SUEÑO CUMPLIDO

Por fín es nuestra.

Cuando aún siento calor en mis mejillas por las lágrimas derramadas, voy a intentar algo muy complicado, explicar con letras, sentimientos que pueblan estas cinco semanas que he vivido.

He reído, he sufrido, he cantado, he llorado, me he cabreado, he gritado, he saltado, han sido tantas cosas en tan poco tiempo que aun tengo que ordenarlas, pero ahora ya desde la felicidad, el sosiego y la inmensa tranquilidad que me da el saberme campeón. 

Ha sido un mundial muy especial para mi, el primer mundial que he compartido con tantos amigos que han aparecido en mi vida como apareció Puyol ante Alemania, para llenarme de felicidad. Creo que mis sensaciones habrán sido muy parecidas a las que has sentido tú, al fin y al cabo a ti y a mi nos une la roja. 

En mi último articulo publicado aquí en el blog decía que el mundial era lo que nos faltaba para alcanzar la cima del deporte mundial, pues bien, hemos dado los siete pasos que nos separaban de la gloria y ese último amigo que nos quedaba por empujar para ser el rey del mundo lo hemos derribado a golpes de fútbol. Han sido siete pasos llenos de sufrimiento, angustia e incertidumbre.

Empezamos tropezando, la derrota nos estaba esperando en la linea de salida y nos dio un mazazo de los que te dejan las orejas tiesas y el rabo entre las piernas, de los que te hace ver la botella medio vacía, quedamos tan aturdidos que se nos vinieron a la mente los fantasmas de las grandes citas, esos que siempre se visten de injusticia en el momento justo. La espera que nos separaba del siguiente partido ante Honduras fue un calvario, ahí comprobamos que lo bueno se hace corto y lo malo eterno, pero llegó Honduras para darnos frescor en la quemadura y sentimos un gran alivio (2 - 0). 

Esperar a Chile fue más llevadero, la ilusión nos echó una mano y repartimos el peso de la impaciencia. Un partido que empezó dibujando sonrisas y acabó con el ceño fruncido, solo un pacto de no agresión consiguió dejarnos caer sobre el respaldo del sillón, habíamos pasado a octavos y aún teníamos las orejas tiesas y con la promesa de no volverlas a bajar, eso si, el rabo (que palabra más peligrosa para un/a lect@r orteguian@) ya empezábamos a moverlo con más alegría. 

En octavos nos esperaba el país que pone cara a la península ibérica, Portugal, la que siempre esta y nunca aparece, como España hacia antes de hacerse la cirujía en Viena. Otro partido, otro sufrimiento, pero al final el Guaje descorchó la sidra y la escancio, y a golpe de Fado nos plantamos en cuartos. El rival Paraguay, parecía escondido bajo una lupa, que grande le veíamos, madre de Dios, parecían la quinta esencia del fútbol mundial y a su seleccionador nos lo vendían como el paradigma del trabajo, el inventor del fútbol. Otra victoria con desfribilador, primero un penalti de los que da rabia no poder discutir pero que Iker se encargó de atajar previa estirada de Reina ¿que como se puede hacer un gran mundial sin jugar ni un segundo? pues no se, que os lo explique Reina, y cuando a este país ya no le quedaban uñas por comerse apareció una vez más David para derrotar a Goliat, 1-0 y a semifinales, ahí la historia ya se empezó a dejar escribir con letras de oro. Pero nos esperaba Alemania y eso son palabras mayores, en su pecho ya lucen un firmamento y además en pleno resplandor, pero hasta ese firmamento se elevó Carles para rendir un merecido homenaje a la furia Española, que en los días en que vivimos se siente olvidada,"no te pongas celosa furia que esta copa también es tuya", y así en el mejor partido de nuestra España nos plantamos en la sala de espera de la gloria, la gran final del campeonato del mundo, un sueño para algunos y una realidad para todos. Una final que ponía en un brete al propio fútbol, tenia que decidirse por el no hay dos sin tres o por el a la tercera va la vencida, premiar la insistencia histórica de la Orange u otorgar el trono al mejor fútbol del planeta y decidió darles 120 minutos para ver quien hacia más méritos. 

Una imagen para la historia.

Los países bajos hicieron honor a su nombre e intentaron llegar a la copa a golpes, la roja lo hizo a través del dialogo fútbolistico y como dialogando se entiende la gente y además dos no se pegan si uno no quiere, pues pasó lo que era justo que pasara,
que apareciera un chavalito de un pueblecito de la Mancha de cuyo nombre si quiero acordarme, Fuentealbilla y demostrara a los Tulipanes como se puede hacer daño sin violencia, en ese momento es cuando el fútbol nos pidió perdón por tantas bofetadas sin manos como nos ha dado. 

Y entonces llegó la imagen que tantos años mirábamos con la indiferencia que produce la rabia de no ser tu el que sale. España entera levantó esa copa al cielo de Johannesburgo con el orgullo de saberse admirada y respetada por todo el planeta futbolistico. 

El abrazo de un sueño cumplido.

Lo que vino después fue simplemente mágico, un recibimiento sin antecedentes en España. Madrid puso la ciudad y España puso la gente, el resultado creo que no es necesario explicarlo, estuvo a la vista de todo el planeta. Creo que todos deseamos en algún momento estar en ese autobús, pero yo me doy por representado en la figura de Alvaro, hijo del seleccionador, en el vi mi alegría, mi curiosidad, mi sueño hecho realidad, mi momento de gloria, fue algo realmente emocionante el abrazo de padre e hijo, fue el abrazo de todo un país, un abrazo que quedara por siempre tatuado en mi memoria, un abrazo de sueño cumplido.





Fdo: Carlos el pelijas.