22 años ya sin el de Fuengirola. |
El Madrid llegaba al partido navegando entre dudas, temores e inseguridades, secuelas de la onda expansiva proveniente del clásico, esa derrota supuso algo más que tres puntos, supuso una puñalada en el centro de la moral, del ánimo y de la creencia, la metralla llegó hasta el Sanchez Pizjuan donde los de Ancelotti se dejaron otro jirón de liga, una buena dosis de aliento y un sin fin de preguntas vestidas de porqués. Solo el equipo vallecano le supuso un rayo de luz por el que guiarse, y es que los goles son amores que viven entre redes y desenredan dudas.
Era evidente que el mayor rival en la noche de ayer del Madrid iban a ser ellos mismos, según llegase el equipo animícamente iba a transcurrir el encuentro, de lo que nos dijera el espejo de sus caras sabríamos lo que escondían en sus almas, y fue precisamente ese alma el que el equipo puso en los primeros 10 minutos de partido, en el 3 ya atronó el Bernabeu por primera vez en la noche, un robo de Benzema habilitó a Carvajal por su banda derecha y el canterano la puso para la entrada de Bale que definió de esa forma que utilizan aquellos que viven en reposo donde otros viven histéricos, en el área.
Con el gol se fueron inquietudes y malos augurios, el equipo se quitó la camisa de fuerza que le maniataba y se desmelenó, llámenlo desahogo, atrevimiento, furia, calidad, nervio, bravura, pasión o simplemente digan Juanito, y es que anoche hacia 22 años ya que nos dejara el de Los Boliches (Fuengirola), su espíritu inundo chamartin y en el minuto 7 sonó con más fuerza que nunca el ¡¡¡¡ ILLA, ILLA, ILLA...JUANITO MARAVILLA !!!!, don Juan Gomez devolvía la ovación desde el cielo orgulloso de ese Madrid que prometía acabar embarrado como en aquellos tiempos del supersónico, entre los miles que se rompían las manos en recuerdo del 7 había uno que a buen seguro estaba especialmente emocionado, un gran amigo del que esto escribe y que tiene en el malagueño a su fetiche particular, y digo tiene, porque para Rafael Lara Catalina, "tito", jamás morirá la leyenda de Juanito. Juan, ese rebelde con causa, ese loco genial, ese genio loco, ese corazón blanco, ese torero sin ruedo, aquel que lloraba con el dolor que causaba, aquel que pedía perdón sin matices, aquel que perdía la cabeza para encontrarla siempre, AQUEL GRAN MADRIDISTA.
Acabó el homenaje y empezó el partido con 1-0 a favor de los locales, y según fueron transcurriendo los minutos el equipo de la capital española fue bajando en intensidad a la par que iba disminuyendo el oxigeno. Pero sí hay algo que tienen estos equipos grandes es que un tropezón lo utilizan de catapulta, son capaces de regalarte su despiste, mientras te lo piensas, el despiste es tuyo y el gol de ellos. Corría el minuto 26 y en plena caraja blanca Isco destapó ese tarro que llevan consigo los dibujantes de fútbol para marcar un gol en el que la dificultad va disfrazada de sencillez, buscó el palo, buscó hacer daño, buscó venganza, buscó tantas cosas como las que encontró. Gol del malagueño, era el 2-0, las manos dejaban de sudar y Málaga entera guiñaba un ojo a la revancha. Don Juan en su palco celestial fundía sus dos corazones, el blanco y el albiceleste, lo que una Isco que no lo separe el hombre.
La primera mitad fue un continuo vaivén, de pronto el equipo presionaba arriba y robaba en esa linea de tres cuartos enemiga, ahí es donde este equipo te mata con una sonrisa, como de repente salia el Borussia y sufría el Madrid, el equipo se rompía con una facilidad pasmosa, Alonso se incrustaba entre los dos centrales buscando la seguridad que le roba su estado físico, Modric e Isco caían a las bandas y en el centro de campo quedaba un vacío, una llanura sin huellas, un terreno sin dueño, un dueño sin terreno. Era la linea de cuatro de atrás la que sujetaba al equipo, tanto Carvajal como Coentrao, Ramos y especialmente Pepe fueron sin duda la linea más fiable en la noche de ayer, lo del portugués anoche fue un manual de lo que es un central del siglo XXI, velocidad en el cruce, contundencia en el corte y mando en el espacio aéreo, y todo ello con los cables en su sitio, enorme partido del maceioense.
