HOY HACE UN AÑO

El día que España fue eliminada contra Francia en el mundial de Alemania me pregunte lo mismo que todos los españoles. ¿Pero es que nunca ganaremos nada? mi frustración era palpable, mi "mala leche" más aún, tenía un sentimiento compartido de impotencia, la misma que sentian todos los miembros de mi familia que nos juntamos para ver el partido.
Pues si ese sentimiento con el paso de los años y de los acontecimientos afortunadamente desapareció, y como no, nos plantamos en la Eurocopa de 2008 en Austria y Suiza. En esta Eurocopa de imborrable recuerdo para todos y como no para mi mujer y para mi, ya que tuvimos la suerte de poder ver en directo en Innsbruck el partido contra Suecia y la final contra la todopoderosa Alemania de Ballack, Lehman y de Joachim Löw, vi un equipo con ganas de jota, con ese poco más que tiene los campeones que diferencia del resto para ganar.
Pues sí, después del partido en Innsbruck contra Suecia, aunque se gano sobre la bocina, mi mujer que tengo la suerte que de fútbol afortunadamente sabe un rato largo me dijo, "aquí hay final" , y la hubo. Después de un viaje accidentado cumplimos nuestro sueño de ver ganar a España.
Posteriormente llego el Mundial de tan grato recuerdo para todos, después del partido ante Suiza, la cual yo particularmente nunca le había visto ganar a España, en mi memoria me viene el 3-0 del mundial de Estados Unidos así como un 0-5 en Ginebra con un penalti fallado por el legendario Juan Señor, me entraron los canguelos que en opinión tenia una pequeña parte de España. Rafa Sahuquillo por el Facebook me tranquilizo diciendome que la moral estaba intacta así que no lo dude un instante. Así pues los partidos fueron pasando y afortunadamente España fue ganado no sin suspense, victorias trabajadas contra Portugal, Paraguay, hasta que llego la semifinal contra Alemania, como en todos los partidos del mundial, excepto contra Suiza, suerte tuvimos, nos juntamos en casa 14 personas que fueron aguantando los partidos desde el primero al último, sentíamos que como españoles ya no eramos ni de segunda categoría ni de tercera, sentíamos que podiamos ser campeones, lo veíamos, intuíamos un futuro brillante y la consecución de algo histórico nada más y nada menos que ganar un mundial.
Pues llego el día D, lo nervios al menos yo los tenia desde la mañana, concretamente desde que me levanté, fuí hablando con la gente, estos me decían que se iba a ganar, que tenían muy buenas sensaciones, y por fin llego la hora H, estábamos ya en casa y misteriosamente ese día todos llegaron a la hora, nadie llego tarde, cosa poco habitual en los anteriores partidos, era una sintonía perfecta, todos confiabamos en la victoria. Pues si el arbitro pito el comienzo, los minutos caían, España dominaba, Holanda solo repartía "lija", la tensión iba en aumento, hasta que vemos a Iniesta que se planta solo delante de Stekelenburg, ahí a cada una de las 14 personas que estaba en mi casa parecía que se nos iba a para el corazón, pero no, la pelota entro y en el minuto 116 España metió gol, la explosión de alegría fue tal que segundos después de meter gol, los cánticos de ¡¡¡¡¡campeones!!!! ¡¡¡¡¡campeones!!!!! empezaron a sonar entre nosotros. No nos lo acabábamos de creer, yo le decía al que estaba al lado mio "pellizcame que no me lo acabo de creer", y el solo me decía "Pedro no es un sueño somos campeones". El arbitro pito el final el Champán, el vino y la cerveza corrieron y brindamos por el sueño cumplido. Salimos a la calle y pudimos ver que era un sentimiento compartido y vimos que en Bilbao concretamente en la plaza Moyua estaba repleta de banderas españolas, aunque hubo intentos de reventar la fiesta por parte de los innombrables de siempre, pudimos ver a todo Bilbao en la calle celebrando la gran victoria, todo el mundo con camisetas y con banderas, con buen rollo, con ganas de juerga. En definitiva por un día se puede decir que tocamos el cielo, y ya podemos decir que somos respetados, en el mundo del fútbol ya podemos decir con todo placer, "yo soy Español". En resumen un día inolvidable para contar a nuestros nietos.

Fdo: Pedro Basterra.