GRANADA C.F 1 - R. MADRID 2. DE LA SALVACION A LA IMPOTENCIA.

Decía Francisco de Icaza: "Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada", y es que Granada es una ciudad para verla y no perder detalle, desde su barrio del Sacromonte o del Albaicín a la imponente Alhambra que al atardecer te invita a que la descubras como se funde con el atardecer desde el mirador de San Miguel, pero Granada también es una ciudad históricamente futbolera y anoche el granadismo sabia lo que se jugaba, ni más ni menos que mantener a esa ciudad en la primera división del fútbol español, su belleza lo merece. Se daban cita la necesidad y llamemosle el "capricho", la salvación contra la posteridad, los locales el repetir el año próximo categoría, los visitantes mantener el sueño de llegar a los 100 puntos y entrar a formar parte de la historia de los de Chamartín en tres digitos, lo jamás conseguido en la liga española. Los blancos saltaron al césped escoltados por el pasillo que deportivamente le brindó un club histórico como el Granada C.F. Suele ocurrir que pone más empeño el que huye que el que persigue y eso fue lo que pasó anoche a los pies de Sierra Nevada, los de casa querían los tres puntos y los forasteros aún estaban de "pasarela cibeles", y así llegó el primer gol en una perdida de balón de Marcelo que denotó que el brasileño aún estaba bajo efectos festivos pero ello no quita mérito al golazo que marcó Franco Jara después de una galopada, tal fue la potencia que Carvalho sacó bandera blanca, el portugués esta para el homenaje. La locura se desató en los nuevos Cármenes y la esperanza de la salvación empezó a poblar las gradas. La segunda mitad el partido transcurrió por la misma senda, el Madrid ni estaba ni algunos ya le esperaban pero la incursión de Xabi e Higuain ya le había dado otro aire al equipo que aún espeso empezó a cambiar la actitud viendo como el récord se desvanecía en su apatía. Fue en el minuto 80 cuando apareció Cristiano, para él no hay descanso post-festivo, para marcar y devolver la ilusión, quizás parezca una nimiedad el récord de los 100 puntos pero no lo es, el club y el madridismo lo quieren. La fe casi perdida en el récord se recobró en la misma medida que decreció en la afición rojiblanca por la salvación, esa que durante 80 minutos había sido una realidad, pero lo peor estaba por llegar y fue ya agotándose el tiempo de descuento cuando en una jugada de esas que demuestran que en ocasiones el fútbol es cruel, cuando David Cortés se marcó en propia puerta, ya no quedaba margen de maniobra, la salvación debería esperar una semana más. Lo que ocurrió a continuación no tiene explicación alguna, algunos de los jugadores de campo y del banquillo granadino rodearon al colegiado desde la impotencia que producen esos sueños que se sentían tan cercanos y que en un abrir y cerrar de ojos habían quedado hecho pedazos. Desde ese estado de animo es comprensible la alteración pero jamás la agresión cobarde de quien tira la botella y esconde la mano, eso es intolerable. Acusan al arbitro de no querer ver algunas acciones, con ello han denostado a Don Francisco de Icaza, ¿hay algo peor que ser ciego en Granada?, sí, no serlo y no querer ver.



Fdo: Carlos el pelijas.