UN ANCIANO EN PLENA JUVENTUD.

Me pongo a escribir y me doy cuenta de la suerte que tenéis los inmortales, tienes 110 años y estas hecho un chaval y no solo eso, estas en el mejor momento de tu vida pero también has tenido tus achaques no creas tu, aún así siempre gozaste de buena salud. También el llegar a estos años te hace feliz, siempre quisiste tener el pelo blanco, ese blanco que como dice tu himno es tu bandera, limpia y blanca... Han pasado por ti muchísimos jugadores que te han hecho grande, unos están, otros ya marcharon en busca de eternos pastos verdes donde seguir enfundándose tu camiseta de blanco impoluto, hoy también es el día de todos ellos y sobre todo de tu afición, esa incomprendida a la que solo tu entiendes. Me imagino que eres consciente de la capacidad que tienes para hacer feliz a los que te adoran, si, esos mismos que sufren cuando tu lo haces, por que tu sonrisa esconde millones de ellas que ríen contigo, como con tu llanto millones de lágrimas se derraman. Recuerdo el día que cumpliste la centena, vaya desastre de cumpleaños que fue, dos días preparando el cocido madrileño y al final se puso marisco, eso si del bueno, traído directamente desde A Coruña. Pues si 110 años y aún mantienes tus valores intactos,siempre admiraré que con la edad que tienes sigas con el coraje por bandera, la entrega, la lucha mientras exista una posibilidad por remota que sea, la rebeldía que muestras cuando hay alguien que es mejor que tu, no paras hasta superarle, esa es tu historia, la superación conseguida desde el sudor y la fe. Es lo que tiene ser el más grande, que desgasta y para que nos vamos a engañar, alguna arrugilla ya luces, pero son de esas que hacen atractivo, te hacen más interesante. De momento has conseguido algo único en la historia, el regalar a tu afición algo que a los mortales del presente jamás les podrá ofrecer su club, el trofeo al mejor club de un siglo, el madridismo si lo ha visto, los demás no, así de grande eres. Si Madrid si, 110 años y todo está por empezar, a pesar de tener la mejor sala de trofeos del mundo cada día empiezas de cero, el hacerlo te permite tener motivos de vivir, un nuevo reto, una nueva alegría, una vieja pena, una derrota, una celebración, una visita a la Diosa Cibeles, la gloria, el calvario, al fin y al cabo, la vida. Donde quedarán ya aquellos recuerdos que la memoria me sigue dejando vivir, tardes de mocitas madrileñas en un Madrid de tranvías. Entre Chamartín y el viejo pabellón de la ciudad deportiva, allí empecé ha sentir el terciopelo de tus victorias y lo áspero de tus derrotas por suerte han sido más las caricias que las bofetadas, por todo ello solo puedo darte las gracias. Cuidate y no cambies, tu siempre como el buen vino, los años te hacen más interesante, serás un anciano pero estas en plena juventud.

Fdo: Carlos el pelijas.