Los goleadores y el debutante. |
Ancelotti, fiel a su eterna terquedad, volvió a sacar su 443 de gala. De fiesta, con perdón. Mucho esmoquin para trabajar en La Mina. Una mina dura, fría, pelada, recién arada. El partido fue discreto. El Madrid pasó de puntillas por Alemania y ganó tiempo. Lo más preciado que puede ganar a día de hoy.
En realidad, el Madrid jugó ordenado. Correcto. Con jugadores a muy buen nivel como Marcelo, Carvajal, Isco, Varane, para el que es vital jugar al lado de un formador como Pepe o Ramos. Está en la edad el francés. Posiblemente, el mejor central que veamos nunca. Igual de vital son las subidas de los laterales. Ayer, subieron. Parece ser que su osadía solo les permite hacerlo contra equipos débiles. O quizás sean órdenes, que lo son… Un Bale voluntarioso. Un Cristiano con exceso de impaciencia mientras cicatriza su herida. ¡Pobre! En el centro del campo, Míster Ancelotti hizo debutar, desde el principio, a Lucas Silva. De los pocos que se calzaron las botas altas y el mono azul. Me temo que no se lo quita nunca. El pico y la pala. Pin, pan. Pin, pan. Eso sí, sin luz en el casco. Y aunque voluntarioso, con una sola pierna. Lucas Silva es como el partido de ayer, un falso brasileño.
En la primera parte el Madrid tuvo el control del juego pero hasta el minuto 27 no tiró a puerta. Aun teniendo a Cocoliso, debutando en Champions con seis años recién cumplidos, en la portería contraria. Justo en ese minuto, en una subida por su banda, la derecha, Carvajal cuelga un balón con su pierna mala, la izquierda, al corazón del área alemán para que aparezca la figura de Cristiano. Por fin. ¡Alabado sea el señor! Poco después, Benzema pudo sentenciar, pero la necesidad obliga a madurar. Cocoliso se convirtió en hombre y hoy estará de fiesta. Con perdón. Mucho futuro por delante…
El partido no fue fácil por las condiciones del campo y, sobre todo, por la falta de identidad del Madrid. La que se quedó en Marrakech. El partido siguió plano. Como el Madrid. Plano. Sin alma, la de Ramos. Con el corazón roto, el de Cristiano. Sin ilusión, la de Jesé. Sin brillo en los ojos, los de Iker. Dejando pasar el tiempo hasta que alguien les devuelva su espíritu. Así están ellos y así desespera la afición.
En el minuto 79, cinco minutos después de que otro niño disparara al larguero de Casillas, Marcelo, lateral izquierdo, marcó, con su pierna mala, la derecha, uno de los goles de esta Champions. Sin duda. Celebró el Carnaval con un cañonazo desde la izquierda del área a la escuadra larga de la portería del Schalke. ¡Cómo son los brasileños de verdad!
Un Real Madrid sin alma clasificado para cuartos de Champions. La incertidumbre será larga y dura. El tiempo, cada vez más corto y frágil. O llega la reacción o la temporada será dolorosa. Muy dolorosa. Suspiro…
Fdo: Eduardo Sanchez de la Blanca.
FICHA TÉCNICA:
SCHALKE 04: Wellenreuther; Uchida, Höwedes, Matip, Nastasic, Aogo; Neustädter (Kirchhoff, min.57); Höger (Meyer, min.80), Boateng; Choupo-Moting y Huntelaar (Platte, min.33).
REAL MADRID: Casillas; Carvajal (Arbeloa, min.82), Varane, Pepe, Marcelo; Kroos, Lucas Silva, Isco (Illarramendi, min.84); Bale, Cristiano y Benzema (Chicharito, min.79).
GOLES: 0 - 1, min.26, Cristiano Ronaldo. 0 - 2, min.79, Marcelo.
ÁRBITRO: Martin Atkinson (ING). Amonestó a Kroos (min.9) en el Real Madrid y a Boateng (min.34), Neustädter (min.45+1) y Kirchhoff (min.63) en el Schalke.
ESTADIO: Veltins Arena. 54.442 espectadores.
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