R. MADRID 4 - LEVANTE U.D 2. NOCHE DE DIECES EN EL BERNABEU

Que partido más entretenido nos han brindado merengues y granotas, es de esos partidos en lo que se debe dar las gracias a los dos contendientes, al Madrid por hacer del ataque un modus vivendi y al Levante por preocuparse más de sacar los colmillos que de esconder el rabo. El partido empezó y enseguida se vio que era la misma película pero con distinto reparto, gol tempranero del visitante y se desata la tormenta futbolistica del líder, lo que no se imaginaban los locales es que esta vez les iba a salir un contrario tan respondón como ordenado y convencido de que podían hacer daño a los de Mou. El primer gol llegó a balón parado y cuando aún los uniformes estaban impolutos y los jugadores lucían todavía peinados inmaculados, despiste ya habitual de la defensa blanca que aprovecha Cabral para remachar sin oposición, las miradas pueden asustar pero no paran balones. A partir de ahí el Madrid se convirtió en un torbellino de colores, como cantaba la faraona, las llegadas eran aludes para el Levante pero en vez de dejarse enterrar luchó contra la ventisca y decidió que si había que morir por lo menos fuera él el que eligiera la forma de hacerlo. La primera mitad fue un continuo querer y no poder de los de la capital y un Levante con orden y concierto pero llegó la jugada absurda del partido, un penalti tan absurdo como penalti, yo soy de los que piensa que la pena máxima es eso, máxima y que la expulsión debe de ser más cara de lo que se ha cobrado por ella. Quedaba todo un segundo tiempo por delante y los levantinistas con un jugador menos, el que más y el que menos imaginaba que lo que tardara en caer el gol blanco seria lo que duraría el partido, craso error, los azulgranas hicieron un segundo tiempo que yo aconsejaría a muchos entrenadores de los que llegan al coliseo de la Castellana perdidos de antemano que le echaran un vistazo y vean lo que es el orgullo de un equipo que aún sabiendose inferior obliga al contrario a que se lo demuestre, si señor, chapó. Los segundos 45 minutos no solo no sobraron si no que además sirvió para amortizar la entrada con tres golazos que pagaron la localidad. Mención a parte merece el del Portugués que era consciente que la firma del gol 4.000 del Madrid en su estadio en liga merecía una rubrica que quedara para el recuerdo y decidió mandar un obús que llevaba como metralla una folha seca de las que el portero solo puede escuchar, jamás ver. Pero ya antes había cazado en las alturas un pase del pipa que demostró que sus años al lado del 7 le ha marcado a fuego la lucha y el no dar nunca un balón por perdido. Los de la capital del Turia se negaban a ser unos meros invitados a la fiesta y seguían poniendo en problemas a los locales en cuanto tenían la oportunidad y entre ellas cazaron una contra digna de guardar en vídeo, velocidad, toque, precisión y golazo, no se puede más que aplaudir y admirar. Pero faltaba otro gol para enmarcar, el de Benzema, todo clase, facilidad en la dificultad, estética, gol de crack. Lo demás fue esperar a que pasara el tiempo pero por mucho que pase los destellos que se vieron ayer en forma de goles y en una jugada de Ozill que fue al palo jamás los podrá borrar. Así que el Madrid no perdonó la ocasión y se marcha a diez del Barça y bien sabido es que si el Madrid hay algo que siempre tendrá mejor que los cules es que son ,mejores perseguidores y lideres más sólidos, por que yo estoy seguro que si invertimos las posiciones antes de esta jornada el Madrid hubiera seguido creyendo en lo que el Barcelona ya dejó de creer a los 7 puntos. Así que si el Madrid se va a diez, el Levante merece otro diez por su partido, en definitiva, noches de dieces que podría haber firmado Ozill si en vez en el palo el balón va para adentro.