R. BETIS 2 - R. MADRID 3. BENDITA LOCURA.

Que partido hemos vivido en el Benito Villamarín, cuando dos equipos solo piensan en la victoria y se olvidan de hacer un drama de la derrota da como resultado el triunfo del fútbol. Y así ha sido, béticos y madridistas han salido sin miramientos, unos por que según esta el líder el perder no era ningún borrón en el camino, los otros por que el margen se lo permite, de la suma de estos dos factores hemos salido beneficiados los amantes del fútbol. Me rindo ante Pepe Mel, ya el curso anterior dio un recital ante un imparable Barça muestra de que no es flor de un día, su atrevimiento es su filosofía y no renuncia a ella sea quien sea el rival y ante eso este que escribe se pone de pie y se desmontera por que este Betis es " MUSHO BETI". Este tipo de entrenadores como Mel y Sandoval enriquecen esta liga, dos recién ascendidos que vienen para quedarse y por el camino que toman los hombres de pelo en pecho aunque ya no se lleve, estos no son metrosexuales. El partido enseguida puso las cartas boca arriba, no hubo preámbulos ni milongas de tanteo, los dos salieron a por la victoria en linea recta y en una contra tan directa como bonita llegó el primer gol verdiblanco en un majestuoso control de Rubén Castro que le dio un balón en paquete de regalo con un cartelito de esos que se ponen y que dicen "espero que te guste" a Jorge Molina que debió pensar que no aprovechar esa maravilla técnica era imperdonable e hizo el primero. El partido acababa de empezar y ya estaba roto en un intercambio de golpes y el primero lo dio el Betis, ahora le tocaba al Madrid responder y en otro contraataque esta vez de los visitantes se juntaron el hambre y las ganas de comer, pase made in Ozill y latigazo del Pipa, pichichi de los terrenales y siempre discutido por los mortales, 1-1. El descanso solo sirvió para eso, para descansar por que el segundo tiempo fue una continuación del primero y los aficionados frotándonos las manos. Fue empezar y como suele suceder en este tipo de partidos que se vuelven locos que aparece por allí un insensato que se mueve como pez en el agua entre la locura, Marcelo y entre dimes y diretes le puso sin querer un balón a Cristiano de los que le hacen seguir sumando, muchas veces en el desorden esta la organización. Parecía que de este golpe no se repondrían los de la Avenida de la Palmera pero no dio tiempo ni a la celebración, Jefferson Montero ponía el contador a cero y vuelta a empezar. Era un continuo ahora tu, ahora yo y que sea lo que Dios quiera y hablando de Dioses apareció una vez más Cristiano que con el tercero tiró por tierra una tremenda parada de Fabricio. Lo dicho partidazo donde se han dado cita dos entrenadores sin miedo a la derrota, dos equipos con la victoria entre ceja y ceja, un estadio vestido con sus mejores galas, a la cita solo faltó la justicia esa que tantas veces se ausenta en este deporte por que el Betis no mereció la derrota, fue un 2-3 como podia haber sido un 3-2 e incluso y lo más justo un 5-5, por eso hoy más que nunca diré eso de ¡Viva er Betis manque pierda! Partido loco en una ciudad de locura, bendita locura.



Fdo: Carlos el Pelijas.