QUE ALGUIEN LE DESPIERTE POR FAVOR

Una vez más y cuando hace falta, ni esta ni se le espera. Me refiero al hombre burbuja, los que me leéis habitualmente sabréis que me refiero al ex "furgolista" y del que siempre dije que era políglota del sueño por su capacidad para bostezar y roncar en seis idiomas distintos, Don Angel Maria Villar. Vivimos en unos días donde el Premio Príncipe de Asturias se ha convertido en triste protagonista, y digo triste por que a mi particularmente me entristece mucho que en vez de hacer de este premio un justo disfrute, se haya convertido en una sucia pelea de intereses que a nadie interesa. Este tema está mal parido desde su nacimiento y la máxima responsable de susodicho parto es la R.F.E.F con su presidente a la cabeza, el cual sigue en estado de hibernación. Pero eso si, para hacer convocatorias absurdas como días de convivencia o amistosos inútiles al otro lado del mundo se muestra ávido, todo mientras que haya vil metal por medio claro, pero para convocar a todos los campeones del mundo en pos de recojer el premio quizás más importante que se da en España, mira para otro lado mientras sigue planchando la oreja y se echa otra cabezadita más. Era de preveer que si se deja en manos de los clubes la asistencia de sus jugadores, estos van a mirar por sus intereses por muy absurdos que estos sean o nos parezcan, y ya se sabe que el interés propio suele ir de la mano con el egoísmo y siempre muy lejos del interés común. Es patético que hasta su Majestad El Rey tenga que intermediar para exigir a un club la presencia de alguno de sus jugadores. Hoy en el gran Teatro Campoamor deberían de comparecer todos y cada uno de los que nos hicieron campeones del mundo, y cuando digo todos me refiero también a los anónimos que trabajan detrás del escenario, allá por los camerinos, aquellos que no reciben aplausos ni salen en la foto de familia, cuerpo técnico, médicos, utilleros etc etc... ellos también son campeones del mundo. No voy a entrar en valorar si Guardiola o si Mourinho o Emery o Caparros, esto no se trata de colores, por que el único color que existe en este caso es el rojo de la roja y el de un premio que lleva el nombre de un miembro de la casa real. Algún día nos daremos cuenta de la importancia de ganar un mundial en un país que nunca tuvo cultura de selección. No nos equivoquemos, la misma unión que demostramos para el festejo y la algarabía la deberíamos mostrar para estos asuntos que competen a la selección nacional, pero por lo que se ve esa unión fue tan efímera como ficticia. Y mientras tanto el ex "furgolista" sigue en su burbuja de moet chandon, que alguien le despierte por favor.

Fdo: Carlos el pelijas.