La segunda mitad nos enseño la cara más preocupante del equipo dirigido por el entrenador transalpino, tanto el conjunto local como el visitante se rompieron en dos a golpe de bocanadas que buscan aire en una típica noche abrileña de esas de aguas mil. Lo ocurrido en la segunda mitad tiene dos lecturas posibles, la medio vacía es que el equipo un año más llega con la reserva encendida en el momento que más gasolina requiere la temporada, la medio llena es que solo se trata de uno de esos dientes de sierra en la planificación y que en dos partidos más volverán al nivel que se exige a estas alturas, cada uno que vea la botella como considere oportuno.
Hubo ocasiones por ambos bandos, los dos podían haber marcado, los dos podían haber encajado, pero lo único cierto es que los dos fallaban, menos en una que el que falló fue el linier levantando el banderín en una jugada en la que un jugador alemán estaba habilitado para marcar pero apareció Iker para parar el balón y silenciar las protestas, para que protestar si el de Móstoles había quemado las pruebas. El caso es que el Madrid empezaba a sufrir el acoso de los de Dortmund pero una vez más un despiste defensivo de los de Jürgen Kloop lo aprovechaba Luka Modric para robar y ponérsela al de Madeira, este salvó al portero con la facilidad de los históricos sietes blancos, fue él como podía haber sido Raúl, Butragueño, Juanito o Amancio, la noche era del 7 y así se consumó. El gol fue reconstituyente para los merengues.
Aún quedando media hora por delante solo quedaron alguna ocasión que echarnos a la boca, el Borussia quería pero no podía, el Madrid ni quería, ni podía. Solo nos quedaban detalles que llevarnos a la boca, la salida de Isco del campo bajo una ovación atronadora y con un Bernabeu puesto en pie, es obvio que el del Arroyo de la Miel es de ese tipo de jugador que siempre enamoró a chamartín, mago sin chistera, magia sin truco, pura ilusión. En el minuto 80 Cristiano nos enseño su lado humano, nos demostró que es terrestre y que tiene su limite, un limite que vive escondido entre músculos pero que existe. CR7 se sentó en el césped a la vez que el madridísmo se ponía en pie, primero por el susto, después para despedirle y demostrarle que "quien bien te quiere te hará llorar, y el que mal te quiere, reír y cantar", su salida tuvo tintes de los años del blanco y negro cuando existía el barro, se fue con el uniforme embadurnado en lodo, como gusta por el club de Concha Espina. La afición blanca siempre premiara la generosidad con la misma vehemencia que castigará el egoísmo, primero te da un azote y luego un beso de amor eterno.
Así se nos marchó el primer asalto de un combate entre dos viejos conocidos, un resultado que se antoja casi definitivo si pensamos que el Madrid no es una quimera que marque en tierras alemanas, si así fuera, el Borussia debería hacer cinco para apear al conjunto español, algo que viendo como esta el equipo de Kloop parece improbable, ellos dirán que siempre les quedara Lewandowski para hacer cuatro, soñar es gratis también en Alemania y cosas más raras se han visto, el fútbol lo dirá.
Lo único cierto es que anoche vimos un Madrid con goles pero sin aire, un Madrid al que con lo ofrecido anoche le basta y le sobra para derrotar al Borussia de Dortmund pero que parece escaso para derrocar a empresas mayores como las que quedaran en el bombo, el tiempo nos dirá si tiene razón el del vaso medio vacío o el del medio lleno. Mientras, la gente se marchó con las semifinales esperándoles en la almohada, el sueño esta más cerca, un 3-0 es un resultado que seguro que para ILLA,ILLA, ILLA JUANITO, es una MARAVILLA.
FICHA TÉCNICA:
REAL MADRID: Casillas; Carvajal, Pepe, Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Modric, Isco (Illarramendi, min. 72); Bale, Cristiano Ronaldo (Casemiro, min.80) Benzema (Morata, min.74).
BORUSSIA DORTMUND: Weidenfeller; Durm, Hummels, Papastahopoulos, Piszczek (Schiber, min.67); Kehl (Jojic, min.74), Sahin; Reus, Mkhitaryan (Hofmann, min.64) Grosskreutz y Aubameyang.
GOLES: 1-0, min.3, Bale. 2-0, min.27, Isco. 3-0, min.57, Cristiano Ronaldo.
ÁRBITRO: Mark Clattenburg (ING). Amonestó a Reus (min.18), Kehl (min.30) y Grosskreutz (min.87) en el Dortmund.
ESTADIO: Santiago Bernabéu.
Fdo: Carlos el pelijas.
"CR7 se sentó en el césped a la vez que el madridísmo se ponía en pie, primero por el susto, después para despedirle y demostrarle que "quien bien te quiere te hará llorar, y el que mal te quiere, reír y cantar"
ResponderEliminarPlanita pero bonita y emotiva....
Muy grande pelijas, destila calidad y esencia en cada rincón, emotiva y directa, un lujazo a nuestro alcance. Abrazos Antonio Porlan.
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