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| Una dupla que puede marcar época, Isco y CR7. |
Por ahora, el Barsa y Madrid siguen pensando en su duelo personal (Los atléticos prefieren no hacer ruido) y los culés golearon el sábado a domicilio al Rayo Vallecano, en lo que parecía el adiós al “tiki taka” por lo que los blancos no podían fallar, más cuando no pasaron del empate en la jornada pasada, en un mal partido ante un gran Villarreal.
Se confirmaba la alineación de "Carleto" con las necesarias rotaciones, teniendo en cuenta el repertorio de jugones con el que cuenta este año el equipo de Chamartin y los objetivos marcados para esta temporada, año de mundial; Descansaban Isco, Modric y Sergio Ramos, además de la baja conocida por lesión de Casillas, seguía Illarramendi con Khedira en el centro del campo y todos esperaban el estreno de Gareth Bale en su nuevo estadio, con la titularidad de Nacho en el eje de la zaga junto a Pepe, también a banda cambiada Arbeloa por las bajas de Coentrao y Marcelo, huelga decir que Di María y Cristiano se apoderaban de las bandas con Benzemá en punta, o casi.
Pero un gesto acaparaba toda la atención en el calentamiento cuando el galés, en su partido de debut en el Bernabéu, notaba un pinchazo en el muslo tras un disparo y se retiraba con molestias haciendo sonar las alarmas, segundos después, Ancelotti ponía a calentar a Isco y se incluía definitivamente como recambio del jugador de Cardiff, confirmando la baja de éste, además Varane entraba en la convocatoria para cubrir la plaza del de Arroyo de la Miel. Por lo que empezaba el partido con la esperanza de que la lesión del Galés no fuera nada serio, con el palco soberanamente tranquilo y con el bonito detalle de los jugadores del Madrid, portando una camiseta de apoyo a su ex-compañero Granero.
A decir verdad, la alineación inicial no hubiera respondido a ningún sistema tipo, con 3 extremos puros y un delantero nada puro, si no a la intención de que jueguen todos aunque no haya sitio, lo que, con Isco en el campo por el lesionado Bale, volvía al 4-3-3 tan anhelado por la prensa purista, con el famoso trivote (éste si es del agrado de críticos y opinólogos) en el centro del campo y el tridente arriba con la velocidad y anarquía como sello.
Comenzó el partido con un Cristiano entonado y Di María con ganas de seguir demostrando que valió la pena apostar por él, faltó poco para que el luso adelantara a los blancos cuando no se cumplían los primeros 5 minutos de partido pero no marcó, marcó el Getafe 5 minutos después; Una falta de Mosquera al portugués que se perdió en protestar en lugar de recuperar la presión, propició que Lafita llegara a zona de peligro y disparara desde fuera del área inicialmente sin peligro, pero Pepe desvió el tiro colándose y despistando a Diego Lopez, sin posibilidad de respuesta por parte del meta gallego.
Pero los blancos continuaron con el zafarrancho habitual, gracias a la explosividad de Di María y Ronaldo, junto a la sobriedad de Illarra con Khedira, encomiable en sus múltiples tareas controlando el centro del campo, con lo que una falta lejana servida a la olla, sirvió para que el luso volviera a lucirse adelantándose a todos y casi sin ángulo rematara, rechazando Moyá y Pepe en línea de gol sólo tuviera que empujarla, todo volvía a la normalidad y sólo quedaba esperar más goles para poner en voz los cánticos. Y el siguiente llegó con un penalty por manos de Michel en el minuto 33, protegiéndose del lanzamiento de Cristiano que González Borbalán no dudó en pitar, huelga decir que CR7 no falló y con el 2-1, no sólo adelantaba a su equipo si no que sumaba su gol nº 207, igualando así el récord del mítico e incomparable Hugo Sanchez con la camiseta blanca.
Se imponía la fuerza y la rapidez de los de Ancelotti frente a los intentos de defenderse con lo que podían de los azulones, varias faltas para frenar los ataques vertiginosos de los alas del Real Madrid y algún disparo al marco de Diego Lopez, que éste atajó con la seguridad que lo envuelve desde hace meses;
Al descanso y con el 2-1 los de Luis García, se iban a vestuarios intentando coger algo de fuelle, con el cambio de Lafita lesionado por el ex-madridista Sarabia y mucha preocupación, para encarar un segundo tiempo sin visos de mejora.
Con el partido encarrilado y trascurriendo como en los primeros 45´, de nuevo apareció el que ni siquiera debería haber jugado, la nueva perla blanca, Isco recogía dentro del área un saque rápido de Cristiano, gambeteaba y con una sobriedad pasmosa, marcaba el 3-1 con un golazo que volvió a poner en pie el estadio y que, con sólo 4 partidos, convertía al jugador malagueño de culo bajo, en otro ídolo del madridismo, haciendo olvidar a los que no están. En esta fiesta no podía faltar Cristiano, su voracidad hasta finalizados los partidos, lo convierte en el goleador más grande de la historia a falta de batir alguna marca más y en el 93´, sin piedad alguna, marcaba de tacón un espléndido gol, (el que hacía 208) y dejaba a Hugo detrás del portugués en los libros de los récords.
FICHA TECNICA:
Alineaciones:
Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Nacho, Arbeloa; Illarramendi (Modric, m. 76') Khedira, Isco (Jesé, m. 83'); Cristiano, Di María y Benzema (Morata, m. 79').
Suplentes: Jesús Fernández, Sergio Ramos, Casemiro, Modric, Jesé, Morata y Varane.
Entrenador: Carlo Ancelotti.
Getafe: Moyá; Arroyo (Rafa, m. 70), Lisandro, Alexis, Escudero (Roberto Lago, m. 46); Míchel, Mosquera; Pedro León, Lafita (Sarabia, m. 45), Diego Castro y Miku.
Suplentes: Codina, Rafa, Lago, Sarabia, Gavilán, Borja y Colunga.
Entrenador: Luis Garcia.
Goles: 0-1 M. 5. Lafita / 1-1 M. 19. Pepe / 2-1 M. 33. Cristiano Ronaldo de penalti / 3-1 M. 59. Isco / 4-1. M. 93. Cristiano.
Árbitro: Fernández Borbalán Amonestó a Carvajal, Alexis y Pedro León, y expulsó a Míchel por doble amarilla.
Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu: 70.063 espectadores. Saque de honor de Pili Peña, campeona del mundo de waterpolo.
Fdo: Toni SPK
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