Así se pasaron media tarde, celebrando. |
Pitó el árbitro y no se había quitado aún el silbato de la boca, cuando tuvo que volver a pitar validando el primero de la noche. Ya son típicos los goles de Adriano, desde su banda arrancó buscando la frontal y largó un derechazo raso, con la rosca justa y perfectamente colocado a la base del palo mientras la defensa asistía entretenida al show. Uno cero, todavía no se había sentado todo el mundo. Por el Rayo Falqué lo tuvo cerca, pero le salió mordida y fácil, a partir de ahí y con la confianza del marcador, vimos la mejor versión del Barcelona que cuando encuentra huecos atrás y no es muy exigido, se acomoda en el área contraria acumulando ocasiones. El Rayo por su parte mantuvo su osadía en todo momento, quiso el balón y lo acumuló a ratos, consiguiendo alguna llegada peligrosa, pero eran los del Tata los que se lo pasaban bien. Iniesta, que estuvo colosal, probó suerte desde mediocampo al ver a Rubén adelantado, Cesc se puso morado a inventarse asistencias, como la que Messi estrelló en el palo, poco después Pedro también hizo puntería con la madera. Y así pasamos la noche, con el Barcelona gustándose arriba, intentando ser más preciosista en cada jugada y probando a Rubén una y otra vez. Y entre las maravillas de Pedro, Iniesta, Cesc o Messi, el Rayo pudo empatar, Bueno perdió el uno contra uno con Valdés en la más clara que tuvieron, pero la parroquia culé no tuvo miedo en ningún momento, menos aún cuando llegó el dos cero. Las obras de arte no están solo en los museos, también podemos verlas en los campos de fútbol. En el fondo son efímeras performances que nos llenan los ojos por un suspiro y nos afectan, algo así fue el dos cero. Cesc puso un pase de esos que solo se aprenden en La Masia y Messi, ese genio que va camino de terminar su pretemporada, bendijo el balón solo rozándolo, sacando un globo perfecto. Era el treinta y cinco. Llegamos al descanso sin novedad, parecía como si ni unos ni otros quisieran cambiar el sabor de boca que había dejado el talento de Rosario.
La segunda parte empezó con un remate de Larrivey y la declaración de Juan sin miedo de que iban a seguir exactamente igual, y es que un gol les metía en el partido. Pero el entrenador canario sufría, es lo que les pasa a los valientes cuando lo dan todo y no pueden evitar la catástrofe, incluso hizo cambios en la primera parte, Tito sustituyó a Arbilla probablemente por su error en el segundo del Barça.
La segunda mitad ya solo sirvió para disfrute local. Contamos goles de insuperable valor estético, un museo de delicatessen, un rincón del gourmet que abrió el chileno Alexis. En el siete contragolpe perfecto, balón que pasa por Messi en el centro del campo, Alexis inició su enésimo desmarque, para él fue, desde la frontal remató ajustado, pegado al palo, dejando a Rubén de pie sin intención de tirarse, no tenía nada que hacer. El público lo pasaba en grande. Solo tres minutos después vimos el gol del año. Una obra de marcada escuela azulgrana, acunada en botas que crecieron en La Masia. Cesc en galopada busca a Iniesta en la frontal, que le devuelve de tacón haciendo una fulgurante pared, después pase de la muerte a Pedro. Desde que Fábregas se la dio a Iniesta hasta que el balón tocó la red pasaron solo tres segundos de arte, velocidad, ingenio y ADN, mucho ADN. Neymar fue invitado a esta Jam Session cultural, por si quería hacer algo, y Pedro se llevó una ovación de las bonitas. El quinto llegó en el sesenta y siete. La belleza de esta obra radica más en su preparación que en su culminación, y es que Cesc parte y divide el centro del campo dejando atrás a un par de franjirojos, entonces buscó a Alexis que la aguantó para la llegada de Messi que fusiló a Rubén, que por cierto, con los dos goles de anoche, el astro argentino ha superado a Di Stéfano, ha igualado a Raúl, y a este paso, tiene a Zarra a tres meses para coronarse mayor goleador de la historia de la liga, casi nada. Pero aún quedaba la guinda. Casi al final, para despedir a la gente contenta de la magnífica exposición que habían presenciado, apareció Neymar. El brasileño arrancó en el centro del campo, se largó por piernas dejando contrarios atrás para llegar a pocos metros de la frontal y chutar como solo unos pocos saben. La pelota hizo una parábola antinatural para caer justo por la escuadra, Rubén volaba pero sabía que no iba a llegar, el cuadro era perfecto, transmitió fuerza y belleza, para enmarcar.
El soci estará muy agradecido a la valentía de Paco Jémez, posiblemente él más que nadie montó la exposición de ayer, colgó los cuadros adecuados y permitió la expresión de los genios propiciando momentos de inolvidable belleza futbolera, una fiesta para los sentidos que ahora debe continuar contra el City, pero probablemente Pellegrini no sea tan valiente como Juan sin miedo.
Queridos Merche Mateos, Felipe Chozas, Jose Luís Esparraguera y Antonio Leva, ayer no sonó la vida pirata en el Camp Nou, pero seguirá sonando siempre. Abrazos.
FICHA TECNICA:
FC BARCELONA: Valdés; Alves, Piqué, Puyol (Mascherano, m.68) Adriano; Busquets, Cesc, Iniesta, Pedro (Neymar, m.62), Messi (Tello, m.74) y Alexis.
RAYO VALLECANO: Rubén; Arbilla (Tito, m.41), Saúl, Zé Castro, Mojica; Trashorras, Baena; Rochina, Bueno (Jonathan, m.62), Falqué; y Larrivey (Longo, m. 73).
GOLES: 1-0, m.2: Adriano. 2-0, m.37: Messi. 3-0, m.53: Alexis. 4-0, m.56: Pedro. 5-0, m.68: Messi. 6-0, m.88: Neymar.
ÁRBITRO: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Sin amonestaciones.
INCIDENCIAS: Asistieron al encuentro 74.517 espectadores en partido de la vigésimo cuarta jornada de Primera División disputado en el Camp Nou.
Fdo: Antonio Porlán Arcos.
Que buena, gracias por invitarme a "tu museo"
ResponderEliminarGracias Alejandro, me alegro de que te guste.
ResponderEliminarEl maestro Porlan, manejando la pluma y creando otra gran obra de arte.
ResponderEliminarUn abrazo Antonio