F.C. BARCELONA 2- VILLARREAL C.F. 1. LA ORDALIA DEL TATA.

Neymar ha cogido el mando.

Cuenta la historia que en la época medieval los acusados por cualquier delito, más o menos grave, tenían la oportunidad de demostrar su inocencia superando pruebas mortales por necesidad, si lo conseguían significaba que Dios hablaba en su favor, pero normalmente andaba fuera de cobertura como pueden figurarse. Imaginen el tipo de bromas a las que se enfrentaban, tranquilo colega, échate un buchito de cicuta que como eres inocente y dices la verdad con un almax se te pasa. El Barcelona ayer tuvo su ordalía, su prueba para demostrar que está en recuperación después de los últimos tiempos, algo en lo que no se confiaba mucho por la poca relevancia de sus últimas victorias, un equipo de segunda B y unas monjitas escocesas. Por eso anoche no todo el mundo ponía la mano en el fuego por los del Tata ante uno de los mejores visitantes de la liga, por cierto, esto también era una ordalía, le metían la mano en una hoguera al desgraciado de turno y si no se la quemaba era inocente, como es lógico todos resultaban culpables y ya los quemaban del todo, fíjense, de ahí nos viene lo de poner la mano en el fuego por nadie.

Así las cosas pitaba el árbitro con poco público en la grada, con el Barça acusado de falta de intensidad, entrega y la creatividad de antaño, y los amarillos como jueces muy válidos, al estar peleando por ser el cuarto en esta liga de tres, comenzaba un partido que desde el principio atufaba a difícil. Enseguida vimos que los de Marcelino no iban a ir al campo contrario a buscar la bola, pusieron dos líneas muy juntas, con cinco en el mediocampo, por las que era difícil pasar. Por su parte el Tata nos hacía mirar el equipo por los lados, prometía mucho el costado izquierdo con Alba, Don Andrés y Ney, velocidad, talento y arte, sin embargo el derecho parecía una verruga en la cara de Paul Newman con Montoya, Song y Alexis, aunque no se crean, al final, mal que bien, funcionó. En los primeros compases el Barça anduvo fino, en el cinco ya había saltado las astillas de la portería de Asenjo con un remate del bueno de Song tras recoger un rechace en un corner. Los culés estaban cómodos, conseguían espacios, robaban muy rápido en campo ajeno, que grande Busquets, y aparentemente arrimaban el ascua a su sardina, pero la red amarilla funcionaba y asfixiaba el último pase, el importante. Se reclamó un penalti sobre Cesc pero el que se pitó fue otro en el veintisiete por mano de Mario. Iniesta y Cesc se miraron y comprendieron que esta vez ya le tocaba a Ney, que antes de chutar se marcó una samba o baile de San Vito, y entre paradinhas acertó a poner a los suyos arriba en el marcador, era justo, uno cero, el Villareal ni la había olido.

Después una siesta para celebrarlo y de nuevo a la carga en los últimos minutos en los que poco faltó para subir el segundo al marcador. La tuvo Alexis, solo en la frontal de la chica, mal remate y mano milagrosa. Descanso. El Barça iba superando la ordalía, aguantaba la respiración como en la prueba del agua, ¿no la conocen? ataban a un fulano de pies y manos y lo echaban a un río al que antes habían añadido agua bendita. Si flotaba era culpable y lo quemaban, y si se hundía resultaba inocente, pues el agua bendecida no iba a acoger a un impuro, claro que si se les iba la mano y se ahogaba no pasaba nada, moría honrado, perdonado de todas sus culpas y con el buche lleno de agua sagrada, en manos de Dios ya me entienden. 

La segunda parte comenzó con el primer remate del Villareal, la primera aproximación digna de comentar que resulto un golazo de Musacchio. Incontestable remate en el minuto dos a la salida de un corner, jugada ensayada y ejecutada con precisión de cirujano, en la grada Puyol recordaba su gol a Alemania en el mundial de Sudáfrica. Todo empezaba de nuevo, la ordalía se torcía y los amarillos se animaban. Gio recordó a la parroquia que un día le ningunearon y por poco no la clava en un remate que se le va solo por un palmo. Nervios. Un mal rato de incertidumbre y poco fútbol. El Tata tardó un cuarto de hora en buscar la solución y dio entrada a Xavi por Song. En cuanto salió se notó y Cesc tuvo una clarísima, nuevo paradón de Asenjo. Marcelino metió a Uche en clara demostración de que iba a por el partido, pero poco tardó la cosa en enderezarse para los culés. Cesc colgó una bola al área en diagonal y la defensa amarilla salió malamente del fuera de juego, Alexis se encontró solo ante el portero y se la dio a Ney para que la empujara. Dos uno en el veintidós. Como no podía ser de otra manera desde ese momento el Barça se animó. Ney tuvo el Hat trick en un remate sin ángulo que de nuevo paró el de siempre, y poco después Iniesta enganchó una volea preciosa para que otra vez Asenjo, de largo el mejor de los suyos, volviera a lucirse. El juicio parecía que se superaba, el Barça sostenía las barras de hierro incandescente en las manos como hacían con los ladrones en Hungría, o lo superabas o te colgaban.

Terminó el partido con una amarilla a Ney tan tonta como sospechosa, le pidió pasos al árbitro y sacó justo cuando éste le decía que se esperara a que pitara, en fin, un tanto burda la cosa. Cumplirá ciclo en lo que parece un más difícil todavía, ahora que el Barça ha encontrado un jugador en racha, tendrán que viajar sin él a Getafe, campo que alguna vez se ha atragantado, como en la ordalía del pan y el queso, donde al acusado le daban tanto pan y queso a palo seco que no eran pocos los que palmaban atragantados, pero eso será otra historia.   

FICHA TECNICA:

FC BARCELONA:  Pinto; Montoya, Bartra, Piqué, Alba; Busquets, Song (Xavi, min.62), Iniesta; Alexis (Pedro, min. 84), Cesc (Sergi Roberto, m.87) y Neymar. 1 - 

VILLARREAL CF: Asenjo; Mario, Musacchio, Dorado, Jaume Costa; Pina, Edu Ramos (Uche, min.64) Trigueros, Aquino (J. Pereira, m.74); Hernán Pérez (Jokic, m.69); y Giovani. 

GOLES: 1-0, min. 29: Neymar, de penalti. 1-1, m.48: Musacchio. 2-1, min.68: Neymar. 

ARBITRO:  Ignacio Iglesias (Comité gallego). Mostró cartulina amarilla a Trigueros (min. 38) y a Neymar (min.85). 

INCIDENCIAS: Asistieron al encuentro 66.130 espectadores, en partido de la decimosexta jornada de la Liga BBVA disputado en el Camp Nou. La tarjeta amarilla mostrada a Neymar acarrea suspensión.

Fdo: Antonio Porlán.