APOEL 0 - R. MADRID 3. EMPEZÓ LA SAMBA Y SE ACABO "EL" CHiOTIS.

Se prometía un partido de esos que para salir ilesos te exigen una goleada y buen juego, todo lo que no sea así se convierte en criticas gratuitas. Vivimos en un país que es propenso a la falta de respeto al contrario y por muchos bofetones que ya nos hemos llevado seguimos haciendo bueno a Paco Martinez Soria en Don Erre que Erre, en fin somos Españoles. El partido se presumía de esos típicos partidos europeos, rival muy inferior, campo pequeño y más que perder que ganar. Los Chipriotas salieron con la táctica de la ilusión, para ellos era su final de Champions y una noche para la historia y como tal la tomaron, pero por desgracia la ilusión sola no puede mover montañas como dicen que hace la fe, dieron lo que pudieron mientras les aguantó el físico y eso fue poco y menos, mientras, los blancos tenían el balón, para nada pero lo tenían. Cuando se dice que en el Bernabeu no gusta el fútbol de toque muchos se echan las manos a la cabeza, para esos les aclaro, no gusta este tipo de toque, inocuo, intrascendente, lento, cansino, horizontal, es como dar vueltas por el barrio por que no sabemos donde ir, eso es lo que no gusta ni a la afición del Madrid ni a ninguna afición creo yo. Así transcurrió la primera mitad, entre bostezo y bostezo daba tiempo a ir a por una cervecita a la nevera, solo Cristiano que no tiene en su vocabulario la palabra horizontal buscaba la vertical, 45 minutos para olvidar, alguna ocasión clara y alguna intervención del meta Chiotis. Era tal el aburrimiento que dio para examinar a Sahin en una titularidad tan inesperada como bienvenida, el muchacho estuvo aseado, lejos del jugador de la Bundesliga pero es de esos que desprende aromas de gran futbolista y en un par de ocasiones dejo detalles de esos que te insuflan esperanzas en que todo llegará. La segunda mitad comenzó con el mismo guión, el del aburrimiento, el equipo necesitaba algo que lo desperezase y en medio de esa anarquía salió un ácrata del fútbol, Marcelo, un jugador que vive a otro ritmo, al fútbol se juega como se es y su forma de entender el fútbol es su filosofía de vida, con él y la inestimable ayuda de Ricardo Kaká el partido cambio su decorado, ambos dibujaron una sonrisa en un equipo que empezaba a fruncir el ceño, fue entonces cuando el partido dio un vuelco espectacular, empezó el lío, el desorden y fue cuando mientras el Apoel se preguntaba ¿quienes son estos? el Madrid mató el partido, a la locura de Marcelo y a la calidad de Kaká se sumo rapidamente Karim al que se le hizo la luz con la entrada de los dos brasileños, que gran partido el del galo. Así que tuvo que ser la samba de dos brasileños la que tumbara al "CHiOTIS", por cierto gran actuación del portero hasta ese momento, y así resolver la eliminatoria en Nicosia y poner al Madrid en semifinales. Ahora sin pausa hay que mirar al Sadar, allí será otra historia muy distinta, espera un At. Osasuna que busca meterse en Europa y que no hará concesiones de ningún tipo a un Madrid consciente de que ganar la liga pasa por ganar en Pamplona.



Fdo: Carlos el Pelijas.