El Granada celebra el gol de la victoria. |
Dieciséis minutos le bastaron a Brahimi para abrir y cerrar el partido en la misma jugada. Un balón perdido en campo ajeno por Song se transformó en una contra en la que a Montoya le tocó tapar la llegada del francés con ascendencia argelina, y aunque llegó, no pudo oponerse a su fortaleza física. Redundando, la empaló al primer palo, un golazo. El Barça se cargaba otra cruz a las costillas, pero esta ya no pudo levantarla. A partir de aquí se vieron ocasiones culés, una tras otra, pero la primera de las seis finales que le quedaban a los azulgrana se perdía en el camino del Calvario, y con ella la Liga. Tras el gol los de Lucas Alcaraz se tiraron atrás como le gusta al mister, conformaron un espeso complejo defensivo, como una autentica legión romana, para mayor castigo de este Nazareno azulgrana que ya no puede ni andar. No nos podemos olvidar del mérito de los granadinos que en todo momento fueron capaces de anular la creación y de conseguir que Messi estuviera siempre lejos del gol.
Las rotaciones por la final de Copa y las lesiones fueron otra corona de espino en la cabeza del Tata. Adriano, que en casos de necesidad se ha mostrado como un central válido, salió en su sitio, poniendo a Busquets en el eje de la defensa, resultado, ni en medio campo funcionó con Song, ni la defensa con Busi, cosas del mister. Alves, Alba y Xavi juraban en arameo desde el banquillo.
La segunda parte trajo la consolidación del meta Karnezis como internacional. El griego, haciendo de romano, sacó un recital de paradas para desesperación de los visitantes, y cuando llegaron a batirle siempre apareció otro legionario debajo del larguero para solucionar la emergencia. También tuvo su dosis de protagonismo el bueno de Pinto. Esta vez no por uno de sus regates en el área pequeña a dos palmos de la línea de gol, si no por un uno contra uno que le sacó a El Arabi cuando apenas faltaban un par de minutos. Montoya también destacó arriba y abajo, desbaratando un par de goles cantados en defensa, y asistiendo a los suyos en ataque, llegando incluso a estar cerca de marcar. Por lo demás cambios estériles y a destiempo, espesura, lentitud y menos profundidad que el mar muerto después de que Moisés le diera un par de toques a una piedra de la orilla con su vara.
El miércoles termina la temporada de este Barça que gane o no la Copa del Rey no pasará a la historia por nada en particular. Lo peor es que probablemente aún queden estaciones del calvario institucional y cosas tan sencillas y normales como reforzar el equipo en verano, no sabemos si estará al alcance del club, ahora dicen que ni los cedidos podrán regresar. Son demasiados los clavos en la cruz, demasiadas cruces en la espalda, en fin, pero esto es el Barça de un tal Messi e Iniesta, quien sabe, lo mismo el jueves leemos en este mismo blog algo así como . “Miércoles de Resurrección”, por la afinada pluma de Jesús Martínez.
FICHA TECNICA:
GRANADA CF: Karnezis; Nyom, Ilori, Murillo (Mainz, m.88), Foulquier; Iturra; Brahimi (Bravo, m.65), Fran Rico, Recio, Piti (Coeff, m.72); y El Arabi.
FC BARCELONA: Pinto; Montoya, Busquet (Alexis, m.74), Mascherano, Adriano (Alba, m.67); Song, Iniesta, Fabregas; Neymar, Messi y Pedro.
ÁRBITRO: Delgado Ferreiro (Vasco). Mostró cartulina amarilla a los visitantes Neymar, Messi y Busquets.
GOLES: 1-0, m.15: Brahimi Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante más de 18.200 espectadores.
Fdo: Antonio Porlán Arcos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario