R. MADRID 4 - RACING DE SANTANDER 0. UN MADRID HAMBRIENTO DEVORA AL RACING

Decía James Howell que un hombre hambriento es un hombre enojado y así salio el equipo blanco que acostumbrado a comer dos veces por semana ha visto como se le reducía el alimento a la mitad y como bien decía el Sr Howell esto le ha cambiado el humor. Si a esto le sumamos que el hambre agudiza el ingenio pues pasa lo que ha pasado esta noche en el coliseo de la Castellana, abrir la jaula y salir al sprint en pos de su presa ha sido todo una. Las matemáticas dicen que la linea recta es el camino más corto entre dos puntos y precisamente ese fue el itinerario que decidirieron coger los de Mou, para que perder el tiempo en perseguir en zig-zag. Al minuto seis ya había dado el primer zarpazo a su presa Cantábrica y es que era tal el asedio que el Racing comprobó que en la capital también suceden las Galernas que devastan lo que se encuentran a su paso. Los cántabros bastante tenían con soportar el temporal que les acechaba y entonces en minuto 39 Cisma decidió que era hora de refugiarse en el vestuario, porque no le expulso el arbitro, se autoexpulsó el mismo olvidándose de que hay que tener clase hasta para morir, en fin, en el pecado lleva su propia penitencia, dejar a tu equipo con tres patas cuando el que te pretende parece tener cinco es un pecado sin salida posible. Así pasó, justo antes del descanso Karim dio el bocado definitivo. Si algo bueno tuvo el equipo norteño fue que no se desmoronó e intentó imitar al Levante de hace una semana, con menos brillo si, pero la actitud fue la misma, la de morir con la clase que le faltó a Cisma. El segundo tiempo sirvió para que el Madrid empezara a pensar en la ropa de abrigo que se va a llevar para combatir el frío moscovita, siguió atacando por que no sabe jugar de otra manera, solo la entrada de Di Maria nos daba la esperanza de alguna asistencia "made in fideo" o alguno de esos goles a los que nos tiene acostumbrados, esos que primeros los celebras y luego te preguntas ¿como lo ha hecho?, pues dicho y hecho, dos en uno, primero un pase a Kaká de los que ni siquiera desde el gallinero uno es capaz de adivinar y a la siguiente el golazo al que no pudo llegar Toño y no será por que no lo intentara por que la estirada fue colosal, que gran portero tiene el Racing. Pero por muy buen arquero que tengas si los que disparan son francotiradores se hace complicado detener munición tan certera y disparada con tan mala leche, para ejemplo el cuarto, dispara Benzemá, ¿disparo o misil? , llamenlo como prefieran. Poco más se puede reseñar del partido de esta noche, ahora toca seguir, cada uno a lo suyo, el Racing debe darse cuenta que con esta actitud se puede conseguir la salvación, el Madrid saber que este es el camino a seguir hasta la meta, la del hambre, fíjense como será que hasta Kaká vio una amarilla, este equipo quiere y lo que es mejor, puede.