooor. Del Bosque no tardó ni cinco minutos en retirar del campo a un inoperante Silva y sacar al ruedo al matador Jesús Navas. El efecto Navas fue inmediato e Iniesta tuvo un despertar realizando la jugada del partido hasta que chutó cuatro metros fuera, pero ya llovía menos, mucho menos. A partir de la hora de partido los testigos naranjas del aviso de gasolina baja empezaron a encenderse en algunos jugadores. Italia pareció volverse a venir arriba, pero entre el poco y la nada languideció el partido y nos marchamos irremisiblemente a la prórroga.

PRORROGA:

 Ay! como comenzó la prórroga, Italia estrelló un balón en el palo de los que en siglo XX entraban por la escuadra y te ibas para casa, para variar. Pero esta España moderna ya tiene cuajo internacional y esa florecilla que siempre necesitó un equipo campeón. Tras ese susto inicial se agotó del todo el depósito italiano y la rojigualda se hizo con el mando absoluto del partido, creando más ocasiones que en los 95 minutos anteriores. Italia ya no quería jugar, lo fiaba todo al punto fatídico, pero tuvimos nuestro palo: un lanzamiento de Xavi que se estrelló en la escuadra, una mano de Chielini no pitada por Webb, Jordi Alba solo delante de Buffon y balón al graderío, Piqué en dos ocasiones. Toda esta revolución tuvo un punto de inflexión cuando a los 8 minutos de comenzada la prórroga, un físicamente destrozado Fernando Torres dejó su lugar a un Javi Martinez, que, cual táctica de balonmano jugó de 9 cuando atacábamos y de escudero de Busquets cuando defendíamos. Pasaba el tiempo e Italia ya no es que no quería jugar, es que se desmayaban, así que nos fuimos a la mal llamada lotería de los penaltis.

PENALTIS:

 No recuerdo tanta sangre fría en tandas de penalti históricas con dos equipos de tanta enjundia. Los 12 primeros goles fueron un prodigio de calidad: amagos, panenkas, rasita y al palo, por la escuadra, un festival de como se lanzan penas máximas, pero cuando llegó el penalti decimotercero y fue a patear un central de cuyo nombre Prandelli no quiere acordarse, lo lanzó alto. Solo quedas tú: Jesús Navas, demuestra cuan torero eres y cuando chutó Navas nos mandó directamente a la histórica final de Maracaná frente a Brasil. En otro siglo hubiéramos perdido este partido con absoluta seguridad; ahora Italia ha de penar con el estigma de LA MALDICIÓN DEL TABIQUE.

FICHA DEL PARTIDO: 

España: Casillas, Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba, Busquets, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.52), Pedro (Mata, m.79) y Fernando Torres (Javi Martínez, m.94).

Italia: Buffon, Maggio, Barzagli (Montolivo, m.46), Bonucci, Chiellini, Giaccherini, Pirlo, De Rossi, Candreva, Marchisio (Aquilani, m.79) y Gilardino (Giovinco, m.91).

Tanda de penaltis: 1-0: Candreva. 1-1: Xavi.2-1: Aquilani. 2-2: Iniesta. 3-2: De Rossi. 3-3:Piqué. 4-3: Giovinco. 4-4: Ramos. 5-4: Pirlo. 5-5: Mata. 6-5: Montolivo. 6-6: Busquets. 6-6:Bonucci. 6-7: Navas.

Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Piqué (105) por España, y a De Rossi (65) por Italia.

Incidencias: partido de semifinales de la Copa Confederaciones, disputado en el estadio Castelão ante la presencia de 59.000 espectadores. Los capitanes Casillas y Buffon leyeron en los prolegómenos del partido un manifiesto en contra del racismo. Italia portó brazaletes negros en memoria de Stefano Borgonovo.

Fdo: Diego J. Cerrato.