MIS OTROS CAMPEONES DEL MUNDO CAPITULO IV

MIGUEL DE LAS CUEVAS; (SPORTING DE GIJON)

Mañana, lunes 2 de abril, hará un año que Miguel de las Cuevas entró por la puerta grande de la historia del Sporting de Gijón. Aquel día en el estadio Santiago Bernabéu el Sporting se presentaba como habitual víctima propiciatoria de un Mourinho que llevaba la friolera de 9 años sin perder un partido de local. Pero el destino tenía reservada una sorpresa desagradable al special one: Sangoy combinó en pared con Nacho Cases y éste trazó un medido pase de la muerte; entonces Miguel de las Cuevas, emulando a su idolatrado Romario, paró el tiempo, se colocó, observó a Casillas y disparó raso lamiendo la cepa del poste, había imaginado ese gol mil veces en su play-station a la que está enganchadísimo. Ese 0 a 1 entraba de golpe en la historia de un Sporting que solo había vencido dos veces en el coliseo blanco. En la locura de la celebración, ese chaval de Alicante (muy de su tierra) seguro recordó aquellas primeras patadas a un balón en Los Agustinos. Y seguro que recordó también cuando comenzó en serio en esa fenomenal cantera ilicitana llamada Kelme; o cuando tras jugar en el juvenil del Hercules, Josef Visnicj le hizo debutar en el primer equipo, cuando en la 2005/2006 los alicantinos agonizaban en el pozo de la segunda B; pero Miguel de las Cuevas había llegado a su culmen: jugar en el primer equipo de su idolatrada ciudad. Fue en 2006 cuando el Atlético de Madrid llamó a su puerta y pagó los 300 mil euros de su clausula de rescisión. Miguel de las Cuevas se convirtió en la sensación de la pretemporada colchonera hasta que una criminal entrada del paraguayo Jorge Britez en el trofeo Teresa Herrera entre el Nacional de Montevideo y el Atleti, destrozó su tobillo, dejándole mas de un año en el dique seco. Miguel seguía con su positivismo habitual: "es un golpe muy duro, pero estas cosas pasan en el fútbol, no hay que lamentarse, sino mirar hacia adelante". Y vaya si miró adelante, miró durante larguísimos 486 días hasta que en un partido de copa del Rey contra el Granada 74 suplió a Diego Forlán y volvió a sentirse futbolista; y futbolista de los importantes para el Vasco Aguirre. En la 2008/2009 jugó muchos minutos con el mejicano e incluso debutó en la elitista champions league. Lastimosamente su bagaje internacional se limita a la selección sub 19, con el añadido anecdótico de que el día de su debut en Badajoz coincidieron por única vez dos herculanos sobre el terreno de juego: él y Sisi. Cuando el verano de 2009 le fichó el Sporting de Gijón, Miguel ni soñaba con que el destino le tenía preparado otro guiño con la historia, en este caso del club asturiano, por un gol casi dos años después en el estadio de Chamartín. Tras ese gol alzó los brazos enloquecido y sus 1.75 se convirtieron en muchos metros de altura para poder volver a mirar adelante y esperar otros guiños del destino. Ha nacido un ídolo del sportinguismo.



Fdo: Diego J. Cerrato.